MIM tendrá nueva atracción que simulará terremotos
El próximo lunes comienza la marcha blanca de Y se mueve…, un nuevo espacio educativo del Museo Interactivo Mirador.
En abril de 2010, el encargo para la directora ejecutiva del Museo Interactivo Mirador, Consuelo Valdés, estaba claro: debía buscar a los expertos que le ayudasen a construir una sala que explicara la naturaleza de la geología del país y por qué se producían los sismos y tsunamis, entre otros desastres naturales.
Después del 27/F el directorio determinó que el museo no podía seguir prescindiendo de una muestra como ésa. Hacía poco se había instalado la Sala de Minería -para detallarle a grandes y chicos los procesos productivos del cobre- y ya contaban con juegos destinados a estimular los sentidos de los pequeños.
Así, seis meses después de imponerse la tarea, Valdés ya tenía sobre su escritorio el diseño de una sala que albergaría un simulador de terremotos (una especie de cabaña pequeña donde los visitantes podrían experi- mentar grados de movimientos tectónicos), un simulador de tsunamis y material explicativo sobre la geología local. “Este museo, por su naturaleza científico-tecnológica, tenía la responsabilidad de explicar un proceso así a los niños”, señala Valdés.
Ocho grados
Fue un equipo de 40 personas, entre ellos ingenieros estructurales y electromecánicos de la Dirección de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la UC, Dictuc, los que crearon la nueva sala llamada Y se mueve…, de 370 m2 y ubicada en el primer nivel.
El aparato capaz de mover la casa sísmica proviene de Argentina, donde fue desarrollado por el ingeniero José Bellora. Se trata de una estructura de metal sostenida por pilares empotrada a cuatro metros de profundidad y que puede provocar movimientos de hasta 8 grados en la escala de Richter. Estos, con ondulaciones verticales y horizontales, tal como sucedió el 27/F. “En otros países del mundo existen los que reproducen un solo tipo”, aclara Valdés.
El proyecto total tuvo un costo de $ 400 millones, un 70% de estos aportados por el Ministerio de Educación, un 25% con los ingresos en taquilla, y un 5% por una donación privada.
A la nueva atracción sólo podrán ingresar niños mayores de seis años -acompañados por un adulto- y la entrada a embarazadas y personas con afecciones cardíacas estará prohibida.
Aunque la marcha blanca de la sala comienza el próximo lunes 5, sólo a partir del 15 de noviembre podrá entrar el público general. Esto, de martes a domingo entre las 9.30 AM y las 6.30 PM, y previo pago de la entrada.($ 3.900, adultos; $ 2.600, niños).