Porqué el Metro se niega a salvar el San Remo
En julio de 2011 se anunció la construcción de la línea 3 del Metro de Santiago que unirá Huechuraba y La Reina en 2018 a través de un trazado de 22 kilómetros con 18 estaciones. Su puesta en marcha sumará tres comunas a la red de Metro y aproximadamente 660 mil potenciales usuarios disminuirán sus tiempos de viajes.
Si bien esta noticia fue bien recibida entre los ciudadanos por los beneficios que tendrá en sus desplazamientos, calidad de vida y en el sistema de transportes capitalino, su trazado coincide con propiedades que tendrían que ser expropiadas por el Ministerio de Obras Públicas para que Metro inicie la construcción de los túneles de la línea 3 durante el primer trimestre de este año.
Una de ellas corresponde al San Remo, clásico restaurant santiaguino que es reconocido por algunos como el mejor lugar de la ciudad para comer arrollados, además de milanesas y papas fritas. Ubicado hace 37 años en Avda. Matta con Cuevas, en la comuna de Santiago, se ha convertido en un referente de la comida típica chilena, ya que desde 1890 sus instalaciones se han destinado a la cocina criolla a través del Bar la Blanca y la carnicería La Vaca Gorda.
Cuando a fines de noviembre se dio a conocer que el restaurant debía cerrar sus puertas el 31 de diciembre pasado para que Metro construya en el mismo lugar un pique para un ducto de ventilación, las reacciones por parte de sus dueños, Raúl Serra y Osvaldo Siré, expertos culinarios, clientes habituales y vecinos no se dejaron esperar.
Por esto y para canalizar este malestar, el chef Patricio Cáceres, dueño del restaurant Motemei, creó en Twitter el hashtag #elSanRemoNOsetoca, con el que busca expresar su rechazo al pique de ventilación y evitar la expropiación del restaurant. Fiel cliente del San Remo hace más de quince años, lo define como “cien años de historia, es tradición republicana, 37 años de preparación de los baluartes de la cocina chilena, es historia con fuerza viva, es respeto mutuo, es un lugar que nos reúne en torno a la buena mesa; siendo el encuentro transversal de identidad multicultural lo que nos demuestra que se puede crecer sustentablemente y convivir con lo que orgullosamente somos junto al paso de generación tras generación”.
Consultado por Plataforma Urbana sobre el origen de este hashtag, Patricio dijo que “había que parar la destrucción del patrimonio material e inmaterial y dejar un precedente, porque hasta cuándo nos hacen creer que en el nombre del desarrollo está todo permitido, hasta cuándo nos privan de mantener una vida de barrio”. Con esta idea base y a través de las redes sociales, la campaña ha recibido apoyo de personajes públicos y anónimos, quienes no quieren que este lugar se pierda, pero que tampoco se deje de construir el mencionado pique, sino que esperan que se realice en otro punto del barrio Matta – Franklin.
En este sentido, los vecinos del Comité Matta Sur, encabezados por su presidente Vladimir Huichacura, enviaron una propuesta a Metro para que el pique se realice en el sector de las calles Lira y Sierra Bella, donde actualmente existen cinco bencineras y se ubicaría a aproximadamente 150 metros del San Remo. Hace algunas semanas la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, respaldó la postura de los vecinos del barrio Franklin – Matta en una reunión con el presidente de Metro, Fernando Cañas, quien expresó que es “imposible” cambiar la ubicación de la excavación.
Para conocer las razones tras esta declaración, nos comunicamos con Metro, desde donde dicen que el pique “permitirá la excavación y construcción de un importante tramo de túnel y, en definitiva, la materialización de una vía de evacuación en caso de emergencia y que además servirá como ducto de ventilación”. En cuanto a la “imposibilidad” de cambio de ubicación, expresaron que luego de evaluar tres elementos – como calidad del suelo, distancia media entre dos vías de escape consecutivas (fijada en 700 metros) y eficiencia del sistema de ventilación – todas apuntan a que el sector de Avda. Matta, entre las calles Cuevas y Rogelio Ugarte, cumple con “todos los requisitos técnicos y altos estándares de seguridad del tren subterráneo”.
En este mismo sentido, desde la empresa de transportes explicaron que se estudiaron dos opciones más, como la vereda norte y el bandejón central de Avda. Matta. Sin embargo, ambas fueron descartadas “por su alto impacto, puesto que en el primer caso, el trazado está cargado hacia el sur por razones de diseño; y, en el segundo, porque implica ocupar cuatro pistas de Av. Matta por cinco años”.
Teniendo esto en cuenta, el chef Patricio Cáceres dice que podrían cambiar la ubicación del pique porque “es económicamente más rentable hacer las modificaciones ahora, ya que después les saldrá política y socialmente más caro”. En este sentido, Metro dijo que modificar el trayecto significaría un retraso de seis meses de la nueva línea 3 y un aumento de US$7 millones en el costo del proyecto, que hasta ahora contempla un inversión inicial de US$1.722 millones.
La polémica ha llegado hasta las cartas al director donde diferentes personas han dado su opinión, entre ellos se encuentra el Ingeniero en Transportes, Carlos Melo, quien expresó en una carta publicada en el diario El Mercurio que el cambio del pique “conllevaría problemas del siguiente tipo: rediseño de proyectos de ingeniería en el pique, relicitación de contratos, extensión de plazos, etcétera”.
Por otro lado, Óscar Acuña, el decano de la Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural de la Universidad Internacional SEK, expresó en el mismo diario que “nos dicen que esta “fuente de soda” no es monumento, y tienen razón. No todo el patrimonio tiene protección oficial, pero no por eso hay que dejarlo ir”.
En declaraciones de Rodrigo Villegas, abogado que representa a los socios del San Remo, “la defensa del San Remo es la defensa y protección de una cultura que está en extinción”.
Por ahora el San Remo sigue funcionando y según Vladimir, representante de los vecinos del sector Matta Sur, “sólo pararán el día en que Metro llegue con las excavadoras”. Para evitar que esto ocurra, se han reunido con Cañas y Tohá para avanzar en las conversaciones y así evitar la expropiación y demolición del restorán.
Desde que se anunciaron las obras proyectadas en el actual restaurant, quienes son parte de su defensa se han encargado de que el San Remo esté presente en los medios de comunicación, desde una perspectiva patrimonial marcada por un carácter identitario. En este sentido, el debate se ha abierto a temas como, por ejemplo, si algo es patrimonio hasta que un grupo lo reconoce como tal o hasta que es catalogado así por los organismos estatales correspondientes.
Sin embargo, como el San Remo pone de manifiesto un patrimonio intangible, cabe preguntarse ¿qué tipo de patrimonio es intocable para el desarrollo de nuestras ciudades? ¿cómo éstas pueden progresar sin alterar lo que es tan preciado para sus propios ciudadanos?