Detroit evalúa vender su colección de arte para salir de sus crisis
La medida genera polémica y podría poner en el mercado obras de Picasso, Van Gogh o Bellini, que están avaluadas en más de US$ 1.000 millones.
Por El Mercurio
La medida es más que polémica, pero parece estar tomando fuerza: Detroit quiere hacer frente a su deuda de US$ 18.500 millones, vendiendo su colección de arte.
Y no se trata de cualquier colección, pues las obras de arte de la ciudad forman parte del Detroit Institute of Arts, uno de los museos más grandes de Estados Unidos. Incluye trabajos de Bellini, Rembrandt, Van Gogh o Picasso que, de salir a la venta, podrían recaudar más de US$ 1.000 millones.
Entre las obras destacan el fresco de 27 paneles “Detroit Industry”, de Diego Rivera, que se encuentra en un patio del jardín y es un tributo a la fuerza laboral de la ciudad de los años 30. Así también, se estima que al menos tres pinturas -“Retrato del cartero Roulin”, de Van Gogh; “La Danse de la mariée en plein air”, de Pieter Bruegel el Viejo, y “Virgen con el Niño”, de Giovanni Bellini- podría alcanzar cada una más de US$ 150 millones.
Aunque todavía no hay nada definido, los grandes actores del mercado del arte ya están moviendo sus fichas para quedarse con alguna tajada de la que promete ser una de las mayores ventas de la historia. Sin ir más lejos, Bloomberg reporta que la casa de subastas Christie’s ya está evaluando las obras ante una posible venta. “Christie’s nos ha llamado y dijo que están enviando a dos personas”, comentó Pamela Marcil, portavoz del Detroit Institute of Arts, quien agregó que “no sabemos quién los contactó”.
La calidad y la cantidad de obras que podrían salir a la venta son tan altas que algunos analistas prevén que los precios mundiales del arte podrían bajar debido a la sobreoferta.
Una venta compleja
Pero no hay nada concreto. Además de la polémica que la posible venta genera, hay temas legales que podrían frenarla. Thomas Kline, un abogado de la firma Andrews Kurth LLP que se especializa en derecho del arte, dijo a Bloomberg que no hay ningún precedente de una quiebra municipal en la que se considere la venta de los bienes culturales para recaudar fondos. “Podría tomar por lo menos un par de años resolver algo así”, comentó, asegurando que los mayores problemas pueden venir por el lado de las obras que fueron donadas. “Existe una posibilidad cierta de múltiples demandas”, agregó.