Revelan que el 53% de los habitantes de Santiago está de paso por la comuna
Por Diego Villegas C., La Tercera.
Estudio no indica que el centro se esté despoblando, sino que se le mira como la mejor opción para comprar la primera vivienda.
Entre los años 2002 y 2012, más de 93.000 habitantes llegaron a un área de 22 kilómetros cuadrados del centro de Santiago, al sector enmarcado por Vicuña Mackenna, Matucana/Exposición, Balmaceda y Franklin. Se trataba de jóvenes profesionales, solteros y separados, que ocuparon los más de 550 proyectos inmobiliarios instalados en la zona.
En 2008, la profesora de Geografía de la U. de Chile y doctora en Arquitectura y Urbanismo, Yasna Contreras, intuía que dentro del perímetro señalado -al contrario de lo que pensaban algunos urbanistas- se estaba repoblando. Sabía que ahí debían haber distintos perfiles de habitantes, por lo que el mismo año se abocó a identificarlos y cuantificarlos. Pese a que los resultados serán dados a conocer en abril en su libro Cambios socioespaciales en el centro de Santiago: De los gentries a los precarios urbanos, La Tercera tuvo acceso a información preliminar.
“A mí me parecía que la ciudad estaba creciendo hacia adentro; que al centro estaban llegando desde jóvenes que venían del barrio alto hasta gente de zonas periféricas”, señala Contreras.
La experta tomó como áreas de estudio los barrios Bellas Artes, Lastarria, Brasil, Yungay, Centro Histórico y Santa Isabel (zonas de Lira y Parque Almagro) y en éstas descubrió a cuatro grupos de moradores: los gentries, los “transitorios con sueños de permanencia” o “aves de paso”, los “decadentes urbanos” y los “precarios urbanos”.
El espejo de la ciudad
Yasna Contreras decidió estudiar el centro de la capital, porque tal como señala “este es el espejo de Santiago”. Para ella, la comuna que entre 2002 y 2012 creció en un 43,8%, concentra todos los perfiles de habitantes de la ciudad.
Luego de contabilizar a su universo de estudio, descubrió al grupo que constituía la mayoría. Se trata de las “aves de paso”, es decir los “hijos” del plan de subsidios de repoblamiento de Santiago y que representan el 53% del total de habitantes del perímetro estudiado. “Son los primeros universitarios en sus familias, provenientes de Puente Alto, La Florida, Maipú o Quilicura. Ellos valoran el tiempo y por eso, buscan reducir los traslados viviendo en el centro. Es la razón por la que invierten ahí. Algunos lo toman como un lugar de corta permanencia hasta que tienen la oportunidad de mudarse a espacios más amplios”, detalla Contreras. “Es un grupo que compra su residencia con ahorros previos, los que son acumulados viviendo en la casa de sus padres, o que pide créditos hipotecarios”, añade.
En segundo lugar están los “precarios urbanos”, es decir, los inmigrantes que viven en lugares abandonados” por el Estado, como el eje Eyzaguirre (Av. Matta hacia el sur) y la Av. 10 de Julio. Estos conforman un 25% de los investigados y se trata de trabajadores no calificados que arriendan piezas en grupos de 10 personas y viven en el hacinamiento.
Según indica el estudio, será el perfil de residentes más dominante en el futuro. “Principalmente, porque en el centro tienen acceso a una vivienda informal, mejor localizada y más económica respecto de las ubicadas en la periferia”, explica Contreras.
Menores pero presentes
En el tercer grupo, con un 14% del total, se encuentra los “gentries” los amantes del patrimonio histórico de la ciudad. Se distribuyen en los barrios de Bellas Artes, Lastarria, el Centro Histórico, Yungay y los alrededores de la Plaza Brasil.
Entre sus filas la experta encontró a doctores, abogados, pintores, diseñadores y arquitectos. “Un 44% de los encuestados, provenían de La Reina, Las Condes, Ñuñoa, Providencia y Vitacura”, dice Contreras. “Estos no aspiran a abandonar el barrio, más bien, algunos se vinculan o comprometen con la lucha por la permanencia residencial. La vivienda es una parte de su vida colectiva que perpetúan hasta la calle y la plaza”, agrega la geógrafa.
En último lugar y con 8% de representatividad están los denominados “decadentes urbanos”, que corresponde a los moradores de clase media profesional o técnica que, por las vueltas de la vida (negocio mal concretado, la pérdida del trabajo o una ruptura matrimonial) vieron decaer su situación económica.
“Estas personas tienen el espíritu de un gentrie, porque se fijan en los mismos barrios, pero al contrario de estos ocupan departamentos nuevos y más económicos”, aclara Contreras.