Gobierno presenta estudio para nuevo aeropuerto de Santiago: inversión sería de US$723 mills.
El MOP estima que el llamado a licitación para las nuevas obras se realizaría el segundo semestre de este año, para iniciar la ampliación del aeropuerto durante el mismo periodo pero de 2015. La idea es tener listas las obras en 2019 y 2020.
Poco antes de las 20:00 horas de ayer, el gobierno presentó una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para el nuevo edificio del terminal de pasajeros, ampliación y mejoramiento del aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago. Todo en medio del colapso de la principal puerta de entrada por aire del país.
Las estimaciones iniciales de la megaobra hablaban de una inversión en torno a los US$500 millones. Pero en la presentación entregada ayer por el Ministerio de Obras Públicas al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, la inversión supera los US$723 millones.
La idea es multiplicar por cuatro la capacidad actu-al del recinto con el fin de atender hasta 51,1 millones de pasajeros al año (de aquí al 2045).
¿Y sobre los plazos? Nada claro. La secretaría de Estado precisa que la publicación y el registro de precalificación sería en diciembre de 2012, cosa que ya no se hizo, razón por la cual las fechas posteriores serían tentativas.
De hecho, el MOP estima en el DIA que el llamado a licitación se realizaría el segundo semestre de este año, para iniciar las obras en el segundo semestre de 2015 y tenerlas listas entre el año 2019 y 2020.
El aeropuerto de Santiago ha sufrido varios colapsos en los últimos días, debido al mayor número de usuarios para el cual fue proyectado. De hecho, en 2012 cerró con 12 millones de pasajeros, frente a los nueve que era su capacidad máxima.
“Las actividades del proyecto consisten en una remodelación y construcción de nuevas áreas que permitan absorber el crecimiento del transporte aéreo internacional y nacional que se proyecta para los años siguientes, lo cual considera licitar a través del Sistema de Concesión de Obra Pública, la construcción y operación de la ampliación del aeropuerto incorporando un nuevo terminal internacional de embarque y desembarque de pasajeros, la continuidad de la losa, la instalación de los espigones, la pista de taxeo que conectara con el umbral de la pista y especialmente preparar las pistas para las nuevas versiones de aeronaves de gran capacidad como el caso de los Boeing 747 E y el Airbus A-380”, se detalla en la declaración del MOP.
Se precisa que el proyecto de ampliación y mejoramiento se realizará dentro del terreno actual del aeropuerto. Además, la construcción de las nuevas instalaciones serán graduales de tal manera de no interferir las operaciones. “La realización de las futuras obras del proyecto presenta una inigualable ventaja consistente en que existe, en el Aeropuerto AMB, un amplio espacio no desarrollado disponible para construcción gradual de las nuevas instalaciones”, afirma el MOP.
Precisa que, una vez adjudicada la concesión, existirá un plazo de 8 meses para desarrollar la ingeniería definitiva del proyecto. A partir de ese hito, se da inicio a la construcción de las obras, las que tendrán una duración estimada de 52 meses.
MÁS ATRASOS
En 1998 el gobierno de la época concesionó el recinto hasta el año 2013. Se estimó que éste alcanzaría un flujo de 9 millones de pasajeros anuales. Pero las proyecciones no fueron buenas. La situación exigió una solución parche. Así el año pasado el MOP acordó con el grupo SCL -ligado a la familia Urenda y actuales concesionarios del terminal-, una extensión de su contrato por dos años, tomando en cuenta que debería soportar un flujo por sobre 15 millones de pasajeros en el corto plazo. A cambio, la empresa invertirá US$60 millones en obras de mitigación que permitan al recinto resistir hasta 2015.
Las obras de transición incluyen puntos de control de Adunas, aumentos del chequeo de equipaje, control migratorio y mejoras en las pistas, entre otros.