“Campo de Cebada” en Madrid: Un proyecto vecinal de autogestión artística
El Campo de Cebada es un terreno ubicado en el barrio La Latina, en Madrid, que desde el siglo XV ha actuado como un polo de interacción social de la ciudad. En sus inicios, se hizo conocido como la Plaza de la Cebada, en donde los comerciantes intercambiaban y vendían productos agrícolas. Sin embargo, recién en junio de 1870 se inició la construcción del Mercado de La Cebada, dejando un sector libre en donde se instalaron algunos vendedores informales. Esto se mantuvo hasta 1968, cuando se inició la construcción del Polideportivo La Latina en el terreno desocupado.
Este centro deportivo funcionó hasta 2009, puesto que un plan del municipio lo incluyó en un proyecto de remodelación que implicaba su derrumbe total. Aunque se hicieron promesas de que se levantaría un edificio de mejor calidad, la crisis habría evitado que esto se concretara. Como los vecinos ya habían perdido su lugar de encuentro y recreación, en 2011 se organizaron y dieron origen al Campo de Cebada, un lugar de 5.500 m{2} en donde se realizan actividades deportivas, festivales y talleres artísticos, e intervenciones urbanas.
Pero, ¿cómo surgió y se ha mantenido este proyecto?
A continuación más detalles.
Durante la celebración de la Noche en Blanco en septiembre de 2010, el colectivo eXYZt montó la intervención temporal “Isla Ciudad” en la Plaza de la Cebada. La instalación estaba conformada por una pequeña piscina y una explanada en donde se instalaron sillas de playa que creaban un ambiente más veraniego en medio de la ciudad. Con ella demostraron que el lugar, que hasta ese entonces había estado en desuso, servía como un espacio de socialización.
A partir de esta instalación, los habitantes fueron capaces de revalorizar el potencial artístico, cultural y social que tenía el espacio. Por esto, decidieron organizarse para gestionar el terreno por su propia cuenta y de forma colaborativa con los demás habitantes de la ciudad, vecinos del sector y grupos artísticos. Cuando lo lograron, le pidieron al municipio de la ciudad que cediera el terreno, hecho que finalmente se concretó, pero que se mantendrá hasta que se decida edificar.
A la fecha, el terreno desocupado se ha ocupado realizar festivales de cine al aire libre, talleres de fotografía, juegos, poesía y teatro. Además, se destinó un espacio a una cancha de basquetball para que los vecinos la ocupen de forma gratuita y sean parte de una liga. Los muros que rodean el lugar son pintados por graffiteros, quienes se van turnando los diez espacios cada seis meses para que todos puedan dejar sus muestras de arte en el lugar. También, se construyó un huerto urbano a partir del que se hacen talleres educativos para que los vecinos hagan uno en sus propias casas.
Todas las instalaciones con que cuenta el lugar han sido construidas y mantenidas por sus propios vecinos con la ayuda de grupos culturales. Como el lugar ha sido pensado como un espacio público de participación ciudadana, los visitantes pueden proponer nuevas actividades que se discuten y votan en reuniones, además de ser expuestas en la página del Campo de Cebada.
En mayo de 2012, el colectivo español Luz Interruptus creó la intervención urbana “Piscina pública sobre fondo de Campo de Cebada” con 2.000 vasos y fuentes plásticas que recolectaron en la fiesta de San Isidro y que fueron donadas por los asistentes del Campo de Cebada. Esta se hizo para celebrar un año de vida del Campo de Cebada. Todos los materiales plásticos fueron rellenados con líquido azul e iluminadas, dando forma a una piscina de 6 mts. por 4 mts., una réplica más pequeña a la que en algún momento tuvo el Polideportivo La Latina que funcionó en el lugar.
En mayo de este año, el Campo de Cebada ganó el premio austriaco Golden Nica, en la categoría Comunidades Digitales, que entrega Ars Electronica. Este premio reconoce aquellos proyectos que, a través de una plataforma digital, permiten la gestión de un lugar con distintas actividades que fomentan el encuentro entre los habitantes de una comunidad, descripción que calza con el uso que hoy se le da al campo español.
Hace poco tiempo sus gestores iniciaron una campaña de financiamiento colectivo para construir una cúpula dentro del Campo en donde podrán realizar actividades culturales para 200 personas. Como lograron reunir €6.000, ésta se levantará entre todos los colaboradores y vecinos del lugar con materiales reciclables.
El Campo de Cebada es un proyecto que a través de sus años de existencia ha probado que la autogestión puede mantener en funcionamiento un lugar que logra atraer a sus vecinos y a numerosos grupos artísticos y culturales. Además, permite conformar un polo cultural gratuito dentro de la ciudad que ayuda al desarrollo social de las personas que participan.
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