Brasil: La defensa de un país por su derecho a un Transporte Público de calidad
$678 reales ($156 mil pesos chilenos) es el sueldo mínimo de los brasileños. En Sao Paulo, los viajes de un trabajador a su casa pueden demorar hasta 3 horas. Y en esta ciudad, la más rica de Latinoamérica y que tiene más de 11 mill. de habitantes, las líneas de metro crecen sólo 3 kms por año.
Hace pocos días, la tarifa del pasaje para los buses subió de $3 a $3,20 reales, es decir, unos 728 pesos chilenos. Esa fue la gota que rebalsó el vaso y que esta última semana ha generado cinco manifestaciones en que miles de personas llenaron las calles de Sao Paulo, Río de Janeiro, Recife, Goiania, Campinas, Florianópolis, Cascavel, Belén, Vitoria, Niteroi, Sorocaba, entre otras ciudades.
El Movimiento Pase Libre (MPL) es la principal agrupación que organiza estas protestas en pos de un servicio de transporte de calidad, fuera del ámbito privado y que garantice el acceso a toda la población. Quienes más han apoyado estas manifestaciones son los estudiantes, argumentando que la misma ley constitucional de Directrices y Bases (LDB), en sus artículos 10 y 11, reconoce el derecho de los estudiantes al “Passe Livre” o pasaje gratuito.
Con manifestaciones que han convocado a unas 240 mil personas en el país, los brasileños han logrado que todo el mundo sea testigo de la gran convicción con que defienden el transporte público y denuncian lo que simplemente les parece un “robo”.
No es sólo el pasaje
Alta congestión en las calles, viajes que duran horas y buses atiborrados. Sin duda, todo lo anterior son los síntomas de un sistema que los ciudadanos sienten que colapsó y que los reúne en torno a las peticiones por un sistema de transporte público de calidad, libre de cobros y gestionado por los usuarios y los trabajadores.
Actualmente, en Brasil no hay una tarifa única del precio del pasaje. Y en algunas ciudad, como Sao Paulo, hay dos tipos de boletos con distintas tarifas. El de “transporte colectivo” es para los buses y cuesta $3,20 reales. El de “transporte integrado” es para andar en buses y metro y cuesta $5 reales ($1.155 pesos chilenos). Asimismo, el boleto de los estudiantes cuesta $1,60 reales ($369 pesos chilenos). Según un cálculo realizado por dos economistas de la Fundación Getúlio Vargas, para el diario Folha de S. Paulo, los paulistas tienen el pasaje en bus más caro del mundo en relación al sueldo.
Pero como aclaran los mismos manifestantes, este problema no se reduce al aumento del precio del pasaje. Menos de dos semanas han bastado para que la crítica por el transporte público se extienda al descontento en otros ámbitos del país, pues los manifestantes tienen claro que éste es parte de un sistema que agrega valor y calidad a la vida de las personas, permitiendo el acceso a otros servicios básicos dentro de la ciudad, como la salud, el trabajo, la educación, la cultura, entre otros.
Así, hoy se escuchan peticiones por mayor inversión en educación y salud, además fuertes denuncias en contra de los gastos para la Copa Confederaciones y el Mundial de fútbol del 2014, y los Juegos Olímpicos del 2016. En cierta manera, el caso de Estambul en que miles de personas se agruparon para detener la demolición del último parque público de la ciudad, hoy se ha transformado en un ejemplo importante para los brasileños, quienes están conscientes del importante rol que juegan los ciudadanos en la defensa de sus derechos.
Pese a toda la revuelta que ha generado la llamada “protesta de los 20 céntimos”, hasta el momento el gobierno brasileño continúa en silencio. Sin embargo, cuatro alcaldes de Cuiabá, Recife, João Pessoa y Porto Alegre acaban de anunciar que reducirán el precio de los pasajes.
Los servicios básicos en un país “desarrollado”
Durante la última década, Brasil ha reducido su pobreza, ha avanzado en consolidar su democracia, su economía ha sido reconocida en todo el mundo y la presidenta Dilma Rousseff logró el récord de un 75% de aprobación popular. Para algunos expertos, esta imagen de país desarrollado es lo que hace que, lógicamente, muchos ciudadanos esperen un nivel de servicios básicos que corresponda a un país de este tipo, lo que endurece la crítica actual.
Para hoy, el secretario ejecutivo de la Red Nuestro Sao Paulo, presentará al Consejo de la Ciudad un documento que contiene diversas propuestas para crear una nuevo y sostenible política de transporte y movilidad.
El siguiente video corresponde a la protesta de ayer, 17 de junio, donde la manifestación llegó incluso al interior del metro de Sao Paulo. Esto ya había sucedido el pasado 26 de octubre, día que hace unos años se escogió como el día nacional de lucha por el transporte público.