Plan busca reforestar 1.400 hectáreas de Rapa Nui para combatir erosión
Por Gabriela Sandoval, La Tercera.
Convenio entre Sociedad Jacques Cousteau y Conaf tiene un plazo de aplicación de ocho años.
Hace más de tres décadas que Jacques Cousteau recaló por primera vez en Hanga Roa, a bordo del Calypso. Su viuda, Francine Cousteau, recuerda que “estaba fascinado. Lo recorrió bastante, porque quería entender la historia, qué pasó en esta isla y por qué es tan única”.
Se trata de la primera visita a Rapa Nui que realiza la viuda del investigador y viajero francés. Mientras recorre el lugar, evoca los relatos de paisajes, estatuas de piedra, grandes cuevas y misterios ancestrales, que solía escuchar de su marido: “El tenía la idea de que este lugar era un planeta en sí mismo”. Añade que “cuando Jacques murió, pensé en diferentes lugares donde se podía hacer algo significativo, que impactara a nivel global: economía, población, ecología, y pensé en la isla”.
Fue así como en marzo de 2011 envió una carta a La Moneda, destinada a la Presidencia. En la misiva, a nombre de la Sociedad Jacques Cousteau, planteó que en Chile había un gran tesoro, pero frágil. Dijo que era necesario reforestar la isla para contribuir a su sustentabilidad y que estaba dispuesta a trabajar para lograrlo.
Ayer, este plan registró un avance: se firmó un convenio entre la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y la Sociedad Jacques Cousteau, con el propósito de revertir los terrenos afectados por diferentes niveles de erosión, que superan el 90%.
Para ello se proyecta plantar un millón 400 mil árboles frutales y nativos, además de plantas, en un plazo aproximado de ocho años. El plan consiste en reforestar 1.400 hectáreas, privilegiando puntos como los volcanes Poike, Terevaka y Rano Kau, donde el terreno volcánico ha dado paso a laderas de tierras amarillas y rojas, con escasa vegetación de malezas y arbustos.
“Lo que está pasando en Isla de Pascua es que uno puede ver que se está perdiendo el suelo, y el desierto está avanzando. En ese contexto, la idea de la Sociedad tuvo acogida y se incluyó en el programa Legado Bicentenario, que impulsa proyectos emblemáticos de alto impacto social”, sostiene el asesor presidencial de la iniciativa, José Antonio Taladriz.
Por su parte, el director de Conaf, Eduardo Vial, plantea que “las condiciones del clima son bastante fuertes: vientos y lluvias intensas que se suman al pisoteo de los animales. La idea es excluir los animales de esas zonas y seguir con la reforestación”. Añade que el vivero de Conaf en Rapa Nui deberá ampliar su producción, de 40 mil plantas al año, a por lo menos 140 mil. Esto, junto con mantener la producción de semillas del extinto toromiro, que se realiza en la reserva Peñuelas, con el propósito de reinsertarlo en la isla.
“Vamos a plantar las mismas especies nativas y originarias que se extinguieron y que hemos ido recuperando, y abarcaremos casi el 10% de la superficie de la isla (…). Es un ecosistema frágil, con mucha riqueza y tenemos que preservarla”, recalca el ministro de Agricultura, Luis Mayol.
Si bien el proyecto total tiene un plazo de ocho años, para 2013 está contemplado importar especies desde Tahiti. Se espera que el proyecto tenga un costo aproximado de dos millones de pesos por hectárea.