Sequía en V Región interior empieza a amenazar la calidad del agua potable

Por Mauricio Silva, El Mercurio. (12/05/2013)

Pozos están alcanzando niveles de capas freáticas con una alta concentración de sales:

Salud ya detectó dos pozos con presencia de nitritos, sustancia química potencialmente peligrosa para bebés. También investiga episodio de contaminación con petróleo en servicio suministrado por Esval.

En villa Los Lagos, en el sector urbano de La Ligua, la gente prefiere sumar $10 mil a su gasto mensual comprando agua envasada. La presidenta de la junta vecinal que congrega a 300 familias, María Ibacache, se queja de que el líquido que sale por la llave tiene mal olor y causa molestias estomacales.

“El problema empezó a ocurrir a fines del año pasado”, afirma. Al abrir la llave de su cocina, el agua aparece con un sedimento blancuzco, una muestra de que los problemas de abastecimiento de agua potable por la crisis hídrica están llegando a las ciudades del interior de la Región de Valparaíso.

La larga sequía que afecta a ese territorio llevó al Gobierno a designar delegado presidencial en la zona al subsecretario de Interior, Rodrigo Ubilla, quien adelantó que asegurar el suministro a las personas será su prioridad. Mañana se reunirá en Quillota con alcaldes de las comunas afectadas.

Vigilancia sanitaria

En los últimos tres años, el Estado destinó $5 mil millones en comprar agua para abastecer zonas rurales cuyos pozos se han secado. Además, el MOP ha hecho obras de emergencia en 98 sistemas de agua potable rural (APR), el 56% de los que están bajo su dependencia. Pese a ello, hoy la tercera parte de los APR de la provincia de Petorca son asistidos con 741 camiones aljibes al mes, para garantizar el agua a 11 mil personas.

En busca del líquido, los pozos se han profundizado tanto que están alcanzando capas de la napa freática con alta concentración de sales, lo que llevó a la autoridad sanitaria a desplegar un plan de vigilancia para evitar que afecten a la salud.

“Cada vez aparecen más APR que sufren variaciones que se acercan a los límites máximos permitidos (…) Nos encontramos con agua que podría en algún momento perder la capacidad de ser consumida por las personas”, dice el Seremi de Salud, Jaime Jamett.

Una alta presencia de nitritos, compuesto de nitrógeno que en bebés puede causar anemia del tipo metemoglobinemia, se halló en los pozos de las localidades de Bartolillo y Paihuén (Cabildo). En La Ñipa se registraron niveles preocupantes, pero que aún no excedían el máximo.

El administrador del APR de La Higuera, Luis Pinto, dijo que Salud también detectó allí una mala calidad del agua por lo que deben ser abastecidos por 265 camiones aljibe al mes. “Sólo alcanza para que las 300 familias del sector cuenten con dos horas de agua al día”, aseveró.

Mientras, los habitantes urbanos de Cabildo y La Ligua critican el “deterioro” en la calidad del agua, y apuntan a la falta de fiscalización a los camiones que abastecen las plantas de la sanitaria Esval en la zona, así como a los pozos que se la proveen.

Esval afirma que tras recibir el agua es potabilizada y chequeada según la norma chilena de calidad de agua potable. Pese a ello, Salud abrió un sumario en su contra porque el 29 de abril el agua entregada al centro de Cabildo tenía olor y sabor a petróleo.

Situación “grave”

El intendente de Valparaíso, Raúl Celis, califica como “grave” la situación de abastecimiento de agua potable en la provincia de Petorca, y afirma que el incesante flujo de camiones aljibe que permite a sus habitantes contar con agua cuando abren la llave ha llevado a que “no exista conciencia de ello”.

Y ante la actual situación de escasez, que afecta tanto al abastecimiento de la población como de los predios agrícolas de la zona, la autoridad regional añade que “siempre privilegiaremos el consumo humano de agua por sobre el riego”.

Raúl Celis explica que la causa de esta situación se encuentra en la fuerte expansión agrícola que la provincia experimentó en los últimos 20 años.

“La cantidad de hectáreas plantadas en ese período se ha multiplicado al menos por cinco, y se ha abusado de la capacidad hídrica de las cuencas de los ríos La ligua y Petorca. De hecho, tenemos calculado que se ha entregado entre cuatro a cinco veces más derechos de aguas que el agua disponible, a través de decretos administrativos y judicialmente”, agrega.

“Es una irresponsabilidad administrativa y una situación de engaño, que va en perjuicio del pequeño agricultor y campesino que no tiene recursos para profundizar sus pozos”, dice Celis.

La sequía también empieza a impactar con mayor fuerza a zonas agrícolas del Valle de Aconcagua, al punto que ayer 300 personas se reunieron en Curimón para protestar por el bajo nivel de sus pozos, al ser explotados para aliviar los problemas de otras secciones del río.

El alcalde de San Felipe, Patricio Freire, afirma que ya hay 400 ha de cultivos que se están secando en el sector de Bellavista, pérdida de olivos en Jahuel y asistencia con camiones aljibe a algunas poblaciones.

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$50 mil millones

ha invertido el gobierno para enfrentar los efectos de la sequía en la zona, entre 2010 y 2012. El 60% de ello se destinó a habilitar baterías de pozos en Curimón, Panquehue y Llay Llay, en revestir canales y en obras de emergencia en 98 sistemas de agua potable rural.