Parque Torres del Paine: informe constata avances en la reforestación y seguridad
Por Rolando Martínez y Jorge Molina, El Mercurio.
A un año del siniestro iniciado el 27 de diciembre de 2011, que obligó al cierre del área por ocho días
Documento de la Segpres da cuenta de tareas realizadas en ámbitos de restauración, protección y promoción de la reserva como destino turístico. Aumentaron guardaparques y medidas de seguridad.
La tarde del 27 de diciembre de 2011, la alarma de incendio surgió desde el sector Olguín del lago Grey, una zona agreste sin acceso vehicular ni marítimo del Parque Nacional Torres del Paine. Fue el inicio de un siniestro que en las primeras tres jornadas destruyó 2.500 ha diarias y que sólo fue extinguido por completo casi dos meses más tarde -el 23 de febrero-, después de arrasar con 17.606 ha.
El impacto del daño en uno de los principales atractivos turísticos del país, con 140 mil visitas anuales, llevó al Gobierno a delinear tres ejes de trabajo para restaurarlo: recuperación del parque, crear nuevas medidas para su protección y cuidado, y promoverlo como destino turístico.
“El Gobierno ha realizado un trabajo serio y coordinado para la recuperación del Parque Nacional Torres del Paine, durante todo este año transcurrido desde el incendio. Estamos efectuando acciones concretas para recuperar la flora y fauna del lugar, y para asegurarnos de tener los mayores resguardos para que no se repitan hechos tan lamentables”, dice el ministro Secretario General de la Presidencia (Segpres), Cristián Larroulet.
Obras de reparación
Según datos de Conaf, este año ya se plantaron 23 mil árboles de lenga en tres sectores de la reserva (ver infografía), y en 2013 se espera sumar otros 10 mil, provenientes de un vivero en Puerto Natales, de un total de 200 mil que se espera plantar en un plazo de cinco años, de acuerdo al plan de recuperación.
Un informe elaborado por la Unidad de Regiones de la Segpres da cuenta de las acciones realizadas en el parque. Una de las principales preocupaciones, señala, fue la restauración ecológica de la reserva, por lo que a través del Ministerio de Medio Ambiente se desarrolló un diagnóstico del daño y el plan de acción a 5 años para su recuperación.
Esto incluye un plan de monitoreo ambiental, actualizar la cartografía para planificar la recuperación de los ecosistemas dañados, censos de vegetación, la implementación de ensayos de restauración y rehabilitación, y un plan de producción y propagación de plantas.
En paralelo, agrega el documento, 200 voluntarios del Injuv se distribuyeron por el parque realizar reparaciones. Allí rehabilitaron 28 km de senderos, instalaron 36 letreros informativos restrictivos, y construyeron siete pasarelas y dos miradores, entre otros.
Además, se prepararon 5.700 plantas en viveros, plantaron 2.500 árboles en zonas afectadas y mejoraron la protección a otros 15 mil. A esto se sumó el apoyo de la campaña Reforestemos Patagonia, que plantó 20 mil árboles y a la fecha ha reunido casi 150 mil plantas -para distintos puntos de la Patagonia- gracias a donaciones de privados.
A través de la Conaf, indica el mismo informe, se acentuó la protección de la reserva. Se nombró a un superintendente del parque, figura administrativa inédita hasta ahora, para coordinar el plan para mejorar la gestión de Torres del Paine.
Se aumentó el número de guardaparques con la contratación de 83 jornales transitorios desde enero de 2013, se definieron patrullajes más específicos y se creó una nueva brigada para la prevención y combate de incendios forestales, con 40 guardaparques. Además, se arrendó un helicóptero para que apoye esta tarea a partir de diciembre.
También se creó un sistema de monitoreo remoto de incendios, con cámaras en cuatro sectores de Torres del Paine (lago Grey, laguna Amarga, lago Paine y lago Pehoé) que entregan imágenes en tiempo real a la administración y a la base de la brigada contra incendios.
Según el documento, el plan de mejoramiento de gestión tiene un presupuesto de $1.500 millones y considera también la construcción de nuevas viviendas para el personal, habilitación de guarderías de montaña, instalación de estaciones metereológicas y adquisición de equipamiento de combate de incendios.
A esto se suman acciones de promoción para evitar que la noticia del incendio impactara al sector turismo. A ocho días del inicio del fuego, a través de ProChile, Turismo Chile, Fundación Imagen País y embajadas se informó al mundo de la apertura parcial del parque, a lo que siguieron campañas de promoción en Chile, Brasil, Colombia, Argentina, Europa y EE.UU., coordinadas por la Subsecretaría de Turismo, con una inversión de $200 millones.