Proyectan destrabar la Ruta 5 con Vespucio
Por Pamela Gutiérrez, El Mercurio
Atochamientos en Nudo Quilicura:
El crecimiento industrial ha provocado problemas de tránsito en la zona.
Héctor Vidal cuida autos desde hace 12 años en el Centro Empresarial de El Cortijo. Desde allí mira lo que ocurre en Américo Vespucio con la Ruta 5, el llamado Nudo Quilicura.
“Uno ve cómo allá arriba (Ruta 5) se forman los tacos, la gente se pone nerviosa, empiezan los bocinazos y hasta accidentes ha habido. Es todos los días”.
El Nudo Quilicura es uno de los puntos conflictivos de tránsito en Santiago, el límite de Conchalí y Quilicura, un pujante sector industrial.
Ese cruce fue “heredado” como infraestructura preexistente cuando se concesionó la Ruta 5 en el tramo correspondiente a la Autopista Central.
Los conductores reclaman por los tacos: “Si trato de enlazar con Vespucio, viniendo desde la Ruta 5, es imposible. A veces me toma 40 minutos tratar de salir”, dice Eugenio Castro.
Ante el atasco, es común que, en vez de tomar Vespucio Norte o Quilicura, los conductores prefieran seguir por la Ruta 5 tres kilómetros al norte y utilizar la salida más próxima (Buenaventura) para entrar a alguna de las comunas de la zona norte.
La solución a este nudo está calculada preliminarmente en US$ 190 millones, según Autopista Central. En el acuerdo de esta concesionaria con Costanera Norte y el MOP se logró incluir un presupuesto para que Autopista Central encargue un estudio de ingeniería para destrabar esta zona. Este estudio está avaluado en US$ 4 millones y es la base para el futuro diseño.
La primera fuente de taco en Vespucio con Autopista Central es que no hay enlaces directos entre ambas autopistas. “El problema se agudiza porque las vías locales son angostas”, explica el gerente general de Autopista Central, Christian Barrientos.
El otro embudo se produce con el otro brazo de Autopista Central, que es General Velásquez. Un conductor viaja por allí hacia el norte a través de dos pistas, pero, al enfrentar el nudo Quilicura, se reducen a una antes de enlazar con la Ruta 5.
Según Barrientos, “al 2016 ya habría que construir la tercera pista de este tramo de General Velásquez (Renca), tal como se está haciendo con el tramo sur”.
El otro desafío está relacionado con la conversión a estándar urbano de Autopista del Aconcagua, que en su tramo sur tendrá cuatro pistas, pero al enlazar con Autopista Central -que es la continuación de la Ruta 5 hacia el sur- se formaría un embudo, porque hoy tiene tres pistas. Así, hay que ampliar la capacidad debajo del enlace para que puedan encajar cuatro pistas.