Toronto: nueve pasos para disminuir de manera efectiva las emisiones de CO2
Toronto ya ha comenzado a esbozar políticas que podrían reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en las próximas décadas. Las autoridades de la ciudad han propuesto: hacer más “verde” la red eléctrica, prohibir las ampolletas de luz incandescente, promover la construcción de techos verdes en edificios comerciales, y la aplicación de normas más estrictas de eficiencia energética para la construcción. En cuanto a transporte, la ciudad quiere ampliar la red de ciclovías y la infraestructura de calles y autopistas, todo mientras se anticipa que los vehículos eléctricos se volverán más comunes.
Se trata de un conjunto bastante estándar de ideas, y de acuerdo a algunos científicos canadienses, estas medidas conseguirán que la ciudad recorra parte del camino hacia el tipo de cambios necesarios para lograr reducir, en los próximos 20 años, las emisiones de efecto invernadero en un 30 por ciento per cápita en esa ciudad (en relación a una línea base del 2004).
Pero para alterar realmente las perspectivas futuras del cambio climático, mucho más tendrá que pasar en Toronto, y también en todas las demás ciudades. Un grupo de investigadores que publicaron en la Revista Canadiense “Journal of Civil Engineering” utilizaron a Toronto como un caso de estudio para modelar un marco de medidas que podría ser realmente significativas al aplicarse en la ciudad.
Si Toronto quiere reducir las emisiones en un porcentaje significativo para el 2031 (teniendo en cuenta el crecimiento demográfico esperado), todas las siguientes acciones (u otras que tengan un impacto similar) podrían ser necesarias:
1. Sustitución de todas las ampolletas con LEDs, y todos los electrodomésticos por otros de ENERGY STAR.
2. Reacondicionamiento de todos los edificios construidos antes de 2012 para un ahorro energético medio del 30 por ciento.
3. La construcción de todos los edificios futuro a mayores estándares de eficiencia energética.
4. Implementación de energía solar para calentar agua y fuente de bombas de calor geotérmicas en todas las viviendas de baja altura construidas antes de 2012.
5. Implementación de un sistema de almacenamiento de energía, en la mitad de los edificios de departamentos.
6. Equipar el 25 por ciento de los edificios comerciales con una cobertura de techo verde.
7. Expansión de la infraestructura para bicicletas.
8. Completar un cambio total para vehículos eléctricos.
9. La implementación de tarifas viales e impuestos en algunas calles y autopistas, para desalentar el uso del automóvil.
La magnitud de todos estos cambios podría ser significativa (y estos son sólo algunos de ellos, porque sin duda pueden evolucionar con el tiempo). Sin embargo, los investigadores escriben:
“Si los municipios canadienses persiguieron agresivamente una amplia gama de estrategias, sujetas a sus propias condiciones, entonces es técnicamente factible para muchos a acercarse a la neutralidad de carbono”.
Lo mismo podría ocurrir con muchas otras ciudades del mundo.