“The Lancaster Boulevard”: La economía como clave de desarrollo urbano
Cuando una calle es elegida por un municipio para mejorar sus luminarias, mobiliario urbano o veredas, no sólo los vecinos o quienes transitan por allí frecuentemente son los mayores beneficiados, sino que dependiendo de las actividades económicas que en esta zona se desarrollen, se puede potenciar un área que influirá a toda la ciudad.
Tal es el caso de Lancaster, una ciudad estadounidense ubicada 112 kilómetros al norte del centro de Los Ángeles, que desde 1980 ha protagonizado un rápido crecimiento de su población, la que actualmente llega a los 150.000 habitantes. De hecho, entre 2000 y 2010, su población se ha triplicado y su área urbana se ha expandido notoriamente. Sin embargo, este desarrollo no ha sido acorde a sus índices económicos, ya que el precio de las viviendas bajó dos tercios y el desempleo llegó al 15,7% en agosto de 2012, cifra mayor al promedio del estado de California que es de 10,4%.
Esto desembocó en que los comerciantes migraran a otras áreas y que el centro histórico se deteriorara, atrayendo la delincuencia como un nuevo problema. Para cambiar esto, en 2008 se diseñó una estrategia de zonificación basada en potenciar la transitabilidad de la ciudad mediante el fomento de usos mixtos del espacio entre automovilistas y peatones, la instalación de nuevas empresas, la construcción de un paisaje urbano que facilitara los desplazamientos y fuera multifuncional. Su diseño estuvo a cargo de la firma de arquitectura y planificación Moule & Polyzoides.
Más detalles a continuación.
El deterioro que protagonizó Lancaster es un fenómeno típico en las ciudades estadounidenses que se hizo presente durante el siglo XX.
Con el trabajo de mejoramiento, se obtuvo una sección renovada de Lancaster que fue nombrada “The Lancaster Boulevard”. Hasta ahora, el diseño urbano de la ciudad ha recibido varios premios, incluyendo el premio nacional de la Agencia de Protección del Medioambiente (EPA, según sus siglas en inglés) por lograr un crecimiento inteligente y con un espíritu “verde”.
La oficina de arquitectura fundamenta el reconocimiento del lugar gracias a seis características claves: la instalación de arte en espacios públicos, la disposición de aceras peatonales que cuenten con restaurantes al aire libre; la demarcación de cruces peatonales bien señalizados para que sean visibles desde lejos por los automovilistas, pistas individuales de viraje, árboles e iluminación abundantes en las calles y pasarelas peatonales. Con esto y hasta hoy en día el Boulevard de Lancaster se ha convertido en un atractivo destino para realizar compras, juntarse con amigos y pasear.
Entre los resultados de la estrategia, la firma expuso que se logró atraer a 49 nuevas empresas y casi se duplicaron los ingresos en comparación al período en que se iniciaron los trabajos. Además, los inmuebles del centro se revaluaron y aumentaron casi un 10% su precio, se crearon 800 nuevos puestos de trabajo permanentes y 1.100 empleos temporales de construcción, se generaron 800 viviendas, entre nuevas y restauradas y se produjeron US$273 millones.
Por otro lado, con la demarcación de zonas para automovilistas y peatones, la seguridad vial se convirtió en un elemento presente en el diseño, lo que redujo a la mitad los atropellos y en un 85% los atropellos que terminaban con lesionados.
Pero esto no fue todo. Ya que la estrategia de planificación consideraba transformar el descuidado lugar en uno más amigable con el medioambiente, en agosto de 2009 el municipio empezó a trabajar con la firma eSolar para instalar 20 paneles de generación de energía solar. En 2010, la firma KB Home propuso además construir una comunidad de viviendas abastecidas de energía solar. Luego, en julio de ese año, el municipio de Lancaster junto con SolarCity crearon Solar Lancaster, un programa de financiamiento para los dueños de negocios, propietarios y organizaciones sin fines de lucro que deseaban contar con paneles solares para reducir el consumo de energía eléctrica, pero que no tenían el dinero suficiente.
Como todo este paquete de medidas se implementó, el programa se amplió a cinco instalaciones que existían antes de su puesta en marcha, como el Estadio Municipal de Lancaster, el edificio municipal y el Centro de Arte de la ciudad. En ellos se instalaron generadores que consumen energía solar y producen 1,45 megavatios. Además, el estadio de la liga menor de béisbol se convirtió en el primer estadio ecológico, lo que permitió a sus dueños ahorrar hasta US$50.000 en energía eléctrica sólo durante el primer año.
Con todo este plan de rediseño del Boulevard de Lancaster, la ciudad espera que todos sus planes de renovación sigan esta línea. De ser así, la ciudad se convertiría en una de las primeras del mundo en producir más energía a partir de fuentes renovables de los que consume, sin contar la energía necesaria para el transporte.
La estrategia utilizada en Lancaster es un ejemplo de cómo el marco legal y el diseño adecuado en el momento adecuado ayudan a hacer una diferencia. También es un gran ejemplo de cómo nuestras comunidades suburbanas se pueden mejorar a través de la inclusión de los peatones en su diseño. Con esto, el Boulevard de la ciudad se ha situado como una de las mejores zonas transitables de Estados Unidos, dando a la ciudad un espacio para aprovechar y dar el ejemplo para las comunidades en situación similar. Todo ello mientras la reutilización de la infraestructura y la reducción de las emisiones de los viajes en auto, toman ventaja en una ubicación céntrica, que acorta distancias de conducción y anima a caminar.