“Tenemos una deuda histórica respecto de la calidad de la evaluación ambiental”
Por Miguel Bermeo T., Diario Financiero.
Reconoció el Director Ejecutivo del Servicio de Evaluación Ambiental, Ignacio Toro:
El director del servicio analiza las publicaciones de guías de evaluación y cómo ayudarán a analizar y agilizar los proyectos.
“Este es un proceso que se veía venir”, comenta Ignacio Toro, director del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), respecto de la llamada judicialización de los proyectos. “Se ve un aumento permanente y paulatino, primero en las cortes de apelaciones, que empiezan a acoger recursos de protección; por lo tanto, no es sólo la Corte Suprema. (…) Nosotros como servicio levantamos que esto se venía sí o sí”, añade.
Para Toro, este escenario “se produce cuando, sobre todo, las metodologías de evaluación o metodologías que se están teniendo en cuenta son de una calidad menor a la que requiere el país”. Ante esta situación y la responsabilidad que le correspondería al Servicio, señala que “tenemos una deuda histórica importante respecto de la calidad de la evaluación, a la metodología con la que se hace la evaluación. Al corazón del instrumento. En eso estamos en deuda”.
No obstante, recalca en varias oportunidades que “el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental es un orgullo para el país, referente en dos temas: transparencia y procedimientos, que son bastante eficientes, con plazos bastante ajustados. Pero en el corazón, en metodología, en medidas de mitigación, hay un desafío como país y eso es lo que estamos trabajando”, insiste el director del SEA.
Guías de evaluación
Ante esta situación, es que el Servicio está liberando ya las guías que viene trabajando para la evaluación de los distintos proyectos. Así, a mediados de año, presentó la mediación para proyectos de minería, petróleo y gas, mientras que sólo hace unos días lo hizo con las guías para proyectos de energía eólica, geotermia, biomasa y mini hidro.
Toro cuenta que, por ejemplo, desde que está en funcionamiento la guía para proyectos de minería, petróleo y gas, los beneficios han sido significativos. “En promedio, las rondas de preguntas se redujeron a menos de la mitad. Estábamos en promedios de 2,2 Adendas (consultas) y ahora en torno a una por proyecto, lo que es un beneficio importante”. Además, cuenta, “si uno ve las preguntas, las que son relevantes desde el punto de vista ambiental, que eran las mínimas, ahora aumentan al doble. Efectivamente se empiezan a notar los temas ambientales relevantes al principio y se hacen menos preguntas asociadas”.
Por ello, dice, “los sectores agradecen profundamente las guías”.
Así, el servicio sigue trabajando en la elaboración de otras guías que ayuden en el proceso de evaluación. “Otro tipo de guías que se están desarrollando tienen relación con qué criterios tener a la vista para ver si un proyecto requiere ingresar por EIA o DIA. Es decir, qué deben tener en cuenta la ciudadanía, titulares y autoridades”, lo que será fundamental principalmente para grandes proyectos. Dentro de este apartado “ya salió una de cómo evaluar si existe riesgo para la población”.
Para el director del SEA, las guías tendrán algunos efectos transversales. “Primero, que los inversionistas sabrán qué es lo que se requiere de los estudios de impacto ambiental y cómo presentarlos, de manera que los documentos que sean presentados vengan con un estándar mejor y así evitar rondas de preguntas innecesarias que duren uno o dos años”.
En segundo lugar, permitirán “orientar hacia mejores prácticas, de forma de dar credibilidad y confianza en al sistema, permitiendo que cuando se diga que no hay impacto, haya confianza pública en ello o cuando se determine que hay impacto, las metodologías para determinar ese impacto tenga consenso en el país”.