Las “ciudades laboratorio” donde se ensayan las futuras políticas públicas
Métodos para reducir la velocidad, optimizar los tiempos de viaje o para construir viviendas según los lineamientos del entorno son los experimentos que se están probando en diferentes rincones del país.
Manuel Valencia, El Mercurio
¿Qué tienen en común Curepto, Puerto Montt, Coquimbo, Temuco o San Pedro de Atacama? Además de ser ciudades de tamaño menor o intermedio, todas comparten un atributo: son lo que algunos urbanistas denominan ciudades modelo. Es decir, verdaderos laboratorios urbanos donde hoy se prueban políticas públicas antes de que sean siquiera imaginadas por el resto del país.
Tal como sucede con los productos de consumo que, previamente a su lanzamiento a nivel nacional, son “testeados” en mercados de prueba -donde se comienzan a consumir para probar en una pequeña escala sus resultados comerciales-, en urbes como estas los ministerios van calibrando y evaluando sus programas.
En Puerto Montt, por ejemplo, se desarrolla un plan verdaderamente futurista: se trata del programa Ciudad Inteligente, que busca aplicar tecnologías de vanguardia para facilitar la planificación y gestión de viajes. El plan comenzó en 2011 con la página web www.transporteinforma.cl, que entrega información a los viajeros de la ciudad, con la situación actualizada sobre los distintos medios de transporte que utilizan los habitantes de la zona, como buses, aviones y barcazas. Dio tan buen resultado, que comenzó a ser replicada en Coquimbo. Luego, se busca implementar el modelo en todo el país.
En el marco de Ciudad Inteligente, además, se comenzaron a medir los tiempos de viaje de vehículos mediante tecnología bluetooth , que minuto a minuto brinda información de los tiempos de viaje por calles y carreteras, para que los usuarios tomen las mejores decisiones y eviten focos de congestión.
En Curepto (VII Región), la misma cartera de Transportes, a través de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset) está aplicando un programa denominado “Traffic Calming”, que replica una idea nacida en Suecia, el país con menos muertes y accidentes viales del mundo. Mediante este plan se busca reducir la velocidad de circulación de los vehículos y, con ello, los riesgos. Con ese objetivo, se desarrollan medidas correctivas de ingeniería en zonas de altos índices de siniestros, como resaltos, reductores de velocidad, curvas inducidas en avenidas, para que los autos deban seguirlas y, así, circular más lento.
La iniciativa tiene un costo de $162 millones 500 mil y es financiada por los recursos del Transantiago para regiones.
“Nuestra prioridad es impulsar acciones que contribuyan a reducir los accidentes de tránsito por exceso de velocidad, que es la causa del 40% de los fallecidos en este tipo de siniestros, esfuerzo en el que se enmarca el proyecto de Curepto. Pero, además, estamos incorporando nuevas tecnologías que permitan a los usuarios planificar mejor sus viajes, a través de medidas como Ciudad Inteligente, de Puerto Montt”, señala el ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz.
Un plan similar apunta a mejorar la seguridad vial de los estudiantes de escuelas rurales. Para ello, Transportes y Obras Públicas desarrollaron un proyecto de instalación de señalética y dispositivos como elementos reflectantes, balizas y demarcaciones en el entorno de los establecimientos. Ahí se apunta a mejorar los cruces peatonales y reducir la velocidad de vehículos para que no superen los 30 km/h.
El Ministerio de Vivienda y Urbanismo también utiliza la modalidad de “ciudades modelo” en alguna de sus políticas. Una de ellas es la aplicación de subsidios térmicos, que comenzaron a ser probados en Temuco.
“Lo que buscamos es ayudar a reducir el uso de la leña y para eso estamos forrando las viviendas con envolventes y aislantes. La idea es aplicar lo mismo al resto del país, porque ha resultado muy bien”, explica el subsecretario de Vivienda, Francisco Irarrázaval.
En la misma ciudad, el Minvu inició un programa para adaptar las viviendas sociales a la realidad local: se construyen casas para machis con amplias cocinas donde caben los fogones y cocinas a leña. Con el mismo principio, en San Pedro de Atacama y Toconao (II Región) se incrementó el monto del subsidio para revestir las viviendas con liparita, una piedra blanca, muy típica de la zona, y ponerles coirón en los techos.
“Un plan así puede ser perfectamente replicado en el resto de Chile para que las viviendas se construyan con un estilo que respete al entorno”, agrega Irarrázaval.
Los planes
Puerto Montt está probando un sistema de información de sus sistemas de transporte, conocido como Ciudad Inteligente.
Curepto es donde se evalúa un modelo de tráfico lento.
En Temuco se testean subsidios que mejoren la aislación térmica de las viviendas.