CIC, el “cerebro” del Metro de Santiago, funciona en 4 niveles
Por Francisco Fuentes García, El Mercurio. (12/05/2013)
Radiografía al Centro Integrado de Control del servicio:
El recinto dirige a diario 165 trenes y 1.200 cámaras de vigilancia para transportar 300 mil pasajeros por hora y unos 2,3 millones al día.
Le llaman el “Houston” del Metro. Ahí, en el séptimo piso del céntrico edificio corporativo del ferrocarril metropolitano, unas 40 personas controlan a diario la circulación de 165 trenes, 1.200 cámaras de vigilancia, 103 km de vía y un millar de coches.
Se trata del Centro Integrado de Control (CIC) del Metro, punto neurálgico de la red urbana de ferrocarriles que supervisa y coordina el servicio para casi 300 mil personas por hora y que ofrece traslado a casi 2,3 millones de viajeros por día.
Si bien el sistema tiene programas computacionales prediseñados para la circulación de los coches en frecuencia, los supervisores del CIC vigilan segundo a segundo el funcionamiento de un sistema que ofrece un arribo o salida de tren cada 10 segundos desde alguna de sus 108 estaciones.
El gerente de Operaciones de la compañía estatal, Ramón Cañas -quien a fines de mes asumirá la gerencia general de la empresa-, explica que las labores dentro del CIC se dividen en cuatro niveles.
El primero es el de los controladores de circulación, que supervisan el cumplimiento de los programas de frecuencia y que, a su vez, están subdivididos según línea.
Luego los encargados de comunicaciones, que coordinan el enlace interno y el con el público. En el tercero están los supervisores de seguridad y los jefes de área.
El cuarto nivel se ubica en otro sector de la sala, que abarca 400 m {+2} , donde se encuentran los encargados de la red eléctrica, quienes controlan la energización de las vías de una red ferroviaria que requiere 34 millones de kilowatts al mes, equivalente a todo el consumo domiciliario de Viña del Mar y Valparaíso.
Cañas aseguró que “por el volumen de demanda y la sincronización que el servicio requiere, estamos frente a uno de los centros integrados más eficientes del mundo. La prueba está en que esta unidad es quizás la única a nivel mundial capaz de ofrecer frecuencias de 2,5 minutos de intervalo entre trenes, sin contar con un sistema de pilotaje automático aún”.
El ejecutivo añadió que tras las suspensiones del servicio, el protocolo de respuesta no dura más de cinco minutos, en promedio, para reanudarlo luego de una emergencia.