Endurecerán medidas para frenar contaminación por humo de leña en ciudades de zona centro-sur
Por Jorge Molina, El Mercurio. (19/05/2013)
Ministerio de Medio Ambiente prepara nuevos planes de descontaminación que incorporan la norma de MP2,5:
Entre las soluciones en estudio para zonas saturadas están restricciones al uso de estufas y normas de aislación de viviendas más estrictas. Se incluirían subsidios.
En Chile, 1.512.034 hogares se calefaccionan con leña, según las últimas estadísticas del INE. Y de ellos, el 87% está entre las regiones de O’Higgins y Aysén, zonas donde en algunos casos el uso de este combustible llega al 96% de las viviendas. Cifras que explican por qué, durante el invierno, sus principales ciudades se “ahogan” en el humo que produce la quema constante de madera.
La situación -reconocen los expertos- es crítica, pero estuvo semioculta por años. Aunque se conocía el problema, afirman, no se estaba midiendo a cabalidad hasta que en 2012 el Ejecutivo puso en vigencia la nueva norma que regula la contaminación por MP2,5 (material particulado fino, el más dañino para la salud) y empezó su medición.
Las cifras que surgieron son reveladoras. Mientras en Temuco la norma que se medía hasta entonces (MP10, material particulado grueso) indicó el año pasado 48 superaciones de promedios diarios máximos permitidos, en el MP2,5 esta cifra se elevó a 114. En Concepción, se registró una superación del primer indicador, y 49 del segundo.
Entonces vinieron las declaraciones de zonas saturadas por material particulado fino: primero fue Osorno, y le siguieron Chillán y Temuco. Con estas resoluciones en la mano, se están preparando los nuevos planes de descontaminación para las ciudades afectadas por el humo de leña en la zona centro sur. Y las autoridades ya adelantan que las medidas que van a incluir serán duras.
“Considerando la magnitud de los problemas de contaminación en las ciudades del sur, los planes tendrán medidas más duras y, por lo mismo, deberán contar también con un importante aporte del Estado”, afirma la ministra de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez.
Solo estufas bajo norma
En octubre de este año entrará en vigencia una nueva norma de calefactores a leña, que les exigirá una certificación de emisiones, potencia y eficiencia energética, lo que hasta ahora no existía. Este factor también será incorporado en los planes de descontaminación actualmente en estudio.
Entre las medidas que se analizan incluir están la prohibición del uso de leña en días con niveles críticos de contaminación, restringir las estufas a una por casa o prohibir el uso de las que están fuera de norma.
“Va a pasar como ocurrió con los autos no catalíticos: los calefactores que no cumplan con la norma sí van a tener restricción. La idea es que en el tiempo podamos cambiar todo el parque de calefactores”, explica la seremi de Medio Ambiente de La Araucanía, Andrea Flies.
No será lo único. Las chimeneas y estufas abiertas serán prohibidas, las zonas saturadas tendrán una norma de aislación de viviendas mucho más exigente que la actual (para viviendas nuevas) y en Osorno se evalúa, incluso, que proyectos inmobiliarios sobre 11.400 m {+2} o 300 viviendas -o con calderas que emitan más de 0,5 ton de MP10 al año- entren al Sistema de Evaluación Ambiental. También se podría exigir, o fomentar, que la construcción de nuevas viviendas incorpore otras fuentes de calefacción.
Pero también se necesita mejorar lo existente, en un escenario donde las fuentes contaminantes son prácticamente todas las viviendas de una ciudad. Miles.
Las propuestas en estudio apuntan a incrementar los subsidios del Ministerio de Vivienda para aislación térmica -hoy se aplica a viviendas de un valor menor a 650 UF- y mejorar así su eficiencia energética, y apoyo para el recambio de calefactores. Esto último es clave, porque en muchas de estas ciudades el clima y las bajas temperaturas hacen imposible prohibir el uso de leña.
Para el jefe de la División de Calidad del Aire del Ministerio de Medio Ambiente, Marcelo Fernández, pensar en recambiar los 80 mil calefactores de Temuco -por ejemplo- no asoma como tarea imposible.
“Los costos en salud son mucho mayores que eso. Se requiere tiempo y recursos, pero tampoco te puedes demorar 20 años”, afirma. Pero el cambio deberá producirse, ya que tarde o temprano las restricciones harán inviable mantener las viejas estufas.
“Este es un plan distinto a lo que se ha visto históricamente. El de Santiago afectaba a las familias, pero no de manera tan directa. Estos planes van a afectar directamente a las familias, y por lo tanto es importante involucrarlas. Es importante hacerles ver que el problema es grave para la salud, y que el remedio va atener costos para ellos”, agrega.
Por eso, dice Fernández, contar con subsidios será clave, ya que se trata de planes inéditos donde el Estado tiene que apoyar con recursos importantes, de forma aún por definir. “Nosotros sabemos que los planes no van a poder ser blandos. No hay cómo, porque el problema es muy grave. Los planes van a tener que ser duros, y van a tener que estar asociados a plazos razonables, a recursos públicos y a recursos privados, porque esto no es gratis. ¿Dónde van a ir los recursos públicos? A aquellos sectores que necesitarán apoyo para poder cumplir”, afirma.
Recambio
Desde 2011
a la fecha , se han recambiado 2.200 calefactores a leña en Coyhaique, Temuco, Chillán, Osorno y Valdivia. Este año se sumarán otros 4.200, y se incorporan a este programa del Ministerio de Medio Ambiente las ciudades de Rengo y Curicó. Los beneficiados pagan entre 10% y 30% del costo del aparato.
En Osorno
se evalúa que proyectos inmobiliarios sobre 11.400 m {+2} o 300 viviendas -o con calderas que emitan más de 0,5 ton de MP10 al año- entren al Sistema de Evaluación Ambiental.
Santiago
está en proceso de declaración de zona saturada por MP2,5. Estaría lista este semestre.