Centrales hídricas suben a 41% el aporte a generación eléctrica durante julio
Los principales embalses salieron del nivel de agotamiento que presentaron a fines de mayo. Plantas hidroeléctricas están mejor que en junio, cuando en total representaron 31% de la matriz.
Constanza Pérez-Cueto, La Tercera
Las lluvias registradas en el último mes permitieron una leve recuperación en el nivel de los embalses para generación y aporte de la hidroelectricidad a la producción de energía.
A fines de mayo, algunas centrales hidroeléctricas tuvieron que dejar de funcionar por la falta de precipitaciones, luego de que los embalses entraron a nivel de agotamiento. Sin embargo, ese escenario mejoró tras las últimas lluvias.
Esa situación se refleja en la evolución que ha registrado el aporte hidroeléctrico a la generación de energía del sistema. Mientras que en mayo la hidroelectricidad aportó el 28% de la generación, en junio esa cifra subió a 31%. En lo que va de este mes, en tanto, alcanza 41,5%, gracias a que los embalses están en su mejor nivel de los últimos tres meses, de acuerdo con datos del CDEC-SIC, entidad que coordina la operación de las eléctricas.
El fin de semana pasado, el aporte de las centrales hidroeléctricas incluso subió a casi 45% debido a que se tenía que cubrir un menor consumo de energía.
Ralco es uno de los embalses que más se ha recuperado, producto de las lluvias en la VIII región y el que, en los últimos días, ha estado realizando el mayor aporte entre las centrales. Luego vienen las centrales Pangue y Pehuenche.
Actualmente, gran parte de la generación está siendo producida por las centrales termoeléctricas, que al 9 de julio representaban el 57,9% de la generación del sistema.
Si bien las lluvias alivian en parte la situación hidrológica, todavía no son suficientes para terminar con tres años de sequía.
“Los embalses se recuperaron un poco, pero en un año normal nosotros tenemos como 5.000 GWh embalsados. Si no tuviéramos el componente termoeléctrico que hay hoy día en el Sistema Interconectado Central (SIC) estaríamos en un serio problema de suministro de energía”, explicó el subsecretario de Energía, Sergio del Campo.
En Endesa Chile, en tanto, manifestaron que si bien las lluvias caídas ayudan, son insuficientes para revertir los efectos acumulados de 3 años de sequía, ya que tampoco han sido equivalentes a las precipitaciones que deberían registrarse en un año normal.
“Es un hecho cierto que las lluvias que hemos tenido siguen por debajo de lo normal. En varias cuencas estamos entre 300 y hasta 500 mm acumulados menos que en un año normal. Es decir, el año sigue siendo seco”, dijeron desde la empresa.
Añadieron que los principales embalses energéticos Chilenos (en cuanto a volumen y capacidad de guardar agua de una temporada o hasta un año para otro) son embalses de alta cordillera como el Laja o la Laguna del Maule, lo que significa que cuando en el resto de Chile llueve, allí más bien nieva, y el agua no escurre inmediatamente al embalse, sino que hay que esperar a la primavera para que se manifieste en caudales que de verdad eleven las cotas.
Del Campo también indicó que, pese a la situación de pocas lluvias, no se han bajado los niveles de seguridad del sistema, pero que el tener que reemplazar el agua con petróleo diésel encarece los costos de la energía.
En ese sentido, cabe consignar que los costos marginales -lo que pagan las em- presas por la energía- han bajado casi 3% entre enero y julio, frente al año anterior, pasando desde un prome- dio de US$ 199/MWh a US$ 193/MWh en lo que va del año. No obstante, en julio los costos marginales promedian US$ 246/Mwh.