La radiografía de un Chile que envejece y evidencia una transición cultural
Por M. Andrés, O. Fernández, G. Sandoval y L. Ramírez, La Tercera.
Censo 2012 revela que edad promedio subió a 34 años e internet ya es parte de los servicios fijos del 44% de los hogares.
Fueron 42 las preguntas que develaron la nueva realidad de Chile en estos últimos 10 años. En el pasado quedaron consultas como si el hogar contaba con televisión; el Censo 2012 introdujo nuevas temáticas, como internet, reciclaje y la convivencia de las parejas del mismo sexo.
Los resultados que ayer dio a conocer el INE muestran un Chile que creció en 1.583.467 personas, donde el 44% de los hogares tiene internet y las mujeres pasaron a engrosar su participación en la economía, subiendo de un 34% a un 42% en 10 años. También dejó a la luz un país donde los solteros se imponen como la mayoría, con el 47%, y donde 34 mil personas admiten convivir con parejas del mismo sexo.
Pero lo que más alertó a las autoridades es la baja en el crecimiento de la población, confirmando la tendencia de que las chilenas cada vez tienen menos hijos (1,45) y que la pirámide de la población envejece, ubicando a Chile en el quinto lugar de los países con mayor disminución en Latinoamérica. Eduardo Carrasco, jefe del Proyecto Censo, agrega que la edad promedio de los chilenos pasó de 31,57 años en 2002, a 34,39 años en 2012.
El Presidente Sebastián Piñera señaló que de haber continuado con la tasa del censo anterior, Chile debería contar con un millón más de niños. Por esto, recalcó que “uno de los principales desafíos que tenemos es revalorizar la maternidad, la natalidad, apoyar a nuestras madres”.
El ministro de Economía, Pablo Longueira, presidente de la Comisión Censal, planteó que “todos los países que presentan un decrecimiento en su población tienen que hacer cambios profundos en sus políticas públicas”.
Jorge Pino, Premio Nacional de Historia 2012 y especialista en demografía, explicó que el descenso de la tasa de natalidad es una repercusión de las políticas de planificación familiar de 1960, cuando a nivel mundial se presentaba una alta natalidad de hasta 2,8. “Esto era previsible, nuestro país está en lo que se llama transición demográfica, que implica una caída en las tasas de mortalidad, de crecimiento y un aumento de las expectativas de vida”, explicó Pinto, quien también describe los cambios positivos de esta nueva pirámide poblacional: “Podemos vivir más tiempo, en mejores condiciones y con mejores tasas de escolaridad”.
Comparación internacional
Disminuye tasa de fecundidad
Según el Censo 2012, el promedio de hijos que tienen las mujeres chilenas bajó de 1,59 a 1,45 en una década. La cifra ubica a Chile junto a los países más envejecidos del mundo. El dato genera dudas, ya que difiere de las entregadas hasta ahora por el INE.
La síntesis del Censo de 2002 dice que la tasa de fecundidad es de 2,3 hijos por mujer (y no 1,59) y las últimas Estadísticas Vitales del INE (2010) la sitúan en 1,91. Eduardo Carrasco, jefe nacional del Censo 2012, dijo que dieron a conocer “datos brutos que tienen que ser revisados y ajustados con las Estadísticas Vitales, que son el registro más fidedigno”, y que entregaron este dato “como una forma de explicar la menor tasa de crecimiento que hemos tenido”, pero que estas cifras pueden cambiar.
Crecimiento demográfico en caída
Es el balance poblacional entre las personas que nacen y las que mueren en un país.
En América Latina, Chile, con una tasa de 0,99%, ocupa el quinto lugar entre los países con menor crecimiento anual durante la última década, entre los censos realizados en 2002 y 2012.
En las mediciones anteriores, el indicador ya mostraba una desaceleración, partiendo desde la tasa de 1,64%, que se calculó entre 1982 y 1992, y el 1,24%, que se alcanzó entre los años 1992 y 2002.
La cifra actual, en tanto, ubica a Chile por debajo de países como Bolivia y Perú y lo hacen comparable con la condición demográfica de naciones como Canadá, Estados Unidos, Corea del Sur, Reino Unido y Suiza, entre otras.
Alza de uso de internet en hogares
Las cifras referidas al uso de internet y correo electrónico muestran un rápido crecimiento de la alfabetización digital. Eso, pues, del total de 15,4 millones de personas mayores de 15 años en el país, un 63% es capaz de buscar información en internet. Respecto del envío de correspondencia, la cifra se reduce levemente a 8,8 millones de personas o un 57,7% de la población objetiva.
En cuanto a la conectividad, mientras en 2002 sólo un 10% de los hogares tenía acceso a internet, la cifra se eleva hoy al 44,4%, es decir, casi la mitad de las viviendas.
La telefonía, en cambio, muestra una desaceleración: en el censo pasado, el 51,5% de las viviendas tenía teléfono y ahora, sólo el 40% de los hogares posee red fija.
Baja de la población juvenil
Una población entre cero y 14 años cada vez menor mostró el país en este último censo. La cifra llega a 3.588.723 personas en ese rango etario, es decir, el 22% del total de la población. Mientras, en la medición de 2002 había 3 millones 800 menores de edad en Chile.
Según el último compendio estadístico de la Unión Europea, el país que muestra la menor cantidad de personas en ese rango etario es Alemania, con 13,2%, mientras su grupo poblacional de más de 65 años llega a 20,6%.
El censo revela que el porcentaje de chilenos hasta los 14 años es menor, en todo caso, que el de otros países de América Latina. En Perú, un 30% de la población es joven, mientras que en Bolivia la cifra sube a 35%.
2,4 millones de mayores de 60 años
En Chile existen 2.409.312 personas con más de 60 años, según el censo, lo que equivale a un 14% de la población. En comparación con 2002, cuando correspondían a un 11%.
El país se acerca a la realidad de Europa: en Suecia, el 24% de su población es adulto mayor. En América Latina, la cantidad de ancianos es dispar; en Uruguay, un 18% tiene más de 60 años y, en Perú, sólo el 8,5%. Rosa Kornfeld, directora de Senama, aseguró que Chile se sitúa “en un lugar intermedio y avanza rápidamente, siguiendo la tendencia europea”. Con el fin de enfrentar el fenómeno, el gobierno definió una política para, entre otras materias, crear servicios especializados en salud y establecimientos de larga estadía.