Skate y patines, la nueva forma en que los capitalinos van al trabajo

Por Evelyn Briceño, La Tercera.

Según tiendas especializadas y fanáticos de esta práctica, desde 2011 la tendencia ha aumentado.

De Las Condes a Providencia y de Macul al centro. Subirse a un par de patines en línea o rollers para llegar al trabajo, es una escena que se aprecia con más frecuencia en Santiago. También están los que se animan a desplazarse sobre una patineta, especialmente los jóvenes que van a la universidad o los que recién están contratados en una empresa.

Una de las razones fundamentales para elegir estos aparatos como medio de transporte es evitar los tacos de la capital.

“Me demoraba media hora hasta mi pega en auto, en un trayecto que debería durar 10 minutos. Me aburrí y decidí irme en skate”, cuenta el diseñador Claudio Sanfuentes (28), quien de lunes a viernes va desde Av. Pocuro con Los Leones hasta Av. Pocuro con Antonio Varas.

Según cálculos de los propios deportistas y de las tiendas especializadas, como 7Veinte, Tepian, Adrenalin y RollerVar, el número de usuarios creció en un 30% desde 2011. “Hace dos años eran poquitos los que compraban patines para ir a trabajar. Hoy, son varios los que preguntan cuáles son mejores para resistir el tráfico por el asfalto. Fácil debe haberse incrementado en un 30%”, sostiene Manuel Vargas, dueño de la tienda RollerVar.

La tendencia la confirman otros dueños de locales del rubro. Para el encargado de márketing de 7Veinte, Felipe González, esa alza de un 30% se nota en las calles, en un segmento que va de los 19 a los 27 años. “El 50% de quienes trabajan en nuestras 10 sucursales va a trabajar en skate”, dice sobre estos adminículos que promedian los $ 60.000.

Los fanáticos de patines y los patinetas, notan el aumento del interés por circular sobre dos pequeñas ruedas, en el auge de las tiendas especializadas. “Si hace un par de años eran dos, hoy suman una decena”, explica Ignacio Arenas (26), skater y redactor de patineta.cl, web con noticias sobre esta disciplina. El se traslada cada mañana con su tabla desde Av. Irarrázaval con Av. Vicuña Mackenna hasta Av. Santa María con el Puente del Arzobispo, donde está su oficina.

Formatos citadinos

No son sólo las clásicas tablas las que se están usando con estos fines en la capital. Según coinciden los propietarios de tiendas especializadas, a los clásicos skates se sumaron, en 2012, tablas de otros tamaños. Está la “cruiser”, una más pequeña de 57×15 centímetros conocida también como “penny”, por la marca que las popularizó.

“Tuvieron buena venta porque es fácil guardarlas en una mochila. A mí eso me sirve, para subirme al Metro”, dice Matías Letelier, dueño de Tepian.

Para pavimentos en mal estado resulta más conveniente usar un “longboard”, que alcanza el metro de largo y que tiene ruedas de goma, que absorben mejor las irregularidades del terreno. En tanto, para los rollers, existen rodamientos y ruedas de alto tráfico para hacerlos más resistentes.

Los mejores lugares para trasladarse, según cuentan skaters y rollers, son las ciclovías y las veredas, especialmente las que tiene baldosas, como las de Av. Apoquindo.

De lunes a viernes, el diseñador Ignacio Clement (29) transita en patines por la ciclovía de Pocuro, entre Av. Tobalaba y Av. Pedro de Valdivia, donde está su trabajo. Juan Carlos Pizarro (23), en cambio, prefiere las veredas y calles. Esto, porque dice que los ciclistas se enojan si les ocupan su espacio. “Son más egoístas que los que andan en auto”, asegura.

Para ir a la universidad, desde Alameda con Las Rejas hasta el Parque Almagro, al roller Rodrigo Román (24) le gusta combinar ciclorrutas y calles. Coincide en que quienes montan bicicleta son celosos de sus vías, pero advierte que cada día en estas se nota más la presencia de los que prefieren patinar.

Seguridad

Sobre las ocho ruedas de sus rollers, y aperada con muñequeras, rodilleras, casco y mochila con luces, Sara Díaz (21) recorre más de 12 kilómetros para ir desde su casa en Macul hasta la Alameda con Zenteno, donde está la sucursal bancaria donde trabaja.

“Con mi grupo, Patín Urbano, salgo todos los fines de semana a patinar. Entonces no me resulta difícil hacer este ejercicio todos los días”, cuenta Sara, quien a veces pasa a buscar a su pololo, en Av. Salvador.

Ambos usan siempre cascos, en un paseo por diversión o cuando van a sus oficinas. No ocurre lo mismo con la mayoría de los skaters, porque como asegura Matías Letelier, la calle forma parte de sus vidas. “Nos basta con los pantalones elasticados para tener flexibilidad”, indica.