Santiago sucumbe ante inusitada combinación de compras navideñas, lluvias, tacos y apagones
En el peor momento del día, 60 semáforos quedaron fuera de servicio:
La situación recién comenzó a normalizarse pasadas las 22 horas. El sector oriente sufrió una jornada marcada por la congestión vehicular y hubo cortes de luz en seis comunas.
Al mediodía de ayer se observaron los primeros signos de que sería una jornada complicada: varios automovilistas que quisieron hacer sus compras navideñas se percataron de una inusual congestión vehicular. A esa hora, las anunciadas precipitaciones en Santiago habían hecho una tímida aparición, pero cuando empezó a llover con fuerza, cerca de las 17 horas, llegó el caos, que muchos vivieron como un apocalipsis, tan de moda por estos días.
Largas filas de vehículos en medio de tacos fueron la imagen más repetida de la jornada. Los tiempos de viaje en el sector oriente alcanzaron varias horas en trayectos que no deberían superar los 30 minutos. La molestia de los conductores inundó las redes sociales (ver notas relacionadas). El hecho tomó ribetes anecdóticos, con varios comentaristas de televisión y radio avisando que no podrían llegar a sus lugares de trabajo, por ejemplo.
A “una combinación de tres factores muy lamentables” atribuyó la situación el intendente Juan Antonio Peribonio, quien debió abandonar una ceremonia en Carabineros para monitorear la situación desde la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT).
Primero, mencionó una precipitación inusual de agua, de más de 10 milímetros, en muy poco tiempo. Segundo, que la lluvia cayó en un horario en el que había mucha gente en las calles haciendo sus compras navideñas. Finalmente, coincidió con la hora en que la gente salía de sus trabajos hacia sus casas.
“Esta combinación ha hecho que las calles estén colapsadas, con mucho tráfico vehicular. Porque de acuerdo al catastro que tenemos, no hay intersecciones anegadas, ni tampoco ningún paso bajo nivel inundado”, afirmó la autoridad regional.
De los factores principales se desglosaron otros. La lluvia provocó caídas de las ramas de los árboles, que afectaron el tendido eléctrico, lo que a su vez provocó la interrupción de los semáforos.
Hacia las 20 horas, los semáforos apagados eran 12, según la UOCT, pero en el momento más crítico fueron 60, mayoritariamente en el sector oriente.
Los tacos demoraron la llegada a los puntos de emergencia de los equipos de Chilectra, dijo el intendente.
La lluvia hizo que los conductores manejaran con cautela. Pero hubo numerosos choques por alcance y también provocados por quienes realizaron arriesgadas maniobras de adelantamiento para salir de los tacos. La UOCT contabilizó cerca de 20 puntos de alta congestión. De ellos, ocho mantuvieron dificultades hasta anoche en el sector oriente (ver infografía).
La principal emergencia en la Región Metropolitana por anegamientos fue en San Bernardo. En Villa Chena hubo cinco casas afectadas y algunos pasos bajo nivel colapsaron.
El escenario empezó a estabilizarse después de las 22 horas. Peribonio dio por cesado el monitoreo desde la UOCT pasadas las 23 horas, cuando el evento más complicado era un corte de luz en Recoleta e Independencia.
La lluvia amainaría esta madrugada, para cesar hoy.
ACCIDENTES
Desde las 20 hasta las 23 horas hubo 15 accidentes de tránsito en el sector oriente, siendo lo normal cinco, informó Carabineros.
Mal tiempo provoca estragos en regiones
Un inusual panorama, a dos días del inicio del verano, se vivió en la zona centro-sur del país a causa de las intensas precipitaciones registradas durante la jornada.
En uno de los hechos más preocupantes, Punta Arenas amaneció en alerta roja luego que las lluvias que caían desde el martes provocaran un peligroso aumento del caudal del río Las Minas. Éste quedó a medio metro de desbordarse sobre el puente de calle Lautaro Navarro, en el centro de la ciudad. Los vecinos temieron un nuevo desborde del principal río que cruza la ciudad, como ocurrió en marzo.
Anoche, la Onemi mantuvo la medida de alerta roja, como manera preventiva, ante el pronóstico de intensas precipitaciones para la jornada de hoy. En tanto, maquinarias dispuestas por el municipio y el Ministerio de Obras Públicas se mantuvieron durante toda la jornada con labores de despeje del cauce para evitar desbordes.
En la Región de Valparaíso, el mal tiempo obligó a cerrar los puertos de San Antonio y Quintero para embarcaciones menores, en tanto que las calles de Valparaíso y Viña del Mar sufrieron diversos anegamientos.
También se registraron fuertes marejadas que destruyeron pasarelas peatonales en el borde costero de Reñaca. Además, 500 locatarios de la feria instalada en el estero Marga Marga sufrieron la pérdida casi total de sus mercaderías.
En Rancagua, Región de O’Higgins, hubo anegamientos importantes. El problema, según el director regional de la Onemi, Ricardo Medina, se debió a que en esta época la gente bota basura en los canales y éstos se vieron obstaculizados. La Onemi reportó a una pareja de adultos mayores damnificada.
Cayeron 20 milímetros en la capital
Hasta las 21 horas de ayer, habían caído 20 mm de agua, según medición de la Dirección Meteorológica de Chile, tomando en cuenta los registros de las estaciones Quinta Normal, Tobalaba y otras de la capital.
El sistema frontal arrojó precipitaciones desde la V Región hasta Magallanes.
En la capital, según los expertos, no es habitual que llueva en diciembre en Santiago, pero esta situación puntual se debería al término del fenómeno climático de La Niña, que se caracterizó por inviernos muy secos y veranos calurosos.
El martes 10 de diciembre de 1991 se registró un fenómeno similar en la Región Metropolitana, con lluvias sobre Santiago y nieve en los centros invernales por el ingreso de una masa de aire frío.
Como consecuencia de la lluvia, Vialidad informó anoche que a raíz del viento blanco y nieve que cayeron en el sector cordillerano de la Quinta Región fue cerrado el Paso Los Libertadores, principal vía terrestre de comunicación con Mendoza, Argentina.
Las repercusiones de un atochamiento “apocalíptico”
Los problemas que vivieron los santiaguinos, las complicaciones para el retorno a casa o para cumplir compromisos y los estados de ánimo para enfrentar el taco “apocalíptico” quedaron reflejados en las redes sociales, especialmente en Twitter.
El economista Rafael Garay (@rafagaray) subió una foto del taxímetro del auto en que viajaba a una entrevista televisiva, tras tres horas y 50 minutos de inmovilidad. La cuenta se empinaba sobre los $22.000, como lo muestra la fotografía.
Una situación similar vivió el escritor Pablo Simonetti (@pablosimonetti): “Por el taco, ir a dar una entrevista de 15 min a @24horastvn me tomó 3 horas”. Y luego volvió a la carga: “Todo el Costanera Center-rotonda affair en su máxima cagazón”.
La parlamentaria Denise Pascal (@denisediputada) fue categórica: “Caen 4 gotas en Stgo. y se para prácticamente, taco por todos lados”.
El director de Adimark, Roberto Méndez (@robertomendez), hizo una relación con la política contingente: “Colapso total. Me refiero al tráfico”.
Otros tuiteros como la periodista Jimena Villegas (@jimenavillegas) denunciaron lo “incivilizados” que eran los conductores al quebrantar todas las normas del tránsito, lo que incrementaba el atochamiento.
¿Fue el agua o son los autos?
“Si mañana llueve, mejor declarar feriado”, propuso anoche, vía Twitter, el edil de Estación Central, Rodrigo Delgado.
En todo caso, el también vicepresidente de la Comisión de Obras Públicas, Tránsito, Transporte y Telecomunicaciones de la Asociación Chilena de Municipalidades no cree que el agua haya sido el detonante primordial de la caótica jornada vehicular.
“No es la lluvia, son los 100 mil autos que ingresan cada año a una ciudad que mantiene la misma infraestructura”, escribió el edil en la red social.
Allí también opinó Louis de Grange, experto en Transportes de la UDP: “La lluvia reduce la capacidad de calles, corta semáforos y ralentiza a automovilistas. A esto (hay que) sumar compras navideñas”.
Según el ingeniero, “(la) tarificación vial no hubiera resuelto en nada el megataco de hoy (ayer). Más Metro sí hubiera ayudado mucho a muchos”.
Tacos afectaron incluso a los aviones
“¡Otro vuelo, otro vuelo!”, gritaba anoche un grupo de pasajeros frente a los counters de LAN en el aeropuerto Arturo Merino Benítez. Sus vuelos a distintos destinos de Chile y del extranjero habían despegado, sin ellos, luego que se presentaran al terminal después de la hora límite para el embarque. “O los aviones salieron semivacíos o estaban sobrevendidos”, reclamó una afectada mientras Carabineros llegaba al lugar.
Los pasajeros que no llegaron a tiempo al aeropuerto fueron sólo una dimensión del impacto que la tarde de caos vial provocó en Merino Benítez. La otra corrió por cuenta de las propias tripulaciones de las aerolíneas que, atascadas, tampoco se presentaron a la hora.
“Con dos horas de atraso, por fin va a despegar vuelo LAN 704 por atraso de tripulación, confirmado por el capitán”, reclamó Vanessa Zamora en su cuenta de Twitter. Según el sitio web de la aerolínea, en vez de salir a las 20:10, el avión lo hizo a las 21:55. Al vuelo 394 (Santiago-Iquique) le pasó lo mismo: estaba programado a las 19:05, pero partió a las 21:02.