El senderismo nocturno se toma el Parque Metropolitano durante junio
Por Diego Villegas C., La Tercera.
El recorrido dura tres horas y culmina en un mirador en 360 grados ubicado en la cumbre del cerro.
No es la primera vez que se organizan toures para recorrer el área verde más grande de Santiago y tampoco la primera que se recorre de noche. Pero sí es la primera vez que se realiza una caminata nocturna durante la cual se relata cómo recorrían los primeros habitantes de la ciudad sus distintos rincones.
Entre el siglo VIII y IX, los mapuches usaban el actual Parque Metropolitano para trasladar mercadería de un punto a otro y también para hacer rituales, aspectos poco conocidos hasta ahora.
“La ruta nace de la idea vaga que tienen los santiaguinos sobre el cerro y sus caminos. La idea es dar a conocer la relación de los indígenas con el cerro”, dice Daniela Ferro, fundadora de Alupran, la organización que junto a Senderos de Chile organizó la actividad durante este mes.
El recorrido dura tres horas y contempla ocho estaciones que, en total, completan los cinco kilómetros. La primera caminata comenzó el sábado 1 de junio y se extenderá durante todos los sábados del mes a partir de las 18.30 horas. El punto de inicio es en Pedro de Valdivia Norte y culmina en el Anfiteatro Pablo Neruda.
¿Por qué de noche?
Tres guías -entre ellos dos historiadores y Ferro- son los encargados de contar la historia de los senderos y los miradores del Parque Metropolitano, como el de La Araucaria -ubicado en la zona oriente y el mirador del Atardecer.
El atardecer tenía un sentido especial para los pueblos indígenas, por eso el nombre del mirador. También los árboles, razón por la que también se detallan los nombres de algunas especies durante el recorrido.
La travesía, que termina cerca de las 21.30 horas en el anfiteatro Pablo Neruda, se hace de noche pues, según explica Ferro, se obtiene una visión distinta de Santiago.
La caminata guiada cuesta $ 5.000 para adultos y $ 2.500 para niños, e incluye una brunch y linternas frontales para iluminar el camino. “Existe la posibilidad de repetirlo en primavera”, adelante Daniela Ferro.