La Recova triplica sus visitas por vacaciones: tres mil al día

La mayoría son turistas nacionales, quienes aprovechan de comprar productos típicos de la región y fotografiarse en su particular arquitectura colonial.

Por Matías Rovano, El Mercurio

Aunque el frío invernal no es problema para algunos turistas que deciden visitar la avenida del Mar de La Serena, otros evitan el viento costero y optan por un paseo urbano. Y dentro del atractivo de la Zona Típica de la ciudad -que con 170 hectáreas es la más grande del país-, el mercado de La Recova es un hito casi imperdible.

Si bien su historia comienza en la época de la Colonia, su aspecto se mezcla con lo contemporáneo. El edificio que hoy acoge a comerciantes y turistas se inauguró en 1981, y corresponde a una estructura levantada tras el terremoto de 1975, que dañó al anterior inmueble de adobe.

Durante todo el año el flujo de personas es incesante. En cada jornada se estima que recibe unos mil visitantes. “Pero en vacaciones de invierno hemos recibido bastante gente: diariamente se ha triplicado”, comenta Jorge Díaz, administrador de La Recova y dueño de un restaurante ubicado en el recinto.

De las tres mil visitas diarias que recibe en este período, la mayoría proviene de otras regiones del país, aunque en los últimos días también aumentó la presencia de españoles y estadounidenses.

“Se ha notado un aumento, aunque mucha gente viene solo a conocer”, añade Mónica Olivares, una de las 600 personas que trabajan allí.

En los 168 locales de La Recova es posible encontrar los productos más reconocidos de la Región de Coquimbo. Y la papaya es la reina. “Acá la tenemos al jugo, en jarabe, bombones, con chocolate, en alfajor, gomitas, sustancias, mermeladas y muchos souvenirs “, cuenta la comerciante Silvia Cortés.

El edificio tiene dos pisos. En el primero, un sinfín de colores de tejidos, artesanías y frutas envuelven al visitante.

“Hay artesanías parecidas a las que hacían los diaguitas, que son de esta zona. Y los precios son bien buenos para poder llevar regalos para la casa. Nunca había venido”, dice Jorge Rojas, copiapino de paso en La Serena.

Los dos patios están flanqueados por los balcones del segundo piso, con diversos restaurantes desde donde emanan olores que “invitan” a degustar platos de la zona.

“Mucha gente viene solo a conocer. Con los años que tiene, hay algunos que nunca habían venido. Les gusta, encuentran novedoso el edificio y toman hartas fotos”, comenta Zoila Durán, antigua locataria.

Hace algunas semanas se plantaron árboles en la parte posterior del mercado, en conjunto con Conaf, para hermosear el sector. Además, la administración planifica renovar la pintura de todo el edificio para refrescar su aspecto.

PINTURA
La administración trabaja en reunir fondos para renovar la imagen del edificio.