Dieciséis playas del país cuentan con acceso para discapacitados
Las playas habilitadas se distribuyen en 13 puntos costeros y tres bordes de lagos. Balnearios certificados por el Ministerio de Desarrollo Social cuentan con accesos, baños y estacionamientos preferenciales.
Por Ximena Bertin, La Tercera
Desde esta temporada, Frutillar cuenta con una infraestructura que facilita el acceso para personas con discapacidad. Este caso (donde se dispusieron 11 estacionamientos especiales, además de rampas y señaléticas) se suma a los de otros 15 balnearios del país, distribuidos en ocho regiones, que han invertido para que todos puedan disfrutar de sus atractivos.
“Tener más lugares accesibles y al alcance de todas las personas, es un desafío país. Hay 13 playas y tres lagos a lo largo de Chile que se encuentran acondicionados para recibir a quienes presentan alguna discapacidad, y que muchas veces no van a la playa por no tener un lugar accesible para ellos”, sostuvo ayer el ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín.
De acuerdo con los estándares del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis), habilitar un balneario para personas con capacidades diferentes requiere de una inversión aproximada de $ 50 millones. Esto incluye la implementación de pasarelas de superficie planas (de madera enrollable u hormigón prefabricado), además de baños especiales y servicios asociados, como sillas anfibias (que pueden ser introducidas al agua y maniobradas por un tercero). También deben contar con bastones canadienses, que se utilizan como apoyo para ingresar al agua.
Las playas accesibles para discapacitados deben contar, además, con un ruta pavimentada que conecte la playa con las paradas de buses, zonas de estacionamiento y costanera. También deben poseer estacionamientos especiales (de 3,6 metros por 2,5 metros) correctamente señalizados.
La directora del Senadis, María Ximena Rivas, dijo ayer que, además de entregar asesoría técnica a los municipios, se está gestionando que las concesiones de playas incluyan como requisito la accesibilidad.
Orlando Leyton es usuario de estas playas en Antofagasta. Además, es fundador de la asociación de padres y amigos de discapacitados físicos de su ciudad. Afirma que “antes mis familiares y amigos me tenían que llevar por la arena hasta el mar y costaba mucho, porque la silla se quedaba pegada. Ahora, a través de las sillas anfibias, me podré meter al agua y bañar como todo el mundo”.
Las otras regiones donde se encuentran los balnearios adaptados a estas necesidades son en la III, IV, V, VIII, IX y XV.