Esperanza de vida es 10 años menor en las comunas de las Guaitecas, Palena y Camiña

Por Macarena Villa, El Mercurio. (31/03/2013)

Estimación es de entre 61 y 68 años, similar a la de Chile en la década del 70:

La expectativa de vida para los chilenos que nacieron entre 2005 y 2015 se estima en promedio entre los 78 y 79 años. La proyección se empina a los 80 años para el 2020.

Hasta 10 años menos de vida que en el resto del país puede tener una persona que nace en las Guaitecas, Palena o Camiña.

Estas tres son las comunas con menor esperanza de vida al nacer en Chile, de acuerdo a una estimación para el período 2005-2010 hecha por los Diagnósticos Regionales de Salud con Enfoque de Determinantes Sociales, elaborados por el Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud.

En las islas Guaitecas (Aysén), la proyección alcanza los 61,78 años de vida; en Palena (Los Lagos) 65,37, y en Camiña (Tarapacá), 68. Todas cifras cercanas a la esperanza de vida que Chile tuvo en la década de 1970.

Para los chilenos que nacieron entre 2005 y 2015 la esperanza fluctúa entre los 78 y 79 años. Estimación que se empina a los 80 años hacia el 2020.

En las Guaitecas, Palena y Camiña, su compleja geografía y las difíciles condiciones climáticas ponen cuesta arriba su calidad de vida. Más para acceder a atención de salud y peor si se trata de una urgencia, de noche y en invierno.

Acceso

Juan Carlos Barría (41) vive en Melinka, capital del archipiélago de las Guaitecas. Hace 15 años su hermana, madre de tres niños, murió. Tenía cinco meses de embarazo. “Una noche enfermó. Tenía fuertes dolores. En la posta la atendió una auxiliar (paramédico), que hizo lo que pudo. Falleció en la posta”, relata.

Barría aún no sabe la causa de la muerte. “No hay un médico permanente, a veces está 10 o 20 días. Vivimos en un paraíso, pero son esas cosas las que nos complican”, dice.

En Camiña y en las Guaitecas solo existe una posta rural, con un médico y dos o tres paramédicos. No hay farmacias.

Si una persona requiere mayor atención o de urgencia, en Camiña la trasladan en la única ambulancia de la comuna a Iquique. Pero en las Guaitecas hay que llevarlos hasta el Hospital de Coyhaique o de Puerto Montt en avioneta, que está disponible algunas horas al día y si el clima permite el vuelo.

En Palena hay dos postas rurales y un hospital con tres médicos y otros profesionales. Desde allí también se deben trasladar a sus pacientes más críticos en helicóptero a Puerto Montt o por tierra a Esquel, en Argentina, donde existe un convenio.

En las tres comunas, los equipos de salud -en algunos casos con refuerzos de matronas, dentistas, psicólogos y nutricionistas- salen a hacer rondas para llevar atención a localidades lejanas.

Rutas que incluso pueden tomar 1 o 2 días según las inclemencias del tiempo.

Esto impide hacer diagnósticos tempranos para detectar enfermedades como el cáncer. “A veces llegan demasiado tarde (…) por eso es difícil la detección”, explica el doctor Claudio Zamorano, director del Hospital de Palena.

La esperanza de vida indica el número de años que probablemente vivirá una persona en una generación.

Un indicador que se usa para ver el nivel de desarrollo de las comunidades, explica el doctor Óscar Arteaga, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile. Esto, añade, porque considera los “determinantes sociales en la salud” que define como “las condiciones sociales en que transcurre la vida diaria de las personas”.

En estas tres comunas, la población, en su mayoría, tiene carácter rural. En ellas hay zonas sin electricidad o solo durante algunas horas al día (18 horas en las Guaitecas).

El agua no es 100% potable ni transparente. En varios lugares no hay alcantarillado.

“La calidad de vida es regularcita acá, ni buena ni mala”, sostiene Máximo Chamaca, presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Camiña. Allí, cuenta, una familia tiene entre 5 y 9 hijos, el 70% de las mujeres son dueñas de casa y los hombres trabajan en la agricultura y la ganadería, varios como jornaleros, labor por la que ganan unos $6 mil diarios.

“Nos gustaría tener más desarrollo en todo sentido: un buen cauce del río, puentes, antenas de televisión, porque solo vemos dos canales, casi nadie tiene internet, solo en la municipalidad”, reclama.

En las islas Guaitecas se estima que el 31% de la población se dedica a la pesca. Por eso gran parte de los adultos mayores presentan problemas auditivos, ya que al bucear en profundidades se lastiman los tímpanos.

La comunicación telefónica tampoco es fácil y aún hay lugares sin cobertura.

“Cuesta mucho vivir en la isla. Si tienes que ir al médico, tienes que ir fuera. Si tu hijo pasa a primero medio, tienes que salir con él. Si quieres un trabajo bien remunerado, tienes que perfeccionarte. Hay que hacer cambios y eso requiere de más recursos, sobre todo de privados”, subraya Cristián Alvarado (34), alcalde de las Guaitecas.

Pese a estas limitaciones, las comunidades de estas zonas no se sienten pobres, sino afortunadas por vivir tranquilas y en medio de paisajes casi paradisíacos. “Aquí no hay pobreza económica, sino de educación”, plantea Aladín Delgado, alcalde de Palena.