Expansión urbana y conservación de especies amenazadas

Por Gabriela Saldías, Ingeniero Agrónomo- Paisajista, Docente e investigadora Universidad Central de Chile

Panul

Lograr el justo equilibrio entre la demanda urbanística por ocupación de nuevos territorios y la conservación de la naturaleza parece simple, cosa de buena voluntad y de conciliar intereses entre actores claves, pero la experiencia demuestra lo contrario. Los actores claves no se encuentran y lo que predomina es la ignorancia sobre temas ambientales y en particular sobre la importancia de la conservación de la diversidad biológica en un país, región o sitio cualquiera.

Al preguntar por conservación biológica en Chile, inmediatamente se puede responder con tranquilidad que existen Estrategias de conservación de la biodiversidad, a nivel nacional y también regional, que buscan asegurar el uso sustentable de los recursos naturales. También incluyen planes de acción o medidas concretas a aplicar para proteger a todas aquellas especies que se encuentran amenazadas. Poblaciones que en un plazo breve podrían disminuir e incluso llegar a desaparecer y con ello se perderían genes, especies y ecosistemas imposibles de recuperar, llevando al olvido paisajes únicos y privando a la humanidad de muchos beneficios desconocidos.

También, se puede agregar con convicción, que expertos nacionales e internacionales han realizado importantes esfuerzos para llegar a clasificar las especies de acuerdo al grado de amenaza en el que se encuentran, y gracias a eso, se disponen en el país de listas que ubican las especies evaluadas en categorías de conservación reconocidas internacionalmente por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) lo que ayuda a priorizar los esfuerzos. Todo bien hasta aquí, pero ¿qué sucede con esas especies amenazadas que no están incluidas en áreas de protección estatal ni privadas y están clasificadas en una categoría en peligro o vulnerable?

Al sur de Coquimbo

Para precisar el caso se puede agregar que en Panul, al sur de Coquimbo terrenos que no despertaban mayor interés han pasado a ser muy atractivos y anhelados por el ser humano, (Figuras 1 y 2). Por tal motivo se está publicitando venta de terrenos, el problema está, en que tanto los que venden como los que compran desconocen la existencia del lucumillo (Myrcianthes coquimbensis ), clasificado En Peligro crítico de extinción (CR), y también de importantes poblaciones de guayacán (Porlieria chilensis), clasificado en categoría Vulnerable (VU), que viven junto a otros arbustos típicamente costeros como son: la chamiza (Bahia ambrosioides), el palo de yegua (Fuchsia lycioides), el churqui (Oxalis gigantea), la alcaparra (Senna coquimbensis), el heliotropo (Heliotropium stenophyllum), entre otros, formando un bellísimo matorral costero de alto endemismo, Figura 3.

Figura 1 y 2. Venta de terrenos en Panul.

Figura 3. Matorral estepario costero de gran valor por presencia de muchas especies endémicas y amenazadas. (Panul, noviembre 2012)

Es fácil predecir que se cumplirán una vez más las leyes del mercado y los precios regularán la oferta y la demanda y el resultado significará que muchos nuevos propietarios tendrán en sus manos el poder de decisión sobre esas tierras con toda la biodiversidad del lugar, donde por siglos ha vivido tranquilamente esa flora y fauna tan particular. ¿Cuál será el destino de esos lucumillos y guayacanes….?

Entre las razones que justifican la categoría en peligro crítico de Myrcianthes coquimbensis está su condición de especie endémica y que presenta una distribución muy restringida en el borde rocoso costero de la cuarta región de Coquimbo, a 30m desde el mar hasta no más de 2km al interior y en su distribución norte- sur que abarca desde la comuna de La Higuera hasta Guanaqueros. A su vez, el hábitat está muy fragmentado y se constata una disminución continua en la calidad del mismo a consecuencia de la intervención antrópica (presencia de basura, alta carga de visitantes en ciertos puntos y subdivisión y venta de terrenos). Lamentablemente sus poblaciones no están incluidas en áreas silvestres protegidas.

El lucumillo y su valor en paisajismo

Entre sus atractivos se puede decir que es un arbusto que posee un follaje muy aromático, semejante a otras especies de la familia de las Mirtáceas. Alcanza alturas y diámetros cercanos a los 2.0m, tiene una forma globosa compacta, las hojas son siempreverdes, coriáceas, color verde oscuro, resaltando entre el resto de la vegetación de borde costero. Las flores blancas dan paso a una abundante producción de llamativos frutos redondeados de una coloración que abarca desde el amarillo al rojo muy oscuro, con toda una gradiente de colores intermedios, generando un punto de gran interés. Figura 4.

Figura 4. Myrcianthes coquimbensis es un bello arbusto endémico que se encuentra seriamente amenazado por intervención de su hábitat.

Avances en investigación

Un mayor conocimiento del lucumillo, especialmente en relación a su forma de reproducción, ha sido materia de investigación por parte de docentes e investigadores de la Universidad Central de Chile, en particular en la Escuela de Arquitectura del Paisaje, que desde las aulas, el trabajo experimental y la sensibilización de los alumnos busca dar a conocer, promover su uso en obras de paisajismo y también lograr alianzas para ayudar a su conservación in situ.

Sin embargo, pocas personas conocen la especie, algunos viveros de flora nativa han utilizado las semillas para su reproducción, pero la oferta de plantas en viveros comerciales es prácticamente inexistente, y aún más grave, muy pocas personas identifican y saben de la existencia de la especie y su delicado estado de conservación, ni siquiera los habitantes locales. Por el contrario, es fácil percibir un alto interés por la flora exótica, así lo demuestran los accesos a nuevos condominios de la zona costera de la cuarta región, que buscan la atención de los clientes a través de la plantación de palmeras, hibiscos y otras plantas foráneas. El matorral costero propio de la zona no es considerado con fines paisajísticos ni tampoco hay preocupación por su conservación.

Nuevamente surge la pregunta ¿quién protege al lucumillo, al guayacán y tantas otras especies amenazadas que no se encuentran localizados en áreas silvestres protegidas estatales o privadas?

Volviendo a las Estrategia de conservación de la biodiversidad para la Región de Coquimbo, se plantea como medida de acción la creación de áreas silvestres protegidas, privadas o estatales en Sitios prioritarios para la conservación biológica, a través de convenios y colaboración público y privada, esfuerzos que por cierto deben darse, pero el tiempo pasa, las amenazas crecen y todavía son muchas las especies amenazadas que no están incluidas en áreas de protección. Por otra parte se proponen, la Educación y Concientización, como medidas importantes para introducir los conceptos y la importancia de la conservación de la biodiversidad, planteados como parte de la educación formal en programas de educación escolar y superior, así como en programas informales, dirigidos a las organizaciones ciudadanas.

Finalmente, a modo de reflexión, es tarea de todos los que estamos en conocimiento de la importancia de la conservación de la biodiversidad concientizar al resto y sumarlos al grupo de los que la reconocen como un pilar fundamental del desarrollo sustentable y una obligación que compete en especial a los que tenemos algún tipo de injerencia sobre el territorio. La meta debe ser lograr conciliar intereses de expansión urbana con el debido respeto y conservación de la diversidad biológica, poniendo en valor y cuidando a las especies amenazadas.