Por primera vez nombrarán las calles de las favelas pacificadas de Río de Janeiro
Veintidós favelas de Río de Janeiro, en Brasil, vivirán una gran transformación en los próximos meses. No corresponde a otra intervención policial como las que se han realizado en el último tiempo, sino que se trata de un cambio urbano con carácter simbólico. Por primera vez, desde que se gestaron estos barrios, las calles tendrán nombres.
Esta situación, que para muchos puede parecer menor, para los habitantes de las favelas es un gran avance, ya que no se sentirán al margen del acontecer cotidiano de la ciudad y se democratizará su derecho a la misma.
La ausencia de calles con nombres se arrastra hace décadas y se explica, en parte, porque estos asentamientos ni siquiera existían en los mapas oficiales de los años ’80, ya que un decreto aprobado en 1937 los reconocía como un “fenómeno transitorio”, a pesar de que en ellas hoy habitan más de dos millones de personas.
A continuación más detalles.
La evolución de las favelas al margen de las autoridades, generó que sus ciudadanos se organizaran en base a sus propios mecanismos de autogestión. Por ejemplo, para recibir el correo, establecieron que todas las cartas lleguen a un sólo punto central de la favela y cada residente las debía retirar personalmente, ya que las casas no están enumeradas. Tal es el caso de la favela Chapeau Mangueira, en donde residen aproximadamente 3.740 habitantes y existe una dirección de correos: CEP: 22010-000.
Con esta imposibilidad para identificar las casas y, en consecuencia, a sus habitantes, las redes de narcotráfico proliferaron sin inconvenientes, puesto que los policías no tenían cómo localizar a las bandas que operaban. A raíz de esto, los vecinos debieron vivir en el anonimato cívico, perdiendo su reconocimiento como ciudadanos.
Desde que se anunció esta medida, el Gobierno ha enviado representantes a las favelas que fueron parte de operativos policiales, para ubicar las calles en los futuros mapas. No obstante, estos enviados han indicado que han sido perseguidos por los narcotraficantes, quienes prefieren circular y operar en calles que no pueden ser identificadas.
Para circular todos los días por las favelas, sus ciudadanos le han otorgado denominaciones informales que han surgido a través de los años. Tal es el caso de la “Avenida de la Muerte”, calle de una favela en donde se registraron varias matanzas.
Una socióloga que trabaja en las favelas declaró al diario español El País que esta nueva medida puede “parecer una nimiedad para un europeo, pero no para quien ha vivido años bajo la humillación de sentirse nadie”.
Con el nombramiento de las calles, las favelas podrán integrarse a la estructura urbana formal de la ciudad de Río de Janeiro y mejorará la calidad de vida de sus habitantes, quienes con esta pequeña medida, serán reconocidos como ciudadanos en cosas tan simples como recibir una carta con su nombre en la propia puerta de sus casas.