Las tres razones por las que la nueva Costanera Sur no podrá abrirse al tránsito

Un tramo de la arteria recién construida como mitigación vial de Parque Titanium deberá ser demolido para realizar nuevos enlaces con Presidente Riesco y Lo Saldes.

Francisco J. Fuentes, El Mercurio

¿Por qué no se puede transitar por la avenida Costanera Sur, el nuevo eje que bordea el río Mapocho entre “Sanhattan” e Isabel Montt, en Las Condes y Vitacura?

La pregunta se ha vuelto recurrente en los últimos días y no solo para los automovilistas que deben lidiar con las atochadas vías aledañas y que ven cómo una atractiva alternativa vial -cuyos trabajos terminaron en marzo- aún no está disponible. El tema también ha provocado un duro intercambio entre el Ministerio de Obras Públicas y el Grupo Senerman, al que se le exigió hacer la avenida como mitigación vial de su megaproyecto de oficinas Parque Titanium, que incluye tres edificios y cuatro hectáreas de áreas verdes, en el terreno de lo que fuera Santa Rosa de Las Condes.

La arteria es un antiguo anhelo urbano capitalino. Ya en 1960 apareció proyectada en el Plan Regulador de Santiago, cuando Juan Parrochia definió los grandes ejes de la ciudad. En un libro que este urbanista escribió en 1980, advertía que “esta parte del complejo debe realizarse con urgencia dado que el tránsito está recargando la rotonda (Pérez Zujovic). Si ello no se realiza, se sobrepasará la capacidad del sistema por mal uso de los trazados, creando artificialmente un punto de conflicto y embotellamiento”.

Pese a que la calle está construida -y hoy es usada por ciclistas-, en el MOP explican que no tiene la forma definitiva y recién la adquirirá cuando el concesionario de la autopista Costanera Norte ejecute los trabajos del plan Santiago Centro Oriente, que incluyen eliminar la rotonda Pérez Zujovic, construir un nuevo enlace Lo Saldes y ampliar avenida Kennedy en su cruce con Manquehue.

En este escenario, lo que surgió como una obra de mitigación de un proyecto privado, en noviembre de 2006 fue declarado “camino público” por el MOP, con lo que la cartera pasó a ser su tutor directo.

Esto causó que, una vez que el grupo Senerman terminara la nueva arteria, a principios de junio el MOP y Costanera Norte bloquearan el tránsito con barreras plásticas, bajo el argumento de que su apertura en el estado actual podría significar un peligro para los usuarios puesto que a fines de año habrá que interrumpir nuevamente el tránsito para reconstruir la vía.

Esto motivó que Costanera Norte presentara un recurso de protección, el cual deberá ventilarse en los próximos meses en tribunales.

Según el subsecretario de Obras Públicas, Lucas Palacios, la vía ya no se podrá abrir porque el tramo de 850 metros que separa Presidente Riesco y Lo Saldes deberá ser demolido para construir ahí dos nuevas calzadas de tres pistas cada una, como contempla el plan Santiago Centro Oriente.

En la práctica, la vía de entre dos y cuatro pistas de ancho que se le pidió a Titanium debe modificarse por tres motivos que impiden su entrega: se necesita reducir en 1,5 metros la altura de la vía para generar espacio para el paso de los vehículos entre Costanera Sur y los nuevos viaductos (de 4,1 metros de altura); las cuatro y tres pistas actuales deberán transformarse en dos calzadas de seis pistas, y será necesario construir dos túneles de conexión con Costanera Norte.

“La obra que está construida es solo una fracción de la Costanera Sur que necesita Santiago. Tenemos que elevar el estándar a vía expresa, construir otras dos calzadas nuevas y empalmar el Puente Bicentenario y Presidente Riesco. Estas obras son necesarias para distribuir los flujos y eliminar la congestión, no solo trasladarlos”, añade Palacios.

A su juicio, “toda esta maniobra judicial y comunicacional de Parque Titanium apunta a retrasar el desarrollo de Santiago Centro Oriente en beneficio de la propia inmobiliaria y nosotros estamos velando por el bien común”.

El subsecretario de Obras Públicas agrega que “ellos (el grupo Senerman) saben que estamos absolutamente en regla, nosotros tenemos que actuar por el bien común, esto es absolutamente necesario para la ciudad y no puede seguir dilatándose. Nosotros no ejercemos presiones, ejercemos nuestra responsabilidad. No solo tenemos las facultades, sino la obligación de actuar en beneficio del bien común”.

Desde la inmobiliaria, Andrés Weil, gerente de arquitectura del Grupo Senerman, sostiene que “hay que abrir, así lo dice la ley, la razón y las buenas costumbres. Esto es una situación ilegal e inmoral, porque aquí se acordó por escrito ejecutar las obras de esta manera, si se le solicita al privado que haga las obras. La calle está hecha para ser utilizada”.

Respecto de la necesidad técnica de demoler, aseguró que “todas las obras viales de Santiago se han hecho con tránsito al lado. En esto el MOP y Costanera Norte sabían que si no adelantaban sus obras, las tendrían que hacer luego a mayor costo. Ellos se la farrearon”.

OBRAS

Los trabajos de Santiago Centro Oriente culminarán a fines de 2017. Las de este punto estarán terminadas en 2016.

“Esto es un plan que funciona en su conjunto, no por separado. No queremos entorpecer el tránsito, necesitamos agilizarlo, y para ello estas obras no pueden seguir esperando”.
LUCAS PALACIOS
SUBSECRETARIO DE OBRAS PÚBLICAS

“A nuestro juicio, se está perjudicando a la comunidad, que sí tiene derecho a una vía alternativa gratuita frente a Costanera Norte. Ese es el verdadero bien común”.
ANDRÉS WEIL
GERENTE DE ARQUITECTURA GRUPO SENERMAN