Gobierno de Merkel propuso congelar las tarifas eléctricas para los hogares durante dos años
La propuesta consiste en reducir los subsidios públicos a las energías renovables y elevar la contribución a la generación tradicional ahorrando 1.800 millones de euros.
El Gobierno alemán propuso hoy reducir las ayudas públicas a las energías renovables y elevar la contribución de la industria en electricidad para congelar el precio de la energía en los hogares durante dos años.
La propuesta, alcanzada de madrugada por los ministros de Economía y Medio Ambiente, se lanza antes de un encuentro entre representantes del estado federal y los “Länder” para atajar el repunte del precio de la electricidad, consecuencia del “apagón” nuclear alemán.
El paquete de medidas común, que supondría un ahorro de 1.860 millones de euros, pretende mantener congelado el precio de la energía durante este ejercicio y el que viene para el consumidor final, y limitar las ulteriores subidas a un 2,5% anual.
El ministro de Economía, Philipp Rösler, calificó hoy su propuesta de “un muy buen modelo” en una entrevista en el canal público de televisión ARD, y confió en poder alcanzar “una buena solución” con los representantes de los 16 estados federados.
Para alcanzar este objetivo el Ejecutivo de centro-derecha alemán aboga por recortar las distintas ayudas a la energía eólica y solar (instalación y compra de electricidad por encima del precio de mercado), así como a la producción eléctrica por biomasa, según desglosó la edición online de la revista “Der Spiegel”.
Además, recalca la necesidad de que la industria que precisa de gran cantidad de energía asuma parte de las subidas, aunque sin especificar cómo y cuánto, y obliga a los grandes parques energéticos a comercializar directamente su producción eléctrica, frente al precio fijo de compra anterior.
La propuesta de los ministros de Medio Ambiente, el cristianodemócrata Peter Altmaier, y Economía, el liberal Philipp Rösler, llega después de que ambos políticos de la coalición de gobierno chocasen durante semanas por sus distintos puntos de vista con respecto a esta cuestión.
El apoyo de los “Länder” es imprescindible para que estas medidas salgan adelante, porque la propuesta gubernamental debe pasar por el Bundesrat, la cámara regional alemana, que está dominada por los opositores socialdemócratas y verdes.
Estos últimos ya se han mostrado escépticos ante el plan del Ejecutivo para atajar el repunte de los precios de la electricidad, derivada del cambio energético impulsado por la canciller Angela Merkel a raíz de la catástrofe nuclear de Fukushima en 2011.
Esta estrategia energética apuesta por el cierre de todas las plantas atómicas de Alemania para 2022 y el despegue de las energías renovables, encabezadas por la eólica y la solar.