Los smartphones se apoderan de los tours por Santiago
La tendencia nació en Buenos Aires y llegó en diciembre a la capital. Sólo se necesita un celular para fotografiar barrios tradicionales.
Por Carolina Cristi, La Tercera
El punto de reunión: Casa Lastarria. Todos los martes y sábados se congrega ahí un grupo de 25 personas, con el objeto de explorar Santiago y capturarlo a través del lente de un iPhone o un celular con Android. La actividad cambia según el día, pero tienen en común que el recorrido es con teléfono en mano.
No son sólo turistas los invitados, sino también santiaguinos, extranjeros residentes y compatriotas de paso por la capital.
Detrás de la iniciativa está la empresa Foto Ruta (foto-ruta.com), que partió en Buenos Aires. Ahí, la inglesa Becky Hayes y la canadiense Jocelyn Mandryk -publicista y fotógrafa, respectivamente- partieron en 2011 con estos tours urbanos. “Era una manera divertida y más sociable de ver la ciudad”, dice una de las directoras.
Acá en Chile, fue la fotógrafa inglesa que lleva un año en Chile, Cat Allen, la que descubrió el sitio web. Entonces les propuso replicar la actividad en Santiago. Y así lo hicieron en diciembre pasado. Desde entonces no han parado de hacer recorridos, los que se prolongarán durante todo el año.
Acá se ofrecen dos rutas. La de los martes, la iPhonography, parte a las 2 de la tarde y se concentra en barrios Italia ($ 30.000). En ésta no sólo se invita a hacer el tour, sino que a utilizar nuevas aplicaciones para que una foto amateur se transforme en una “pro”.
La de los sábados, la Weekly ($ 16.000), se realiza en un formato diferente: parte con un taller de fotografía y luego continúa con la “búsqueda del tesoro” por Bellavista, Lastarria o Yungay. “A los participantes se les entrega un listado con pistas de los conceptos que tienen que trabajar en cada parada del barrio”, explica Allen.
Rodrigo Au prefirió Weekly. Este ingeniero que vive en Providencia dice que ha ido a muchos restaurantes de Bellavista, pero que nunca se dio el tiempo de hacer algo diferente en ese sector. “Esto me permitió ver el barrio con más humor, más repensado. Además, lo entretenido es que se va en grupo, uno bien cosmopolita”, asegura.
En ambos casos, los recorridos comienzan con una charla y culminan en el mismo punto de encuentro, con un café o una copa de vino mientras se muestran el resultado final.
Los recorridos duran, en promedio, cuatro ho- ras, y funcionan con pre- inscripciones. En todos es posible usar cámaras convencionales .