Juegos en desuso se reciclan y vuelven a instalarse en plazas de Santiago y regiones
Por Nadia Cabello, El Mercurio.
Mobiliario público:
El plástico se tritura y vuelve a tomar forma para crear módulos, a los que se les agrega un filtro UV.
Destacan inmediatamente cuando llegan a una plaza y cada vez es más común verlos. Los juegos infantiles hechos de materiales reciclables son la nueva tendencia en mobiliario urbano para parques públicos y, de a poco, están apareciendo en Santiago y regiones.
En la plaza Loreley (La Reina), por ejemplo, los vecinos inmediatamente notaron que no eran juegos típicos. “Tienen algo en el color y la textura que uno nota altiro. Y son hasta más bonitos”, dice Lucía Sánchez, residente del sector.
Son hechos de plásticos de mediana densidad, como las cajas de bebidas, pero también se usan para su construcción juegos antiguos que están en mal estado. “Son un poco más caros que los juegos tradicionales, pero es un aporte al cuidado del medio ambiente que vale la pena”, dice Marta Izquierdo, gerenta de negocios de Fahneu, una de las empresas que entraron al rubro.
Un módulo cuesta alrededor de $3 millones y su vida útil es de diez años. Entre las ventajas que tienen se cuenta que no se oxidan y se les agrega filtro para rayos UV, lo que permite que se instalen en ciudades con cualquier clima. En la capital también están en lugares como la plaza Villa Olímpica (Ñuñoa), y están apareciendo en ciudades como Viña del Mar, Puerto Montt y Concepción.