Proyectan alza de habitantes en el Gran Valparaíso y baja en Concepción al 2022
Por Manuel Valencia, El Mercurio
Primer análisis demográfico a futuro, a partir de las cifras del censo 2012:
Estudio muestra que La Serena y Coquimbo también protagonizarán auge y que el Gran Santiago tiende a estancarse. Además, anticipa la disminución de habitantes en el sur de Chile.
La cercanía de Santiago ha generado por años un efecto “imán” sobre los habitantes del Gran Valparaíso. Como en ninguna otra ciudad, los profesionales jóvenes o pequeños empresarios de la zona siempre han barajado entre sus opciones dejar la costa, moverse una hora y media y llegar a la Región Metropolitana, atraídos por las oportunidades laborales, mayores opciones de sueldo y de mercado que ofrece la capital. Otros, incluso, viajan a diario en los buses que van y vienen repletos, durante la mañana.
Sin embargo, las cifras del censo ya permiten anticipar un escenario futuro muy distinto. En los últimos 10 años, el Gran Valparaíso (que incluye, además de la ciudad-puerto, Viña del Mar, Concón, Quilpué y Villa Alemana), sumó 118.680 habitantes, lo que representa un crecimiento de 7,5%, el más alto entre los 20 principales centros urbanos de Chile.
Con esos antecedentes, un estudio de la consultora Atisba -el primero que analiza las consecuencias futuras del censo- logró proyectar que la tendencia se acentuará en la próxima década. Se estima que en la medición de 2022, el Gran Valparaíso muestre un aumento de 5,9% de población y supere los 1,2 millones de personas.
“No se trata de un solo motivo que gatille este fenómeno, pero la cercanía con Santiago, la buena oferta inmobiliaria, además de buenos servicios, han hecho que mucha población de la capital opte por trasladarse a la costa, sobre todo a Viña del Mar, que es la ciudad que más arrastra el proceso”, explica el urbanista y consultor de Atisba, Iván Poduje.
Esto se suma, además, al nuevo Plan Regulador de Valparaíso (Premval) que incorporará 15 mil nuevas hectáreas al área urbana.
Este auge demográfico también se repite en La Serena y Coquimbo. El estudio anticipa que ambas ciudades protagonizarán un mayor crecimiento, de 2,9%. El alza se generará por la gran cantidad de trabajadores de la minería del norte que, en lugar de permanecer en Antofagasta, ya optan por comprar una vivienda en la IV Región -relativamente cercana al norte grande- para quedarse ahí durante sus semanas libres.
Una situación similar se repite en Puerto Montt. Pese a que el auge demográfico asociado a la industria salmonera se detuvo por efectos del virus ISA, se proyecta un repunte a futuro, por la recuperación del sector.
Éxodo en el sur
El análisis también muestra otras tendencias. Si bien el Gran Santiago seguirá siendo un polo de atracción para todo el país, tenderá a estancarse, debido a que la capital ya alcanzó su pleno crecimiento inmobiliario: entre 1992 y 2002 creció 51,2% y en la década pasada lo hizo en 34,2%. A juicio de Poduje, la situación podría ser más crítica si no se aprueba el Plan Regulador Metropolitano (PRMS 100).
Otro fenómeno interesante es la fuga de población de diversos lugares del país. Junto con zonas que ya son ejemplos del fenómeno por décadas, como el sur austral (Aysén y parte de Magallanes) se suman otras urbanas como el Gran Concepción, que tendrá un crecimiento mínimo si se considera que se trata del segundo polo más habitado del país. Según Poduje, esto se debe a las pocas opciones laborales que está ofreciendo el Biobío.
El mismo proceso se repite en el entorno de capitales regionales como La Araucanía o Arica. Ahí la población tiende a abandonar zonas como Lonquimay o Putre y trasladarse en masa a los centros urbanos, Temuco y Arica.
Tendencias
El censo mostró que el país se volvió más metropolitano: el 63% vive en 15 ciudades y estas captan el 74% del crecimiento de población.