Recuperación del edificio Astoreca revitalizará el barrio fundacional del puerto de Valparaíso
Por Mauricio Silva, El Mercurio. (31/03/2013)
Privados invertirán US$ 20 millones en su restauración:
Naviera Ultramar resolvió convertirlo en su sede corporativa y apuesta a devolverle el esplendor que el inmueble tenía en 1907.
Generar un nuevo acceso al barrio puerto de Valparaíso y que este lo conecte al mar. Tal es uno de los objetivos de la restauración del edificio Astoreca, inmueble construido en 1907. En su época marcó el esplendor de la Plaza Echaurren, pero hoy -como el resto de ese sector fundacional de la ciudad- está en franco proceso de deterioro.
Dificulta vislumbrar que a inicios del siglo XX ese edificio cobijara a las familias acomodadas de Valparaíso. Hay hoyos en los muros, disimulados con parches de cartón; faltan vidrios y en el ambiente hay moscas y olor a humedad. Los cables de las instalaciones eléctricas cuelgan y se aprecian las filtraciones de agua.
El desafío no solo es recuperar la prestancia de la edificación neoclásica diseñada por el arquitecto Juan Dazzarola, sino devolver al barrio la atmósfera que tenía cuando estaba en plena vigencia.
Contempla conectar el interior de su primer piso con la Plaza Echaurren y con las calles Blanco y Cochrane, creando un eje de circulación pública con cafés, restaurantes y centros de arte y cultura.
“El proyecto está fundado en el rescate del edificio y en los valores que este tiene, que son muy interesantes y estéticamente muy fuertes”, señala el premio nacional de arquitectura Juan Sabbagh, a cargo de la obra junto a su colega radicado en Estados Unidos Bernardo Urquieta.
Remozado, se convertirá en el edificio corporativo de la agencia de naves Ultramar, que desde febrero es su propietario y está destinando US$ 20 millones al proyecto, una de las inversiones más altas en el sector y la primera de ese orden que privados acometen en el barrio puerto, corazón del sitio Patrimonio Cultural de la Humanidad.
“Así como la restauración del Palacio Cousiño estimuló nuevas inversiones en el casco histórico, creemos que esta va a detonar un montón de otras acciones interesantes pendientes en el barrio”, dice la directora de gestión patrimonial del municipio porteño, Paulina Kaplán.
Desde California
La experiencia del arquitecto Bernardo Urquieta en la recuperación de los antiguos astilleros de la Armada estadounidense en San Francisco, California, permitió darle ese giro al deseo de Ultramar de contar con un nuevo edificio corporativo. Allí rescató edificaciones de fines del siglo XIX que estaban siendo tragadas por la ciudad, lo que le valió el Premio de Honor de Diseño Urbano 2009 del Instituto Americano de Arquitectos
Inicialmente, la naviera Ultramar iba a levantar un edificio moderno de gran altura en la manzana completa ubicada entre el edificio Astoreca y el borde costero. Ahora la empresa destinará ese paño, de su propiedad, a un recinto de 2 a 3 pisos, como máximo. Será “una propuesta lo más transparente posible, que conectará el Astoreca con el borde costero. Formará así una continuidad que, por el interior, llegará a Plaza Echaurren”, explica Sabbagh.
Urquieta, radicado hace 30 años en California, revive la relación histórica entre Valparaíso y San Francisco, a donde emigraron las familias forjadoras de la prosperidad porteña cuando la construcción del canal de Panamá empujó al terminal chileno a la decadencia económica.
En tres meses concluirán los estudios arquitectónico y constructivo, y avanzará su diseño.