Puerto de Gran Escala requerirá inversión de unos US$ 3.000 millones y triplicará capacidad actual
Por J. Catrón y M. Bermeo , Diario Financiero.
San Antonio y Valparaíso.
El Ministerio de Transportes ya definió los principales ejes de la iniciativa. A comienzos del próximo año estarán listos los estudios técnicos.
El Ministerio de Transportes terminó de afinar los principales ejes de la iniciativa Puerto de Gran Escala (PGE), antes conocida como outerport, que permitirá casi triplicar la capacidad de los principales terminales marítimos del país: Valparaíso y San Antonio. Respecto a la inversión, ésta sería aproximadamente de unos US$ 3.000 millones, dependiendo de las ofertas que finalmente se presenten, y del emplazamiento que tenga el terminal.
En el plan han trabajado de forma coordinada las empresas portuarias, el SEP y el ministerio, los que se encuentran finalizando los estudios técnicos (ingeniería portuaria, conectividad vial y ferroviaria, instalaciones logísticas, etc.), que se espera estén listos a comienzos del próximo año.
En todo caso, hay decisiones importantes que deben ser tomadas, la principal de ellas: el emplazamiento. Según cercanos al proceso, habría unas seis posibles ubicaciones, todas ellas entre San Antonio y Valparaíso (ver nota relacionada).
La importancia del PGE radica en que, según los escenarios de crecimiento de la demanda, la capacidad adicional que los proyectos en el pipeline agregarán al sistema en sus distintas fases se agotará, en términos nominales, durante la primera mitad de la década del 2020 (ver gráfico).
El ministro de la cartera, Pedro Pablo Errázuriz, explicó que “Chile hoy día cuenta con puertos competitivos. Lo que tenemos que asegurar es la capacidad, pues cada día los barcos necesitan instalaciones de mayor escala e infraestructura con visión de futuro”.
Los detalles
Cabe señalar que actualmente la capacidad instalada en la región de Valparaíso se ha estimado en aproximadamente 2,3 MM TEU/año. Las empresas portuarias estatales de la región adjudicaron en 2011 (San Antonio) y 2013 (Valparaíso) las respectivas concesiones de sus segundos terminales (Puerto Central y Terminal 2). Dichos proyectos aumentarán la capacidad nominal de transferencia instalada en la región en más de 2 MM TEU/año, para llegar a un total de casi 4,5 MM TEU/año.
El PGE se contempla con una capacidad de diseño de 6 MM TEU/año, y hoy las empresas portuarias están trabajando en el diseño de proyectos acordes con la aptitud de sus bahías, emplazamiento dentro de la trama urbana, etc., de manera de alcanzar la máxima capacidad posible.
Respecto a la inversión, se debe considerar que según la ingeniería disponible a la fecha y en términos aproximados, considerando una fase de 3 MM TEU/año superaría los US$ 1.500 millones.
Así, al ser en total 6 MM TEU/año, se puede afirmar que la inversión total sería cercana a los US$ 3.000 millones.
El diagnóstico y lo que viene
La primera fase del puerto necesariamente debiera entrar en operaciones en los primeros años de la próxima década, por lo que el objetivo es avanzar con la mayor fluidez posible en las distintas etapas, desde la licitación y adjudicación, pasando por la tramitación de los permisos respectivos, hasta llegar a la construcción y operación del terminal. No obstante, los plazos son ajustados, considerando que se cuenta con unos diez años para el desarrollo de los puertos.
El diagnóstico, según el ministerio, es compartido con los privados involucrados. Además, coinciden también en la escala, naturaleza y costo de las obras, específicamente en lo relacionado a la construcción del rompeolas. En este punto, un factor de vital importancia será estudiar los modelos de concesión que se implementen, ya que si bien es posible que el Estado cumpla un rol en materializar obras de alto costo que concesiones de hasta 30 años podrían no ser capaces de solventar, al hacerlo deberá tener cuidado en no distorsionar lo que a esa altura será un mercado regional de servicios portuarios con cuatro competidores independientes.
Primera versión del mega terminal considera tres etapas en San Antonio
Con varios pasos por cumplir, el Puerto de Gran Escala avanza. La siguiente decisión que deberá tomarse de aquí a unos dos meses es el emplazamiento. Con esta variable despejada, dicen cercanos, se podrá pasar a una siguiente etapa: la ingeniería de detalle.
Con ello, se podrá saber con exactitud cuánto será la inversión que demandaría el mega terminal, la que hoy estiman al interior del gobierno en US$ 3.000 millones.
De acuerdo a información contemplada en el proceso anterior de licitación de los terminales, la idea era instalar el PGE a un costado de donde hoy se ubican los terminales de STI y Puerto Central, en San Antonio. El objetivo era desarrollarlo en tres etapas, las que al parecer se mantendrían en este nuevo esquema. “La Fase 0 consiste en la construcción de un molo de abrigo cuya geometría permite la construcción de un muelle de 1.000 m de longitud con una anchura destinada a terminal de contenedores de 400 m”, señala al Memoria Explicativa de la Modificación del Plano Regulador Comunal de San Antonio, de diciembre pasado.
Mientras, la siguiente etapa considera la construcción de un molo de abrigo cuya geometría permitiría levantar un muelle de 1.800 m de longitud con una anchura destinada a terminal de contenedores de 450-500 m. La dársena tendría una anchura de 500 m. Con una profundidad de agua de 16,0 metros lo que permitiría la operación de naves de 8.000 TEU de capacidad. La capacidad se estimaba entre 2,7 y 3,3 millones de TEU. La Fase 2, en tanto, consistía en la construcción de un nuevo molo de abrigo paralelo al de la fase 1 que permitiría la construcción de otro muelle de 1.800 mt de longitud. Con esta fase se elevaría la capacidad a 5,4 / 6,0 millones de TEU con tecnologías ya desarrolladas.