Seis millones de árboles se han entregado en el país

Por Oriana Fernández G., La Tercera. (31/03/2013)

Proyecto contempla alcanzar 7,5 millones de ejemplares otorgados este año a ciudadanos y municipios.

Una deuda pendiente en las ciudades chilenas es la creación de áreas verdes. Lo plantea el Informe del Estado del Medio Ambiente del país, entregado en 2012, que reveló que urbes como Santiago poseen 3,4 metros cuadrados por habitante, mientras que el estándar recomendado por la Organización Mundial de la Salud asciende a 9 metros cuadrados por persona.

Esta realidad llevó a que el gobierno lanzara el Programa Legado Bicentenario de Arborización, en 2010, con el objetivo de que cada ciudadano se haga cargo de un árbol para mejorar su entorno y contribuir al medio ambiente (la flora es captadora de carbono).

Según el último catastro de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), entidad que ejecuta el plan, a la fecha se han entregado 6.000.661 árboles en el país. El objetivo del Ejecutivo es completar un total 7.517.187 unidades distribuidas a nivel nacional para el período 2010-2013, las que están destinadas a sectores urbanos y periurbanos de las comunas. La meta a largo plazo del programa es que se proporcionen 17 millones de árboles a 2018 (uno por habitante).

El Presidente de la República, Sebastián Piñera, entregará hoy el árbol número seis millones, en la V Región. El Primer Mandatario explicó que con este plan “nuestros hijos y nietos vivirán en barrios y ciudades más bonitas, más verdes, más acogedoras y más limpias”.

Las regiones que muestran un mayor avance en cuanto a unidades otorgadas son la Metropolitana, con 1,2 millón de ejemplares; el Biobío, con un millón 38 mil árboles; La Araucanía, con 675 mil unidades, y Aysén, con 537 mil, en tres años.

Mantención

Según el urbanista de la Oficina Atisba, Iván Poduje, “la arborizacion tiene varias ventajas. La primera: mejorar la calidad y habitabilidad de calles y espacios públicos, algo muy importante en barrios de bajos ingresos”.

Añadió que “también tiene un potente efecto ambiental al retener emisiones y reforzar quebradas o áreas de riesgo en bordes costeros”.

El experto destacó que la flora en las ciudades debe recibir cuidados para que se desarrolle de manera adecuada. “La clave es la mantención de las especies en sus primeros años. En esto estamos muy atrasados”, dijo.

Según la Conaf, la producción de árboles ha sido una dura tarea. Los 27 viveros de la institución, hasta 2010, producían plantas para el programa de forestación en áreas campesinas en menor escala, pero luego de ello, fueron fortalecidos para generar especies nativas, como pimientos, quillayes y maitenes. En la zona norte del país se privilegian los algarrobos, taras, laureles y bugambilias. El 70% de la producción en estas instalaciones es de tipo nativa.

El grueso de la flora usada en este programa se produce en los viveros de la entidad y se estima que un 20% se debe adquirir en el sector privado.

Cómo opera el programa

Existen tres formas de acceder a árboles del programa “Un chileno, un árbol”.

La primera de ellas corresponde a la entrega a un usuario directamente, el que debe completar un acta simple con su nombre ante la institución e informa en qué lugar se plantará el ejemplar.

Otra modalidad usada es que personas naturales, municipalidades o bien empresas puedan optar a flora valorizada entre 21 y 80 UTM ($ 3,2 millones).

Otra opción que tienen las municipalidades o los privados es que se firme un convenio entre Conaf y los interesados, instituciones que deben comprometerse a la protección de esta flora por un plazo más extenso, que puede alcanzar incluso años.

La Conaf fiscaliza en qué estado se encuentra la vegetación entregada. La Dirección de Presupuestos, que financia este plan cada año, ordena que se fiscalice cada año al menos la mitad de los árboles distribuidos a la población.

Si alguien no ha cumplido con su compromiso de cuidado de un ejemplar, la Conaf solicita al usuario que plante su árbol lo antes posible.

El ministro de Agricultura, Luis Mayol, sostuvo que con esta iniciativa “se han visto más favorecidas las personas que viven en comunas con bajos índices de áreas verdes por habitante. Son ellos quienes verán, indudablemente, mejorar su calidad de vida de los chilenos”.