Repararán Escuela de Ballet de Santiago por primera vez en 50 años
Se trata de las salas de ensayo creadas en 1960 por el Teatro Municipal y donde se prepara a alumnos entre 6 y 18 años.
Por Diego Villegas, La Tercera
Tres años lleva la Escuela de Ballet del Teatro Municipal ensayando fuera de sus salones tradicionales, ubicados en el segundo piso del edificio de Moneda con Tenderini. Luego del terremoto de 2010, los muros de los dos salones donde aprenden a bailar los niños entre 6 y 18 años sufrieron graves daños y el piso de raulí quedó desnivelado.
Es por eso que en marzo de ese año debieron trasladarse a una bodega de Recoleta, que les ofrecía espacio para 200 personas. En 2012, a la escuela dirigida por Patricio Gutiérrez le llegó una oferta mejor: ocupar un par de salones del Centro Cultural Gabriela Mistral.
Sin embargo, desde que el Teatro Municipal recibió el financiamiento de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) por $ 1.000 millones para reparar la escuela, el GAM cobijará a los alumnos hasta fines de este año.
“Este edificio lleva muchos años operando y su actividad ha ido creciendo año tras año. Por su antigüedad, la respuesta arquitectónica fue superada y quedó ineficiente. Por eso, recuperar los espacios era una asignatura pendiente”, afirma el arquitecto a cargo de la recuperación de los salones, Alfio Sambataro.
Los arreglos -que comenzaron hace una semana- se centrarán en la estructura, pero también en las instalaciones secundarias: se incorporará aire acondicionado y se recuperarán las lámparas originales. Fuera de eso, se restaurará la fachada, que quedó trizada después del 27 F.
Carlos Cuadra, el ingeniero de la empresa que realizará los trabajo, Invasco, entrega más detalles de las obras: “Es necesario hacer un montón de trabajos específicos -de artesano- en las barandas y cornisas, que tienen una fabricación única”.
No sólo fueron las salas de danza las afectadas por el terremoto, sino que además otras cuatro dependencias ubicadas al interior de este edificio neoclásico: el archivo de partituras, el lugar donde se reúnen los amigos del Teatro Municipal, la dirección del Coro Profesional y la agrupación Crecer Cantando. Estos fueron trasladados en 2010 -y en forma provisoria- a unas oficinas en calle Tenderini.
“Ninguno de estos recintos quedará en el mismo lugar que antes. Se reubicarán las salas de ensayo y las otras dependencias para mejorar el funcionamiento del edificio”, cuenta el arquitecto.
Parte del patrimonio
El inmueble que alberga a la Escuela de Ballet de Santiago y que está detrás del Teatro Municipal, data de fines del siglo XIX. Antes de cobijar a los pequeños que se preparaban para ser bailarines profesionales, acogió a la Sofofa y a la Sociedad Nacional de Minería. Sólo en 1960, la yugoslava Irena Milovan, quien había sido primera bailarina del Ballet de Arte Moderno en Santiago, fundó la escuela. Fue la primera iniciativa para dotar al Teatro Municipal de un cuerpo estable de ballet clásico.
En 1962 se pudo ver los frutos. Ese año, miembros de la escuela debutaron con Coppelia. Más tarde, en 1966, Milovan dejó la dirección y la sucedieron importantes personajes de la danza, como Charles Dickson. También una periodista, Yolanda Montecinos, quien estuvo a la cabeza del lugar entre 1970-1980.
Esta es la primera vez en 50 años que el inmueble se somete a una refacción de esta envergadura, la que durará siete meses. “Es un proyecto significativo, porque permitirá que la institución vuelva a funcionar en su lugar tradicional para educar a los futuros bailarines -y músicos del coro- que forman parte del teatro y que son reconocidos internacionalmente”, dice el subsecretario Miguel Flores.