15 toneladas de basura se retiran de la Quinta Normal
Por Pamela Gutiérrez, El Mercurio.
Persisten malos hábitos de visitantes, a casi un año de remodelación:
Es el saldo de cada fin de semana, en los que el parque recibe un promedio de 27 mil personas.
“Sentimos impotencia y sentimos que el trabajo no sirve de nada, porque todos los días estamos limpiando. La gente debería ser más ordenada”, dice Francisco Sepúlveda, conductor del tractor encargado de sacar las 15 toneladas de basura que dejan los visitantes del Parque Quinta Normal, a casi un año de su remodelación.
El lunes es el día de mantención del parque, en que 65 trabajadores tienen que retirar los desperdicios dispersos en 37 hectáreas. Hay restos de comida, pañales, bolsas, envoltorios, botellas y latas en los prados.
“La gente no busca dónde están los basureros, llega y bota no más”, dice Cristián Bernal, inspector técnico de servicios de la Municipalidad de Santiago.
La laguna, donde sólo se puede andar en bote y está enrejada, es utilizada como piscina pese a que está prohibido. Pero si los guardias u otros trabajadores conminan a los visitantes a salir del agua, son agredidos: “Ellos se enojan e insultan a los encargados. Hace un mes y medio, una trabajadora les dijo a unos cinco jóvenes que salieran de la laguna, pero le fueron a pegar. Tuvimos que llamar a los guardias y, más encima, también atacaron la caseta”, relata Francisco Sepúlveda.
El parque cuenta con baños que cobran $300. Sin embargo, los trabajadores constatan a diario, especialmente los fines de semana, que muchos utilizan los antiguos baños, que están clausurados o se van al sector de Matucana interior, aprovechando las plantas de gran tamaño (acanthos).
Además, se ha detectado que algunos inescrupulosos cortan las flores e incluso las amarran en ramos para venderlas. Los trabajadores también cuentan que los visitantes, al traer comida caliente, queman el pasto.
Los rayados son otro problema. La supervisora de áreas verdes, Evelyn Hermosilla, cuenta que todos los lunes se gastan $30 mil sólo en desmanchador para eliminar los rayados de los escaños. Asimismo, generalmente hay que pintar el muro perimetral.
En el parque se observan perros vagos y se calcula que son más de 20. Estos animales han sido abandonados por los mismos visitantes y allí se quedan, porque el público los alimenta o comen de los desperdicios.
Frente a este mal comportamiento de los visitantes, la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, aseveró que “el parque Quinta Normal es parte importante del patrimonio de Santiago y, por lo mismo, queremos que todos los vecinos lo sientan como un espacio propio y nos ayuden a cuidarlo”.