Miradas sobre Hong Kong: Entre largas tradiciones y extremos contrastes
Por Dr. Arq. Guillermo Tella, Doctor en Urbanismo y Martín M. Muñoz, Tesista de Urbanismo
Hong Kong es una de las regiones más densas del planeta y la ciudad más influyente del sudeste asiático. Es un territorio de largas tradiciones y extremos contrastes. Fue colonia hasta 1997, cuando el territorio fue transferido de la soberanía británica a la china al finalizar el tratado de arrendamiento firmado por 99 años con Gran Bretaña en 1898.
Actualmente es una Región Administrativa Especial dentro de la República Popular China en el marco del principio “Un país, Dos sistemas”, que le permite mantener un sistema económico capitalista bajo la soberanía de un país de ideología oficial comunista. Además del sistema económico, la región especial cuenta con un sistema administrativo y judicial independiente, e incluso su propio sistema de aduanas y fronteras externas.
La ciudad se destaca urbanísticamente por su ostentosa volumetría en altura que le permite alcanzar elevados índices de densidad poblacional y edilicia a nivel mundial. En la isla de Hong Kong la distancia promedio desde el puerto a las empinadas colinas es de apenas 1,3 km y una porción grande de las superficies llanas son producto de las tierras ganadas al mar. Y el 40% del territorio está reservado a parques y reservas naturales.
El 85% del crecimiento poblacional se concentró en los distritos de los nuevos territorios. Es precisamente allí donde la expansión urbana se ha desarrollado, dando prioridad a proyectos de construcción de ciudades satélites, que han sido progresivamente incorporados dentro de la normativa de planeamiento local.
Tal normativa incorpora instrumentos: las Áreas de Permisos de Desarrollo para Zonas Rurales. Como concepto estratégico, allí se señalan los ejes de desarrollo planeados para la ciudad, que la estructuran y vinculan a nivel regional, y se localizan las áreas de expansión mediante el sistema de ciudades satélites determinadas en los planes para el distrito.
Estrategias para guiar el desarrollo futuro
Hong Kong cuenta actualmente con 8 mil edificios. De ese total, 82% son edificios de gran altura, el 16% son rascacielos y solo en 3% son de baja altura. Con lo cual, se encuentra en la cima de las ciudades con mayor número de edificaciones de altura, con más del 80% del total. Como resultado de la falta de espacio y su elevada demanda de construcción, quedan pocos edificios antiguos en pie, al tiempo que la ciudad se convierte en uno de los centros de la arquitectura moderna.
Existen muchos proyectos de desarrollo en el área: la construcción de edificios gubernamentales, el re-desarrollo del frente costero en el Distrito Central y una serie de proyectos en el oeste. Y se espera la construcción de más proyectos de edificios en torre a partir del cierre del aeropuerto de Kai Tak, que imponía estrictas restricciones de altura.
Gran parte del acervo heredado de la época de gobierno británico en materia urbanística continúa vigente a través de la actualización periódica de planes estratégicos de desarrollo urbano y de las normas, que hoy buscan adaptarse a la nueva situación geopolítica.
En esta línea se definió una planificación a largo plazo para guiar el desarrollo futuro y la provisión de infraestructura estratégica. Toma como pautas de intervención: el concepto de la zonificación, el fomento a la sustentabilidad, la densificación poblacional, la provisión de una red de transporte integral (incluyendo un túnel que atraviese el puerto) y el desarrollo de ciudades satélites en el distrito de los Nuevos Territorios.
Bajo el plan de desarrollo estratégico existen dos planes normativos. El primero es el Plan de Delimitación de Zonas, que define usos del suelo, parámetros de desarrollo y vialidades principales). El segundo es el Área de Permiso de Desarrollo, que realiza el control interno del planeamiento y una guía de desarrollo de áreas rurales en el distrito de Nuevos Territorios.
El sistema económico capitalista implementado se ha caracterizado por una política de laissez-faire que permitió un crecimiento económico vertiginoso que se tradujo en una transformación radical del paisaje urbano. Esto se materializó en un uso intensivo del suelo a la par de un ciclo de renovación edilicia urbana también muy corto, principalmente debido a la escasez de suelo apto para la construcción.
En este marco, se formularon lineamientos de diseño urbano con el fin de mejorar el ambiente y el paisaje de la ciudad. El peso de las políticas nacionales chinas sobre la sustentabilidad de las ciudades gana presencia. El plan busca dar respuesta a las demandas ciudadanas para mejorar la calidad ambiental de la ciudad, sobre todo en los efectos de los desarrollos inmobiliarios y del diseño edilicio sobre la circulación de aire y la disipación de la contaminación que aseguren un ambiente limpio y sostenible.
A pesar de que la Región Administrativa Especial de Hong Kong mantiene gran parte de su autonomía administrativa luego de su traspaso a la soberanía china en 1997, la aprobación en marzo de 2006 del 11º Plan Nacional Quinquenal de la República Popular China supuso para la ex colonia incorporar conceptos de planeamiento en vigencia en el país. Es así, entonces, que gran parte del acervo heredado de la época de gobierno británico en materia urbanística continúa vigente a través de la actualización periódica de planes estratégicos de desarrollo urbano y las normas que los instrumentalizan, y ahora se adapta a la nueva situación geopolítica.
En este sentido, los documentos elaborados introducen al documento de Estrategias de Desarrollo Territorial para Hong Kong (2007), el cual es definido como “una estrategia de planificación a largo plazo para guiar el desarrollo futuro y la provisión de infraestructura estratégica, y ayudar a implementar objetivos de políticas gubernamentales en forma espacial”.
Actualmente, el plan de desarrollo instrumenta a través de las Ordenanzas de Planeamiento Urbano (Town Planning Ordinances) que datan originalmente de 1939 y que fueron reformadas desde entonces para ajustarlas a los sucesivos planes desarrollados. Su objetivo es “promover la salud, la seguridad, la conveniencia y el bienestar general de la comunidad por medio de la disposición de la preparación y aprobación sistemáticos de planes para el diseño de las área de Hong Kong así como de los tipos de edificaciones apropiadas para ser erigidas allí, y de la preparación y aprobación de los planes de áreas dentro de las que se requiere permiso para desarrollarlas”.
La preparación de las políticas contenidas en los planes está a cargo de la División de Planeamiento y Tierras de la Agencia de Desarrollo, con injerencia en planeamiento, uso del suelo, edificios y renovación urbana. El organismo principal en cuanto a la normativa de planeamiento está a cargo de la Comisión de Planeamiento Urbano, de la cual depende el Departamento de Planeamiento, que es el responsable de formular, monitorear, y revisar el uso del suelo a nivel territorial. Además, debe preparar los planes de distrito/locales, los planes de mejoras de áreas, los Estándares y Lineamientos de Planeamiento de Hong Kong, así como también emprender las acciones contra los usos del suelo no autorizados.
Por debajo del plan de desarrollo estratégico, existen dos planes normativos. El primero es el plan de delimitación de zonas (Outlined Zoning Plan), que muestra las zonas de usos del suelo, los parámetros de desarrollo y las vialidades principales del plan de desarrollo de un área. El segundo es el Área de Permiso de Desarrollo (Development Permission Area). Es preparado con el fin de control interno del planeamiento y una guía de desarrollo de áreas rurales en el distrito de los Nuevos Territorios, hasta tanto se aprueben planes de delimitación de usos más detallados.
Ciudades satélites en tierras marginales
El núcleo urbano de la ciudad se estructura en torno al Puerto de Victoria sobre el canal homónimo, que separa la isla de Hong Kong propiamente dicha del resto de la metrópolis. Los distritos que conforman la región metropolitana se estructuran de acuerdo con las sucesivas ampliaciones de los territorios que conformaron la colonia británica, a saber: la isla de Hong Kong (desde 1842), Kowloon (1860) y los Nuevos Territorios (1898).
En una escala macro-regional, la ciudad es el centro urbano más importante del Delta del río de las Perlas, siguiéndole en jerarquía las ciudades de Guangzhou y Shenzhen. Estas últimas ciudades han experimentado en los años recientes un exponencial crecimiento urbano gracias a las políticas de reforma y desarrollo económico, materializadas espacialmente con inversiones en la creación de zonas económicas especiales y la construcción de obras de infraestructura para afianzar la articulación estratégica y productiva del conjunto de la región.
La ciudad cuenta con 7 millones de habitantes distribuidos en un territorio de apenas 200 km2 de suelo plano disponible para la construcción, con lo cual se evidencia la altísima densidad poblacional y edilicia. El 40% del suelo restante está reservado para parques y reservas naturales. Según datos establecidos para la década que va de 1991 a 2001, el crecimiento poblacional experimentado por la ciudad se concentró en un 85% en el distrito de los Nuevos Territorios.
Fruto de este proceso, podemos observar el perfil que presenta actualmente la ciudad: colinas, ciudad y mar. La sección de la ciudad permite apreciar las dos franjas topográficas: el pie de monte empinado y las planicie ganadas al mar. Este corte está tomado del distrito central de Hong Kong; el edificio alto sobre el frente marítimo es el Centro Financiero Internacional, que se yergue con 415 metros de altura. Sin dudas, la topografía insular y montañosa del territorio ha sido el gran condicionante que ha favorecido este tipo de evolución urbana en un contexto de gran actividad portuaria, financiera, mercantil y geopolítica en el Asia Suroriental.
No obstante, los últimos gobiernos coloniales y la administración local desde 1997 han ido abandonando la política de “no intervencionismo positivo” y acrecentando la toma de decisiones del Estado en determinadas cuestiones sociales distorsionadas por la laxitud de controles sobre el mercado, como, por ejemplo, la regulación del salario mínimo, la creación de un sistema de pensiones obligatorias, entre otras medidas.
Culturalmente, la ciudad se destaca por una activa vida moderna que entremezcla y fusionan con antiguas tradiciones chinas, lo cual ha permitido definirla como el lugar donde “el Este se encuentra con el Oeste”. Así, es posible observar rasgos fuertemente occidentales en su arquitectura en combinación con conceptos de feng shui –de claro origen oriental– que intervienen en cuestiones de diseño de los proyectos de construcción.
En consecuencia, para afianzar su papel como principal centro global en Asia Suroriental, la ciudad de Hong Kong afronta el desafío de adaptar la morfología de la ciudad a las demandas de su alta densidad demográfica por migración, con extremos índices de densidad edilicia y poblacional y fuertes contrastes, donde conviven la riqueza y la pobreza, lo oriental con lo occidental.