Crean ruta con los sanatorios de San José de Maipo
Por Diego Villegas C., La Tercera. (19/05/2013)
El tour recorre 12 hitos de la zona y recuerda el nacimiento del pueblo como un lugar donde se curaban enfermedades respiratorias.
En 1898, San José de Maipo era conocido por sus milagrosas propiedades para curar enfermedades respiratorias, como el asma y la tuberculosis. El pueblo tenía médico todo el año, farmacias y giraba en torno a los pacientes que ahí arribaban.
El español Félix Martínez llegó al pueblo enfermo del pulmón y acompañado de su madre. De inmediato, instaló el Teatro Ideal, que exhibía películas de vaqueros y mexicanas tres veces al día. Ahí iban los otros enfermos a pasar un buen rato.
12 hitos de la salud
El tour recorre 12 hitos de la zona y recuerda el nacimiento del sector como sede de sanatorios.
“En un minuto, San José tuvo cuatro sanatorios y los familiares de los enfermos compraban casas en la montaña para no alejarse tanto de sus seres queridos. San José se desarrolló en torno a la cura de estas afecciones”, dice la jefa de la Unidad de Patrimonio del Minsal, María Jesús Poch.
Entre los lugares que se pueden recorrer está la vieja estación de trenes, que data de 1889 y cuyo ferrocarril trasladaba personas desde Plaza Italia.
También se visitarán la Escuela Julieta Becerra -donde se enseñaba higiene y normas de limpieza a los niños-, la Plaza de Armas del pueblo, la municipalidad, el cementerio, el Preventorio de Niños de la Cruz Roja y el Hotel Francia, creado en 1894 y que con el tiempo se transformó en el ex Sanatorio Laennec, el primero del Cajón del Maipo.
“A mediados del siglo XIX y comienzos del XX estos lugares se transformaron en centros hospitalarios esenciales para los enfermos del pulmón, pues tenían las condiciones para un buen trato de sus dolencias, como es el sol, y una buena ventilación”, agrega María Jesús Poch.
“Es importante el rescate de estos lugares, porque son sectores que tienen historias olvidadas, sin contar. La tuberculosis atacó profundamente a Santiago y recién se pudo controlar la epidemia a mediados del siglo XX”, remata la experta en patrimonio.