La apuesta por las centrales mini-hidro para desarrollar las ERNC en Chile
Sector ya cuenta con 1.432 MW entre unidades construidas, en operación, aprobadas y en trámite, superando a otras ERNC.
Es por lejos la energía renovable con mejores perspectivas de desarrollo en el país. Las centrales mini-hidro están generando un boom de proyectos que no se observa en las fuentes tradicionales de generación eléctrica y que ya están mirando grandes compañías, entre ellas Endesa, Colbún y AES Gener.
Dos son los factores que inciden mayormente en que esto sea así. En primer lugar, las pequeñas centrales hidroeléctricas (PCHs) tienen un elevado factor de planta, tendiendo al 100% en casos de pluviometría normal. Esto contrasta con lo que ocurre con las centrales eólicas o solares, que con un nivel de inversión similar, no llegan al 30% ó 50% en cada caso.
El segundo factor relevante es la relativa abundancia de recursos. En una misma cuenca es posible instalar una serie de centrales de este tipo, lo que permite maximizar la potencia obtenida en una cuenca con inversiones sustancialmente menores que las grandes unidades de embalse. Y sobre todo, con muchísimo menos impacto ambiental.
Así, la relevancia que hoy tienen en la matriz ya es importante. A noviembre, de acuerdo con un informe de Electroconsultores, el 18,2% de la energía generada provino de estas unidades.
A esto se suma que el sector cuenta con proyectos y centrales operativas por un total de 1.432 MW en el Sistema Interconectado Central, de las cuales 782,6 MW se encuentran en operación o construcción.
No obstante, de todas formas existe oposición a estas fuentes de energía, aunque no tiene tanto que ver con un impacto ambiental real.
“Las PCH enfrentan un escenario favorable respecto de otras fuentes de energía, ya que los impactos son muy localizados y bajos. Sin embargo, existen ejemplos de oposición que no pasan por un impacto ambiental real, sino más con la filosofía de no en mi jardín”, explica Jorge Abdala, gerente de desarrollo mini-hidro en Norconsult Andina.
No obstante, también existe oposición a las líneas de transmisión. “La mayor oposición viene por el lado de las líneas de transmisión, vitales para todo proyecto hidroeléctrico y no solo para las PCH, dado que el recurso hídrico casi siempre está alejado de los grandes centros de consumo”, agrega Abdala.
En el sector entienden que esta energía genera mucha menor oposición que las centrales tradicionales, que también se acercan a un factor de planta elevado, y siguen siendo consideradas energías limpias, lo que allana su camino al desarrollo.
En una presentación, el presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Centrales Hidroeléctricas (Apemec), Pedro Matthei, señaló que el sector requiere de una normativa ajustada que facilite su desarrollo particular, es decir, por fuera de la ley de fomento a las ERNC vigente y su reforma que se tramita en el Congreso.
Un punto relevante en este sentido es, por ejemplo, el límite de potencia, establecido en 20 MW para que estas centrales sean acreditadas como ERNC (40 MW para acreditar sólo el 50% de la energía), lo que no permite aprovechar el total potencial de las cuencas en algunos casos.
LA OPCIÓN
No obstante, se prevé un futuro alentador para las PCH. “Una oferta energética sustentable debe considerar una matriz variada. En ese sentido, las PCH no forman la solución única, pero sí son parte fundamental de ésta. Para mantener un sistema que no falle, habrá que encontrar la mejor combinación entre energías limpias, de bajo costo y seguras en su suministro. La solución también radica en contar con un sistema de transmisión robusto”, agrega Abdala.