El intento del barrio Suecia por convertirse en un polo para ejecutivos
Por la llegada del metro y la construcción de edificios para oficinas, los dueños de los ex locales nocturnos que están en arriendo apuestan por nuevos rubros. Solo uno de los restaurantes tradicionales sigue abierto.
Florencia Polanco, El Mercurio
En la década de los noventa Suecia era uno de los barrios más concurridos del Santiago nocturno. Al menos sesenta locales comerciales, entre ellos pubs, restaurantes y discotecas, recibían a diario a cientos de turistas, oficinistas y estudiantes capitalinos, quienes perfilaban el sector como el epicentro de la entretención en la zona oriente de la capital.
Pero con los años esto cambió. Luego del intento del ex alcalde de Providencia Cristián Labbé de cambiarle el perfil al sector -a causa de la delincuencia que lo afectaba- muchos locales comenzaron lentamente a cerrar y, algunos, a ser reemplazados por edificios. Tras este proceso hoy apenas subsiste un restaurante abierto durante la semana, el “Louisiana”, uno de los clásicos del barrio. El resto, algunos cerrados desde hace más de 4 años, todavía no son arrendados.
Según distintos corredores de propiedades, los propios dueños de los locales han puesto trabas y nuevas exigencias para la búsqueda de arrendatarios, tomando en cuenta el nuevo perfil que el sector debiera adquirir una vez que los edificios en construcción estén terminados.
“El barrio poco a poco está cambiando. Nosotros acabamos de comprar un local y de remodelarlo y ya tenemos muchos interesados en montar una oficina” cuenta Richard Rosso, dueño de un local en General Holley.
La nueva estación de metro de la Línea 6, que estará ubicada en la esquina de las avenidas Suecia y Providencia, también aumentaría la plusvalía del barrio.
Sin embargo, esto aún no se vería reflejado en el precio por metro cuadrado que están ofertando los corredores. “Estamos pidiendo 0,4 UF por metro cuadrado, que no es ni un cuarto de lo que se oferta en sectores aledaños”, dice Raúl Robles, quien tiene en arriendo dos de los cinco locales comerciales que actualmente están vacíos en plena calle Suecia”.
Asimismo, según comentan los corredores, los dueños prefieren no arrendarlos para locales nocturnos o que expendan alcoholes, sino que apuestan por restaurantes tradicionales, oficinas u otro tipo de rubros.
“El sector ya comenzó su proceso de transformación y tiene los atributos para consolidarse como un polo de oficinas, comercio y servicios de mayor calidad, especialmente por el impulso que le dará la estación de la nueva Línea 6. Sin embargo, esto no puede darse solo, requiere de un proyecto urbano liderado por el municipio”, explica el experto en urbanismo, Iván Poduje.