Expropiaciones del Metro causan incertidumbre entre arrendatarios

Comerciantes temen seguir el futuro del tradicional restaurante céntrico San Remo. Reclaman “poca claridad” del proceso y planean exigir compensaciones a la empresa.

Por Valentina Pozo, El Mercurio

Siete de la tarde y el caluroso segundo piso del Roca’s Schop -un local ubicado en Ñuñoa- cede el terreno que ocupan sus parroquianos para beber cerveza a una veintena de comerciantes y vecinos preocupados por las expropiaciones que hará Metro en el sector. Esto para construir una de las 28 nuevas estaciones que tendrán sus líneas 3 y 6.

Esta reunión entre la empresa y la comunidad se explica porque ahí, en la esquina suroriente de la intersección entre Irarrázaval y José Pedro Alessandri, se construirá la estación Chile-España de la Línea 3. Por ello, se expropiará un terreno que hoy es ocupado por estacionamientos y tres locales comerciales, entre ellos, el Roca’s Schop. Su destino será el mismo del tradicional restaurante céntrico San Remo: el cierre.

Para el administrador del recinto, Eduardo Frost, quien hace 19 años arrienda el inmueble, una de las situaciones más preocupantes es justamente la que viven ellos, los arrendatarios. “Si fuéramos dueños, recibiríamos alguna indemnización, pero ahora no ganamos nada”, afirma.

Asegura que la expropiación no solo lo perjudica, sino que le genera una gran incertidumbre laboral, ya que cuenta con una patente de alcoholes que la Municipalidad de Ñuñoa ofreció mantener solo si encuentran un local en el mismo sector.

Lo planteado por Frost no es algo aislado, sino una preocupación y una queja que se replica a lo largo de la Línea 3, inquietando a locatarios de futuras estaciones como Ñuñoa, Matta, Hospitales y Cardenal Caro. Claman por mayor información y compensaciones económicas.

Molestia

Los lienzos que penden de algunos locales de la esquina nororiente del cruce entre Matta y Santa Rosa dan cuenta de la incertidumbre y molestia de los arrendatarios. Si bien aseguran haber sido notificados por la compañía -ya sea directamente o a través de los dueños de sus locales- reclaman “falta de empatía” ante su situación.

Por esto, Bernardita González, administradora de Librería Bazar -donde se hará la estación Matta-, afirma se está organizando con otros 10 arrendatarios del sector para que “Metro nos indemnice, ya que pese a que llevamos entre 15 y 20 años aquí, ellos trataron sólo con los dueños”.

Ante esto, el gerente comercial y de asuntos corporativos de Metro, Álvaro Caballero, manifiesta que de las casi 300 expropiaciones que se han hecho “sólo en un 2% se ha debido recurrir al retiro sin acuerdo de los dueños”. Agregó que, si bien la empresa “está obligada a informar directamente a los dueños y no a los arrendatarios, de todos modos entra en contacto con ellos”.

En el caso de los carritos de la esquina suroriente del cruce de Independencia con Profesor Zañartu -donde estará la estación Hospitales-, la situación es más confusa aún. La entrada al metro estará en terrenos de la U. de Chile y los comerciantes no saben qué pasará con ellos durante las obras.

“Hay mucha incertidumbre, pues se han caducado patentes y el alcalde habla de reubicarnos por esto, pero sin decir dónde”, explica Ana Ramírez, quien vende ropa en el lugar hace 10 años.

Un poco más al norte, en lo que serán los terrenos de la estación Cardenal Caro, está la ferretería Gala, que José Sáez arrienda hace 16 años y que dejará sin una compensación por no ser el dueño.

“Me demoré casi siete años en hacer clientela, otros cuatro en que empezara a dar frutos y con esto pierdo todo lo invertido”, cuenta. Dice no saber cuándo deberá bajar la cortina.

De todos modos, debiera ser pronto. Álvaro Caballero explica que “se prevé que, entre marzo y abril de este año, se termine el grueso del proceso expropiatorio, lo que representa poco más del 90% del total”.