Centro Arte Alameda restaura su edificio por primera vez en 20 años
Para celebrar sus dos décadas, este espacio cultural arreglará y pintará su fachada e interior.
Por La Tercera
Antes de que el Normandie llegara a la calle Tarapacá, estaba en el 139 de la Alameda, un sitio que hoy ocupa, con igual fachada, el Centro Arte Alameda.
En 1993, las gestoras culturales, Roser Fort y Luz Pereira, quedaron a cargo de este lugar propiedad de la sociedad inmobiliaria Comercial Tupahue. La Municipalidad de Santiago acababa de refaccionarlo y se los entregó para que lo administraran. Y aunque a partir de 1999, Fort siguió como directora de este espacio junto a otro socio, son 20 años los que cumple el recinto difundiendo el arte y la cultura.
Para celebrarlo, el edificio será refaccionado con importantes obras: se restaurará su fachada, se pintará su interior y se estrenará un moderno sistema de proyección de películas en formato digital. Todo con miras a estar operativo a fines de agosto.
Los arreglos buscan también darle mayor protagonismo al inmueble, frente a la competencia que le impone el GAM. “Es un lugar que no sólo le da cabida al cine, sino también a espectáculos musicales, exposiciones de arte y ferias de emprendedores. Para eso están las dos salas, el hall central y el living del segundo piso”, explica Fort.
Para el presidente del Colegio de Arquitectos, Sebastián Gray, éste es uno de los pocos cines antiguos que se mantienen intactos, al menos en su uso. “Eso ya es un mérito, a lo que se suma que sus administradores actuales lo conserven abierto como parte del circuito cultural del centro de Santiago”.
El arquitecto rescata que su fachada modernista esté casi intocada y que su remodelación de los 90 se conserve en buen estado. “Fue hecha de manera inteligente, reduciendo el cine, que era enorme, y destinando más metros al foyer para crear un espacio público muy interesante”, señala Gray.
Manos a la obra
Los trabajos en la fachada comenzarán esta semana con el pulido y arreglo de algunas grietas.
Luego vendrá la pintura, que buscará darle mayor visibilidad al inmueble. “Pasaremos del blanco actual, que en realidad está teñido de gris por el esmog, a otros más cercanos al mostaza con lila. Son los colores que tuvo el edificio en los 90”, dice la directora del Arte Alameda.
El interior del local, en tanto, se empezó a pintar el mes pasado. A los muros que están cubiertos de madera y al puente que está en el segundo piso (que es del mismo material), hubo que aplicarles un elemento anticorrosivo.
El techo también se intervino. A éste se le incorporó una segunda cubierta para impedir que los ruidos que se generan al interior molestaran a los vecinos. “Cuando hacían conciertos, se escuchaba todo. Hoy eso ha mejorado radicalmente”, cuenta Gabriel Manríquez, quien vive en calle Namur al llegar a Alameda.
Durante el próximo mes, la sala de cine estrenará un nuevo sistema de proyección digital, en que un disco duro que contiene la película reemplazará al celuloide de 35 milímetros.
A fin de año, en tanto, el centro postulará a un Fondo de Cultura para cambiar los equipos de audio para el cine y de amplificación para conciertos. “Conservaremos como reliquias los parlantes que compramos de segunda mano en EE.UU. y que alguna vez pertenecieron al grupo Deep Purple”, dice Fort.
Las letras de neón que indicaban el nombre del espacio, y que lucieron en la fachada hasta hace unos años, no serán repuestas, pero se restaurarán para su reubicación al interior del centro cultural.
Desde los 40
En 1940 llegó al barrio el Cine Normandie. A comienzos de los 80 Conate, una sociedad que entonces era propietaria de varios cines en la capital, se lo arrendó a los hermanos Doll, quienes mantuvieron el Normandie hasta 1991, año en que se trasladaron a Tarapacá por problemas de caja.
Luego de eso, ahí se quiso construir un edificio nuevo, pero la Municipalidad de Santiago lo tomó y remodeló. “Hubo intentos por parte del municipio de exhibir cine comercial, pero el lugar ya estaba marcado por el sello del cine arte”, recuerda Roser Fort.
Tres ferias para una semana
El Centro Arte Alameda suele organizar ferias por separado en las que emprendedores jóvenes del mundo del diseño y gastronómico, por ejemplo, muestran sus creaciones.
Esta semana será la primera vez que varias de ellas coincidan en el mismo espacio, el hall central del primer piso. El 4 de julio parte una eco feria, en la que artesanos y pequeños productores mostrarán sus elaboraciones orgánicas y expondrán sobre reciclaje y cosmética natural, entre otros temas.
El viernes 5 será el turno de Santiago Independiente, que en su quinta versión tendrá como invitados a jóvenes diseñadores de vestuario que ofrecerán al público alternativas en moda y accesorios.
Al día siguiente se llevará a cabo la tercera edición de la Feria Vegourmet. Ahí, más de 20 productores artesanales convocarán a los fanáticos de la gastronomía vegana.