Trabajando en el lecho del Mapocho
Por Patricio Cofré A., La Tercera.
[Autopista] Desde febrero, decenas de obreros levantan la cuarta pista de Costanera Norte frente a La Concepción. Así se faena adentro.
Francisco Araya mira unos fierros, toma medidas y comienza a cortar. Sobre un largo mesón de madera de casi seis metros, “El Tata”, como se autodenomina, guía los trabajos. A sus 64 años está a cargo del patio de enfierradura, el lugar donde se transforma la tonelada diaria de metal en un tejido que luego irá al interior de grandes bloques de cemento. Bloques que, a su vez, sostendrán la cuarta pista que se añade hoy a la Costanera Norte, justo al frente de la salida hacia La Concepción.
Para poder montarla, los que desde lejos se ven como pequeños hombres de naranjo, circulan por el lecho del Mapocho como si nada. Como si estuvieran sobre un terreno plano donde se construirá un edificio o en una calle ampliando una calzada.
Para que así fuera, previo a la llegada del “escuadrón”, otros hombres tuvieron que preparar la zona baja entre el puente La Concepción y el puente Huelén. Limparon el costado sur del río para instalar su principal zona de trabajo; se encargaron de poner un muro provisorio de concreto por el flanco norte del torrente; y construyeron sobre éste un puente capaz de soportar las 20 toneladas de los camiones que circulan ahí.
Desde su “oficina”, Francisco tiene vista al Cerro San Cristóbal, a la Torre Santa María, al Puente La Concepción y a la Gran Torre Santiago. Ahí se dedica a ver los planos y a tomar, de vez en cuando, una taza de café. El caudal pasa tan cerca, que el ruido del agua hace olvidar que apenas a unos metros los autos pasan por Costanera Norte y por Av. Andrés Bello.
Cerca de medio centenar de trabajadores de Sacyr están ahí desde febrero de este año, levantando una de las primeras obras del plan Santiago Centro Oriente: la pista que permitirá evitar el cuello de botella que se forma cuando los vehículos provenientes del poniente de la Costanera Norte se juntan con los que vienen del sur, del puente Huelén.
Si se mira desde arriba, desde la misma autopista, parecerá una especie de balcón sobre el lecho. Desde abajo, lo contrario: un gran techo de seis metros de ancho, que se extenderá a lo largo de un poco más de un kilómetro por el costado norte del Mapocho.
La obra es una iniciativa del Ministerio de Obras Públicas que, en conjunto con la concesionaria, busca descongestionar este punto conflictivo, el que en horas punta reduce su capacidad de 6.250 autos por hora, a 5.000.
Además de la cuarta vía que se construye, se aumentarán a dos las pistas de salida hacia el puente La Concepción.
El gerente general de Costanera Norte, Diego Savino, cuenta que para ejecutar la obra decidieron bajar al lecho. “Así no se afecta el tránsito en la superficie. Ahora están instalando los pilares de fierro y hormigón que van adosados al muro norte del Mapocho. Estos sostendrán la nueva pista”, dice.
Apenas llegó el equipo de avanzada, la primera tarea fue desviar hacia el sur un tercio del primer tramo del cauce. “Teníamos que dejar libre parte de las zonas que ocupaba el torrente por si crecía en invierno”, cuenta el jefe de Obras, José María Rodríguez, quien cada vez que va a supervisar, entra por una rampa de acceso ubicada en la Costanera Andrés Bello.
En la obra no sólo hay trabajadores de Santiago. Entre los hombres que ayudan a rellenar los pilares se puede apreciar un casco azul que tiene pintada la insignia de Santiago Wanderers. Trabajadores de Quilpué, Valparaíso y de otras zonas del país son parte de la construcción. “Es diferente trabajar acá, en medio de la ciudad y del río”, dice escueto Carlos Araos, el hincha porteño.
Franco Escobar vive en la comuna de Padre Hurtado. Sale de su casa a las cinco y media de la mañana para llegar a la obra antes de las ocho. A las seis de la tarde todos dejan el lugar. Reconoce que trabajar ahí es un espacio diferente, pero también asume la preocupación que ronda entre todos. “En invierno van a venir crecidas del río y esperamos que eso no entorpezca mayormente los trabajos”, asegura.
Por eso es que diariamente se llama a la Dirección de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas para cerciorarse de los niveles que trae el caudal.
“Siempre estamos verificando la situación del río. Para cuando empiecen las lluvias tenemos preparados planes de emergencia que van desde la paralización de trabajos hasta la evacuación, pero no creemos que algo así ocurra”, comenta Daniel Castellano, el jefe de proyecto de Sacyr.