Casas hechas con fardos de paja ahorran un 75% en energía
por Ximena Bertin – 10/12/2012 – La Tercera
Este sistema, poco conocido en Chile, podría incorporarse para la construcción de viviendas sociales. Es 10 veces más aislante que el ladrillo o el hormigón, y ahorran un 75% en calefacción.
Mónica Silva vive en una casa hecha con fardos de paja que construyó con su marido en Colina el 2009. Descubrió en el cable que son 10 veces más aislantes que el ladrillo o el hormigón y que ahorran un 75% en calefacción. “La sensación de vivir en una casa de paja es muy confortable. Tiene 200 metros cuadrados y la calentamos con una sola estufa por 30 mil pesos al mes. Antes gastaba $ 180 mil en el departamento donde vivía”. La propietaria recuerda que su casa resistió perfectamente el terremoto del 27/F y que varios de sus vecinos, escépticos al principio, le copiaron la idea.
El arquitecto Jorge Broughton trabaja desde hace 20 años este material, y asegura que es una técnica muy segura frente al fuego. “El fardo, al estar comprimido, no tiene oxígeno. Soporta dos horas el traspaso del fuego y es mucho más incombustible que la madera”. Agrega que no presenta problemas con insectos y es muy resistente a los sismos por su alta flexibilidad. “Todas las casas que hicimos antes del terremoto del 2010 resistieron, no les pasó nada”, puntualizó.
María Blender, arquitecta y cofundadora de la red chilena de construcción con fardos de paja, asegura que la red inició un proyecto con el Instituto Nacional de Normalización para reglamentar el uso de este sistema, lo que ampliaría su aplicación para la construcción de viviendas sociales, entre otras ventajas.
Material sustentable
Blender destaca, además, la sustentabilidad de este tipo de material versus los materiales tradicionales que generan altos niveles de CO2 en su fabricación. “Es un material completamente natural, que ya es un residuo de la actividad agrícola y que lo usas para construir una casa que puedes reciclar. Al demoler tampoco generas residuos, como en el caso del hormigón o el aislapol. Los fardos, en cambio, puedes reciclarlos y devolverlos a la tierra en forma de compost”
