El Palacio Concha se reinventa
Tres empresarios extranjeros transformarán este palacete del barrio Concha y Toro en un moderno centro de emprendedores. En su privilegiada terraza instalarán un bar lounge.
EN septiembre del año pasado, el italiano Antonio Manno caminaba por las empedradas calles del santiaguino barrio Concha y Toro. Mientras lo hacía, tenía la impresión de estar en cualquiera de las históricas ciudades de su país. “Me parecía que paseaba por Europa y no por la capital de Chile”, cuenta.
Esa sensación se acentuó al entrar al afrancesado Palacio Concha, una construcción de estilo neoclásico, que se levantó en 1920 en los que eran los jardines del fastuoso Palacio Concha Cazotte.
Manno, junto a sus dos socios, el estadounidense Skinner Layne y el indio Amit Sonawane, buscaban un lugar para instalar el proyecto que planeaban desde hace un año, una comunidad de emprendedores. Durante ese proceso, conocieron a Scott Jones, el estadounidense que desde 2006 es propietario del palacio.
Este invitó a los cosmopolitas empresarios a conocer la centenaria construcción y al verla no dudaron en escogerla para desarrollar ahí su proyecto. “Quedamos impresionados. Es un lugar que transmite historia y que tiene alma”, resume Layne, el economista que lidera la iniciativa.
Hace dos meses arrendaron el palacete de 1.500 m2 y esta semana abrirá ahí Exosphere, un centro para emprendedores al estilo de Silicon Valley. Ahora, lucirá una imagen singular, porque en su salón principal, alhajado con lámparas colgantes y vitrales traídos desde Francia a comienzos del siglo XX, se instalarán decenas de puestos de trabajo.
Este nuevo espacio creativo funcionará como coworking, un centro donde los emprendedores podrán desarrollar sus negocios, pagando una suscripción mensual que va desde $50 mil a $300 mil mensuales. A cambio, tendrán derecho a usar los escritorios de trabajo, las salas de reuniones (que se habilitarán en los salones secundarios del palacio), los estacionamientos para bicicletas y a café y té ilimitados.
Los miembros también podrán participar en las actividades que se realizarán ahí en forma permanente, como encuentros de empresarios, cursos y talleres. “Además, nosotros, que ya hemos creado diferentes empresas, los asesoramos para que pongan en marcha sus propios negocios”, explica Layne.
Exosphere, que estará abierto de lunes a viernes, se suma así a los otros centros de coworking que se han inaugurado en los últimos dos años en la capital. Entre ellos está Co-Work, en calle Encomenderos, y Movistar Innova, que se creó en otro tradicional espacio santiaguino, la Casa de Cristal, en Providencia.
“Este palacio tiene un carácter y una historia como pocos en la ciudad”, afirma Layne. Por lo mismo, agrega, la construcción apenas será intervenida para el funcionamiento de este centro. La mayor transformación se apreciará en la terraza, donde, en los próximos meses, se creará un bar lounge. Ahí se realizarán, principalmente, eventos para emprendedores.
Desde su creación, en 1920, el Palacio Concha ha tenido diversos usos. Primero, fue la residencia de la familia de Enrique Renard, quien lo mandó a construir. En los años 30 lo compró la familia Garcia-Huidobro y, más tarde, fue ocupado por el Sindicato Nacional de Molineros. A mediados de los 90 pasó a ser sede del PPD hasta que en 2006, el empresario turístico Scott Jones lo adquirió para convertirlo en un elegante centro de eventos.
“Lo que hice fue rescatar ese palacete, que tiene una arquitectura valiosa, pero que estaba olvidado. Desde entonces, se han realizado ahí eventos de todo tipo, desde matrimonios hasta lanzamientos de empresas”, cuenta Jones.
Incluso, el día de las elecciones presidenciales de 2009, Marco Enríquez instaló allí su comando.
Sus nuevos moradores precisan que los fines de semanas se seguirán realizando celebraciones en el Palacio Concha. Se extenderán hasta que lo compren, lo que, aseguran, sucederá durante los próximos meses.