Deshielos que usan hidroeléctricas están entre los más bajos de la historia
Por Constanza Pérez-Cueto V. La Tercera
Según un informe del Cdec-SIC, los afluentes presentan condiciones de un año seco. Las nuevas centrales a carbón están mitigando la presión que hay sobre los costos de energía.
“El efecto conjunto de las precipitaciones líquidas y sólidas en la zona de interés, muestra caudales en la época de deshielo compatibles con un año de características secas”. Esa es la conclusión que arrojó el último pronóstico de deshielo del Cdec-SIC -entidad que coordina la operación del sector-, para las principales cuencas que abastecen a las principales centrales hidroeléctricas.
Según expertos, la temporada de deshielos, que va entre octubre y marzo, presenta niveles que están entre los más bajos de la historia. Agregan que la menor disponibilidad de agua ejercerán en el corto plazo una presión al alza sobre los costos marginales del sistema, que son los que tienden a pagar las grandes compañías, como las mineras.
Sin embargo, a diferencia de los últimos años, que también fueron secos, la situación no es tan grave, producto de la entrada en operación de las centrales a carbón Bocamina II (Endesa) y Santa María (Colbún), a fines del año pasado.
Además, en este mes la central Campiche (AES Gener) iniciará su operación. Ante la falta de agua estas unidades aportan generación eléctrica a más bajo costo respecto de las unidades de respaldo a diésel que operaron en veranos anteriores cuando se enfrentó una situación similar.
“Esto era esperado. Se preveía que los deshielos iban a estar muy malos. En ese contexto obviamente los costos marginales estarán más altos, porque hay que despachar unidades muy caras. Ahora eso se ve atenuado por la entrada en operación de las centrales a carbón de la VIII Región: Bocamina II y Santa María”, dijo la ex secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía, María Isabel González.
Según el informe del Cdec-SIC, en la cuenca del río Aconcagua se pronostican condiciones secas, con probabilidades de excedencia del orden del 94% para todo el período de deshielo. Esto significa que el 94% de las otras temporadas tienen un mejor nivel de deshielo.
En el caso de la cuenca del río Rapel, las condiciones serán similares, con un nivel de excedencia de 80% para ese lapso, En las cuencas de los ríos Tinguiririca y Maule, en tanto, dichos niveles alcanzarán 95% y 92%, respectivamente. Mientras que en la cuenca del río Laja -la más importante de todas- la excedencia está en 95%.
También se observa un bajo nivel de los embalses para generación eléctrica.
En la laguna La Invernada, las cotas están muy por debajo de lo registrado en 2012. Una situación similar se evidencia en los embalses del lago Colbún y Laja. “Cuando se tiene un pronóstico de deshielo más bajo obviamente que tiene una incidencia en los precios al alza porque restringen la oferta hidráulica. Eso es así, por lo tanto sí debiera tener un efecto al alza en los precios”, dijo el gerente general de Valgesta, Ramón Galaz, haciendo mención a que el efecto será compensado por la entrada en operación de las nuevas centrales.
En enero, los costos marginales alcanzaron los US$ 119 por MW. Mientras que febrero será cerrado con costos marginales de entre US$ 118/MW y US$ 120/ MW, según proyecciones de Alfredo Parra, analista de estudios de EuroAmérica.
Según Parra, sin la entrada en operación de las centrales de la VIII Región, que aportan unos 1.000 MW adicionales al sistema (cerca de 15% de la demanda máxima del sistema eléctrico), los costos marginales serían prácticamente el doble, con niveles de US$ 230/ MW.Según un informe del Cdec-SIC, los afluentes presentan condiciones de un año seco. Las nuevas centrales a carbón están mitigando la presión que hay sobre los costos de energía.
por Constanza Pérez-Cueto V. – 04/03/2013 – 04:30
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“El efecto conjunto de las precipitaciones líquidas y sólidas en la zona de interés, muestra caudales en la época de deshielo compatibles con un año de características secas”. Esa es la conclusión que arrojó el último pronóstico de deshielo del Cdec-SIC -entidad que coordina la operación del sector-, para las principales cuencas que abastecen a las principales centrales hidroeléctricas.
Según expertos, la temporada de deshielos, que va entre octubre y marzo, presenta niveles que están entre los más bajos de la historia. Agregan que la menor disponibilidad de agua ejercerán en el corto plazo una presión al alza sobre los costos marginales del sistema, que son los que tienden a pagar las grandes compañías, como las mineras.
Sin embargo, a diferencia de los últimos años, que también fueron secos, la situación no es tan grave, producto de la entrada en operación de las centrales a carbón Bocamina II (Endesa) y Santa María (Colbún), a fines del año pasado.
Además, en este mes la central Campiche (AES Gener) iniciará su operación. Ante la falta de agua estas unidades aportan generación eléctrica a más bajo costo respecto de las unidades de respaldo a diésel que operaron en veranos anteriores cuando se enfrentó una situación similar.
“Esto era esperado. Se preveía que los deshielos iban a estar muy malos. En ese contexto obviamente los costos marginales estarán más altos, porque hay que despachar unidades muy caras. Ahora eso se ve atenuado por la entrada en operación de las centrales a carbón de la VIII Región: Bocamina II y Santa María”, dijo la ex secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía, María Isabel González.
Según el informe del Cdec-SIC, en la cuenca del río Aconcagua se pronostican condiciones secas, con probabilidades de excedencia del orden del 94% para todo el período de deshielo. Esto significa que el 94% de las otras temporadas tienen un mejor nivel de deshielo.
En el caso de la cuenca del río Rapel, las condiciones serán similares, con un nivel de excedencia de 80% para ese lapso, En las cuencas de los ríos Tinguiririca y Maule, en tanto, dichos niveles alcanzarán 95% y 92%, respectivamente. Mientras que en la cuenca del río Laja -la más importante de todas- la excedencia está en 95%.
También se observa un bajo nivel de los embalses para generación eléctrica.
En la laguna La Invernada, las cotas están muy por debajo de lo registrado en 2012. Una situación similar se evidencia en los embalses del lago Colbún y Laja. “Cuando se tiene un pronóstico de deshielo más bajo obviamente que tiene una incidencia en los precios al alza porque restringen la oferta hidráulica. Eso es así, por lo tanto sí debiera tener un efecto al alza en los precios”, dijo el gerente general de Valgesta, Ramón Galaz, haciendo mención a que el efecto será compensado por la entrada en operación de las nuevas centrales.
En enero, los costos marginales alcanzaron los US$ 119 por MW. Mientras que febrero será cerrado con costos marginales de entre US$ 118/MW y US$ 120/ MW, según proyecciones de Alfredo Parra, analista de estudios de EuroAmérica.
Según Parra, sin la entrada en operación de las centrales de la VIII Región, que aportan unos 1.000 MW adicionales al sistema (cerca de 15% de la demanda máxima del sistema eléctrico), los costos marginales serían prácticamente el doble, con niveles de US$ 230/ MW.