Migración desde zonas rurales hacia capitales regionales avanza con fuerza en 20 años
Por Manuel Valencia, El Mercurio.
Oportunidades de empleo, educación y calidad de vida están entre los factores que explican el proceso:
Las 15 principales ciudades del país aumentaron en 20% su población, mientras que las regiones mantuvieron un ritmo de solo 13%. Fenómeno se profundiza en zonas productivas.
Susana Martínez podría ser una Carmela 2.0. Llegó a Valparaíso en tren hace dos años, pero no de San Rosendo, sino desde su natal Olmué. “Me vine con mis dos maletas y aunque queda cerca, no voy muy seguido; hay harta pega y el viaje cansa”, dice esta asistente social, que se mudó a la capital de la V Región para trabajar en un servicio público, por el doble de sueldo que en su anterior empleo.
El fenómeno de personas dejando sus pueblos y localidades para buscar oportunidades en la capital de su región va al alza. Un estudio de Arturo Orellana, del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la UC -presentado por la Cámara Chilena de la Construcción en la 21ª Jornada Zona Norte, que abordó políticas de centralización- reveló que en los últimos 20 años las capitales regionales crecieron 20%, mucho más rápido que el 13% de sus respectivas regiones.
El caso más extremo es el de Arica: según los datos preliminares del último censo, la urbe del Morro concentra al 98,7% de los habitantes de la XV Región. “Y esto, a pesar de que se transformó en una región. Generó lo contrario, atrajo a más población. Esto sucede porque las oportunidades no están distribuidas de forma igualitaria. Evidentemente, altas concentraciones de población generan oferta privada. Si no está, la oferta pública es insatisfactoria y se genera un incentivo de migrar a la capital regional”, explica Orellana. Agrega que el fenómeno desnuda el déficit de medidas estatales de equilibrio territorial, como subsidios especiales o políticas públicas diferenciadas para cada región.
Todas las regiones aumentaron en concentración, excepto la Metropolitana y la de Valparaíso. “Santiago es una ciudad capital que concentra casi el 90% de la población, pero además las comunas que crecen, como Lampa, Colina y Buin están funcional y morfológicamente ligadas al área metropolitana. En el caso del Gran Valparaíso la baja de concentración es leve y responde a un crecimiento importante de comunas colindantes como Limache y Quintero”, dice Orellana.
Una tendencia más pronunciada se ve en zonas con auges productivos recientes, como las ciudades mineras (Antofagasta, Iquique y Copiapó), salmoneras (Puerto Montt) y turísticas (Coquimbo y La Serena).
¿Cómo aminorar la progresiva migración? Para el ministro de Vivienda y Urbanismo, Rodrigo Pérez, la Política Nacional de Desarrollo Urbano, elaborada por una comisión de expertos y entregada al Presidente Piñera, “ve como un problema el despoblamiento de las localidades rurales o apartadas. Por ello tiene una mirada integradora del territorio y varias menciones sobre el reforzamiento de la vida rural”.
Esta visión coincide con el programa de localidades aisladas de la Subsecretaría de Desarrollo Regional, que ya inició la transferencia de recursos a los gobiernos regionales para que determinen cómo potenciar diversas zonas. El subsecretario Miguel Flores explica que estos planes de inversión tienen efectos detonantes que generan nuevos negocios: “Por ejemplo, en la Ruta de las Misiones en Arica y Parinacota tenemos un plan de restauración que ha desarrollado el turismo. La comunidad se ha involucrado en la restauración, se instruye en oficios y eso hace que la población vuelva desde Arica”.
Según el presidente del Consejo Nacional para la Regionalización y Descentralización, Heinrich von Baer, este plan es positivo “pero llega en forma tardía, porque el deterioro ya se produjo y es mucho más complejo revertirlo que haberlo prevenido. Una forma de hacerlo es generar incentivos para retener el capital humano calificado que generan las regiones y que se van a Santiago o a las capitales. Además, es importante implementar políticas públicas diferenciadas, por ejemplo en Energía o Vivienda, porque no tenemos una realidad uniforme de norte a sur”.
Déficit
Si la situación actual no se corrige , dentro de 15 a 20 años, a juicio del autor del estudio, se generará un despoblamiento de zonas como Ollagüe, donde existe el problema adicional de la falta de agua.
El empleo y las opciones de educación , entretenimiento y calidad de vida son los factores que explican el traslado de población.