Suburbios verticales: los límites de la densidad
En un artículo publicado por The Wall Street Journal llamado For Creative Cities, the Sky Has Its Limit, (Para Ciudades Creativas, el cielo tiene su límite), su autor Richard Florida reflexiona sobre el desarrollo de los entornos urbanos y la relatividad de su éxito. Esto en el contexto de que en las últimas décadas la migración del campo a la ciudad es una clara tendencia, por lo que el diseño y la apropiación del espacio, se están volviendo tema cada día más importante.
Todo indica que para el 2050 cerca de 70% de la población mundial vivirá en ciudades. Con tantas personas, aumentar la densidad dentro de las ciudades será inevitable, con estos datos Richard Florida comenta en su artículo, que no es la densidad por si sola la que hace que una ciudad sea vibrante y próspera. Citando a Shanghai y Nueva York como ejemplos de entornos urbanos densamente poblados, Florida, explica las diferencias en su desarrollo arquitectónicos y urbanísticos y la relatividad de su prosperidad.
¿La diferencia fundamental? La prevalencia de barrios de uso mixto que llevan a la innovación de los distritos en Nueva York o Shanghai.
La densidad en las grandes ciudades ofrece el poder del hombre, la diversidad que inspira la innovación y la fuerza creativa en diferentes industrias. Pero, Florida, señala que la carrera por la densidad y la prisa por construir edificios cada vez más altos, de hecho, anula la innovación que una gran población podría producir. Ya que estos edificios gigantes, operan como verdaderos suburbios verticales. Creando mundos específicos, en donde la gente que lo habita aisla las funciones y sus usos “silenciando” la “vida en la calle”, un término usado por Jane Jacobs en “La muerte y la vida de las grandes ciudades” para describir las interacciones espontáneas que se producen a lo largo de una calle muy transitada que tiene una variedad de usos dados por muchas personas diferentes.
Florida compara Shanghai y Nueva York para demostrar porqué la innovación no necesariamente tiene sus raíces en la densidad. Shanghai está pasando por un período de auge en el que los rascacielos son cada vez más altos y dominan el entorno urbano. La torre de 632 metros de altura “Shanghai” diseñada por Gensler, por ejemplo, es una torre de uso mixto que se describe como “autónoma de la ciudad”, donde la comunidad puede tener dentro de ella, en sus espacios comunes o en los ascensores las interacciones espontáneas de la calle, lo que hace que el edificio y la gente dentro de él queden esencialmente aislados del contexto que lo rodea.
En torres como ésta las virtudes de la densidad quedan atrapadas y aisladas, porque la gente tenderá a permanecer en sus propias islas encontrando todos los servicios que necesitan dentro de la torre. Florida describe lo que ocurre en estos rascacielos como “traer un suburbios a la ciudad”, ya que la concepción común del medio ambiente suburbano es su aislamiento – en primer lugar porque separa la vida de la ciudad de la vida doméstica y luego separa las comunidades suburbanas entre sí por carreteras, haciéndolas accesibles sólo en auto. Aquí, las torres separan a la gente de la calle.
Florida, se refiere a estudios que indican que la tasa de innovación es más rápida en la ciudad de Nueva York que en Shanghai. Él lo atribuye a la naturaleza de uso mixto de muchos de los barrios de Nueva York. No todos son creativos con éxito, pero compara lo que ocurre, por ejemplo, en el denso distrito financiero de Nueva York, con el de Chelsea y el Meatpacking District.
El distrito financiero de Nueva York tiene los mismos inconvenientes que Florida describe acerca de Shanghai. “Los centros de innovación de Nueva York no son los barrios de grandes rascacielos con establecidas sedes corporativas y financieras, donde están los imperios de los medios y la gente rica…”, “…la ciudad donde está la nueva tecnología con más de 500 start-ups en auge, entre ellas Tumblr, se basa en barrios de mediana altura, de uso mixto como el Flatiron District, Midtown South, el Chelsea y TriBeCa”.
En una entrevista en NPR con Neal Conan, Florida comentó el valor de la diversidad de funciones dentro de un distrito, haciendo hincapié en la importancia de estar al nivel de la calle y su potencial.
Un ejemplo de esto es el High Line que serpentea a través de Chelsea y el Meatpacking District de Nueva York, el cual ha estimulado el crecimiento y la reurbanización de terrenos baldíos y almacenes abandonados a lo largo de su recorrido. Durante muchos años, los almacenes de Chelsea han sido un refugio para las galerías de arte emergentes y salas de exposiciones y ahora que la zona ha atraído una gran oferta cultural, la gente está más que dispuesta a tener el High Line como parte de su patio trasero, por lo que nuevos edificios residenciales están surgiendo a lo largo de los dos barrios.
Estos viejos edificios están siendo continuamente renovados para ser usados también como modernas oficinas. Muchos de ellos están abiertos sobre el nivel de la calle y tienen el potencial de ser convertidos en lugares con una amplia variedad de tiendas y usos. Lo que atrae y mantiene a las personas en esta zona es su diversidad de funciones y parece que los planificadores urbanos y arquitectos están aprendiendo de eso. Está claro que en los distritos más exitosos y en los barrios más prósperos, el equilibrio es la clave. Finalmente, Florida cita a Jane Jacobs, quien alguna vez advirtió: “La densidad puede tener un costo muy alto si llega al un punto en el que empieza a reprimir la diversidad en lugar de estimularla.”