Una ciudad llamada Norilsk
Cada cierto tiempo aparecen distintos rankings con “las 10 ciudades más contaminadas del mundo” o “ las ciudades con peor calidad atmósférica”, y aparecen ciudades en la India, África, ciudad de México, e incluso Estados Unidos, pero poco sabemos de esta ciudad rusa ubicada dentro del circulo polar ártico.
Fundada a finales de la década de 1920, se convirtió en el centro del GULAG o Dirección de Trabajos Forzados de la Policía Soviética, que en su mayoría condenaba a presos políticos, de los que se estima murieron más de 16.000 por hambre o frío, especialmente durante la segunda guerra mundial; es considerada ciudad desde 1953, y es hasta el día de hoy es altamente industrial.
La ciudad pertenece al krai de Krasnoyarsk y tiene una población de casi 200.000 habitantes provenientes de todas partes del país, los que son atraídos por los altos sueldos y el alojamiento asegurado que ofrece la empresa MMC Norilsk Niquel. La ciudad vive bajo permafrost, con nevazones 260 días al año y con tormentas de nieve 120 días anuales. En el mismo periodo hay 45 días de completa oscuridad. -10ºC se consideran un día caluroso. De hecho la forma de sus edificios, como manzanas cerradas parecidas a los Hof de Viena pero sin un ápice de verde en su interior, son para protegerse de los vientos, y están arruinados por el constante congelamiento que sufren.
Pero el esfuerzo que implica vivir aquí parece tener un propósito. Norilsk, es de hecho uno de los mayores productores de níquel y paladio en el mundo, extrayendo también cobre, cobalto, platino, y carbón en grandes cantidades. Las fundaciones de níquel se emplazan en la misma ciudad, siendo responsable de problemas como la alta polución y la lluvia ácida que también la han afectado. Estimaciones indican que el 1% de las emisiones mundiales de dióxido de azufre provienen de este lugar del planeta (900mil ton. En el 2007), e incluso, según la BBC esta ciudad es la mayor productora de lluvia ácida en el mundo. Por todas estas razones la ciudad está normalmente cerrada a los extranjeros desde el 2001. En su reportaje del 2007,la BBC relata “desde la distancia se ve una humareda, y al acercarse aparecen las chimeneas de tres plantas de tratamiento que funcionan todo el día y todos los días emanando este sulfuro, que la compañía admite producir”. Cuando la dirección del viento cambia en verano, este humo se viene sobre la ciudad dificultando la respiración de sus habitantes. Lamentablemente para la humanidad, aunque afortunadamente para la compañía, esta obtiene ganancias de USD$ 2 billones anuales, y hay suficiente metal como para seguir produciendo por 30 años. La compañía acepta la responsabilidad por lo ocurrido y espera reducir sus emisiones en 2/3 entre el 2015-2020.
Al ingresar al sitio web de MMC Norilsk Nickel (dueña de las canteras, no solo aquí, sino que en varios sitios del mundo), aparece la foto de una lago azul, un bosque y un hombre feliz que sostiene un globo terráqueo metálico. En su misión social aparece:
“…la misión social de Norilsk Nickel es producir según las demandas de la sociedad… de la manera más segura y eficiente posible, sobre una base sustentable a largo plazo, así contribuyendo al progreso social, a la prosperidad de la sociedad, al desarrollo sustentable de las regiones en que se opera, al bienestar de su población, y a la mejoría de los estándares de vida de los empleados de la Compañía…”
Las principales directrices de su Política Medioambiental siguen los principios de reducir la polución atmosférica, en especial la que se relaciona con el sulfuro, reducir la polución de ríos y del mar por vertederos, construir vertederos especializados para sus desechos, y reducir la contaminación del mar asociada al transporte de los metales. También dicen tener en cuenta la ISO14001:2004 sobre medio ambiente. Curiosamente dentro se sus programas de salud se encuentran “Resorts de recuperación para sus trabajadores” y “Recreación y Recuperación para niños”, los que según el reportaje del 2007 de la BBC son muy afectados, naciendo pocos niños sanos en esta ciudad, con problemas asociados a la audición, la vista y al sistema respiratorio. Diversas fuentes también asocian la alta exposición a metales pesados a enfermedades mentales y expectativas de vida de pocos años (10 menos que en el resto del país). El Blaksmith Institute, que la nombró una de las 10 ciudades más contaminadas del mundo en el 2007, sí reconoció que la compañía está haciendo grandes esfuerzos por mejorar la situación. La empresa se defiende diciendo que han invertido un billón de euros en solucionar temas medioambientales, y se excusan argumentando que su modus operadi proviene de la mentalidad industrial stalinista. Además afirma que el problema de convertir el sulfuro gaseoso en líquido, tiene el problema de que al estar la ciudad aislada la mayor parte del año, transportarlo es muy peligroso.
Opiniones Contradictorias
Y es que en general, las opiniones son contradictorias. Este año una acaldesa noruega demandó al la empresa por los efectos de la lluvia ácida y por producir dióxido de sulfuro por sobre la norma. Hay reportajes, como el del diario ABC de España (2011) que llama a Norilsk “la peor ciudad del mundo para vivir”, aludiendo a que la esperanza de vida es de sólo 46 años y que su atmósfera recibe anualmente 4 millones de toneladas de metales pesados; otros reportajes dicen que la nieve es negra, que el ambiente huele a azufre, y que los bebés nacen deformes.
Los escritos más optimistas, como el de Rusia Hoy (2012) no tratan de ocultar los problemas medioambientales, pero sí afirman que sus habitantes no son depresivos como se esperaría, y que enfrentan el invierno con fiestas que han heredado de los pueblos nómades que habitaban originalmente el territorio. Los 45 días de oscuridad son compensados con hermosas auroras boreales en el cielo. De hecho, los habitantes la ciudad parecen gustar de ella. En la web English Russia pude encontrar estas fotos, que dejan mucho que pensar. Los comentarios abajo del post, son de nacidos en Norilsk que han dejado el lugar y agradecen el poder volverlo a ver.
Cuesta encontrar datos precisos sobre esta ciudad, lo que también puede deberse a que autoridades políticas han sido jefes de la compañía que opera la ciudad, como el que fue candidato a la presidencia de Rusia y unos de los hombres más ricos del mundo, Mikhail Prokhorov, aunque no por eso el problema es menos evidente. El mismo reportaje indica que Greenpeace Rusia estima que existe un dead zone de 30km alrededor de la ciudad, y fotos de la Nasa evidencian esta realidad.
No basta con dejar de producir contaminantes, hay que tomar acciones por descontaminar, tratar los suelos y las aguas, reforestar, dentro de otros procedimientos, y eso dentro del rango de contaminación directa ocasionada por estas acciones. Para que hablar de la salud de la gente. El amor de sus habitantes por el lugar al que llegaron o en el que crecieron es inspirador, pero no basta para compensar el daño que una actividad productiva les pueda ocasionar a ellos, a la humanidad y al medioambiente. Aunque claramente sin minería no hay ciudad, y sin ciudadanos no es posible trabajar la minería, es por esto que se debería poner de lado por un momento la maximización de ganancias, ya que el negocio del ácido sulfúrico que evita que el material particulado llegue a la atmósfera no es rentable. La ciudad de Norilsk y su yacimiento, nacieron en una época que no se tenía conciencia medioambiental, y como esta también podríamos haber criticado al Londres industrial de 70 años antes, pero los tiempos han cambiado, y si esta ciudad no lo hace, por más níquel que exista, no debería seguir destruyendo su entorno ni tampoco la salud de sus habitantes, que dicen añorar este lugar cuando no están en el. Finalmente, todos los sabemos, sin habitantes no hay ciudad, pero si la propia ciudad mata a sus habitantes ¿quien va a extraer el níquel que tanto se requiere?